Antes de marchar de vacaciones allá por principios de julio había visitado la Cafetería Villagras y degustado su famosa ventresca, obviamente no podía dejar ignorar tan suculento manjar sin que pasara por mis manos así que hoy os presento la mía explotando un día más las bondades que este túnido nos ofrece.

Me ha costado unas cuantas semanas preparar este plato y no ha sido precisamente por la disponibilidad de la materia prima pues en mi pescadería habitual ya me habían ofrecido sacarme una cuando quisiese, pero el verano y los numerosos planes lo han ido retrasando.

Cuando llegó el día D les dije a mis pescaderas que hoy si era el día, ¡¡¡¡¡por fin!!!!. Me ofrecieron dos ejemplares y  como tenía en mente otra receta opté por el más grande, de él salió una hermosa ventresca de 1,3kgs que sobre la marcha pude contemplar como lo ronqueaba.

  

Esta receta poco o casi nada tiene que hacer, el gran protagonista es el bonito y cuando se trata de una ventresca al ser una de las partes más jugosas hacerla a la plancha es una de las formas de comerla que más disfrutaremos.

En casa terminé el despiece, reserve la parte más cercana al centro y una mitad para otra receta que realmente os sorprenderá. Un poco de ajo picado y una patata cocida es suficiente aliño y acompañamiento para este deleite sensorial.

Ingredientes:

1/2 ventresca de bonito del norte, 1 diente de ajo, 1 patata, sal y aceite de oliva virgen extra.

De la ventresca entera cortamos la mitad. Picamos el ajo en brunoise y adobamos con un poco de sal. Calentamos nuestra plancha y echamos un chorrito de aceite, primeramente la colocamos sobre la piel y la terminamos dándole la vuelta. Este proceso no lleva mas de 4 minutos por lo que previamente habremos pelado y cocido nuestra patata. Yo marqué en la plancha la zona de corte de la patata.

Servimos en un plato o fuente alargada, colocamos la patata y decoramos con una hoja de romero.