Ekstedt – Humlegårdsgatan 17, Stockholm Tlf: +46 8 611 12 10
Cuando decidí viajar a Estocolmo y Copenhague tenia claro que debía probar alguno de sus restaurantes mas destacados, para ello nada mejor que buscar entre los Estrella Michelín.
Si bien la elección en Copenhague estaba resuelta desde hacia un mes, en Estocolmo los planes se me habían torcido, tenia muchas ganas de visitar este restaurante por el tipo de cocina que practica y era mi opción para el primer día pero se ve que no hubo ninguna vacante y mi inclusión en la lista de espera fue infructuosa.
A cabezón me ganan pocos así que volví a intentarlo y aunque la reserva fuese para un domingo a las 16:30 me vi reconfortado cuando recibí la confirmación electrónica.Uno de mis objetivos estaba cumplido, os aseguro que miré en unos cuantos de esta categoría y resultó imposible. Las navidades al igual que en España, resultan un frenesí en el mundo de la restauración.
Contento con mi plan de merienda-cena, pude seguir visitando esta fascinante ciudad. Me ha parecido tan interesante que sin duda la incluiré en futuros planes para la primavera o verano, en esta época los suec@s salen como caracoles a disfrutar de las múltiples terrazas ribereñas.
Como os decía la elección de Ekstedt no resultó arbitraria, es un restaurante donde todo se cocina al fuego de sus hornos, las brasas son su mejor recurso, nada de electricidad o quemadores de gas. Juegan con las diferentes maderas que aportan diferentes aromas y sabores, la idea de Niklas Ekstedt ha sido crear una cocina regresiva a las raíces escandinavas, en contraposición a una gastronomía molecular y futurística.
El diseño del local, como no podía ser de otra forma, respira diseño escandinavo por todos los poros y en el se mezclan las maderas de abedul, cobre, cuero y entramados de arenisca.
La cocina tiene dos partes, una de ellas vista donde nos quedaremos hechizados por las llamas y el minucioso trabajo de los chef. En la encimera cuatro privilegiados podrán contemplar en primera línea cada uno de los procesos de cocinado y emplatado. Dicen que no hay quinto malo, doy fe puesto que mi mesa alta me permitía tener una perspectiva lateral mucho mejor.
Aquí os dejo un vídeo de mi panorámica
La elección del menú resulto extremadamente fácil, por encontrarnos en estas fechas lo único que se podía comer era el menú de 5 pases que aquí reflejo.
Para beber elegí la This is Lager de los escoceses de BrewDog. Son 4,7º y apreciamos toques cítricos especiados con pimienta que al final nos dejan cierto amargor.
Comenzamos con una finísima pizza de masa fermentada con trufa negra y foie.
Nos sirven un pan recién horneado con una mantequilla casera del que casi no da tiempo a que acompañe ningún plato.
Vieira con bacon y huevas ahumado en madera alquitranada.
Langosta horneada en madera de junípero con rebozuelos encurtidos.
Ternera flambeada con cebollitas caramelizadas y tuétano.
Moras naranjas, helado de los bosques y caramelo. Una torta crujiente, cocinada en mantequilla al horno nos sirve de soporte para montarnos nuestro propio bocado. Espectacular.
Me resulta muy difícil explicaros las sensaciones, todos y cada uno de los platos encierran unos sabores muy particulares por los ahumados. Por poner un ejemplo, en nuestras barbacoas no es lo mismo utilizar sarmiento que encina.
Deja un comentario