Otros usos del montaje

La palabra «montaje» deriva del verbo francés monter, que significa juntar. Sin embargo, aunque el montaje consiste en unir diferentes imágenes, hay diferentes criterios para juntarlas. En este apartado nos centraremos en un tipo de montaje intelectual y no realista, que crea significado a partir de imágenes que no guardan relación entre sí. Este tipo de montaje está muy asociado a la escuela soviética de cinematografía de los años veinte y treinta, a pesar de que muchos de los principios desarrollados por esos cineastas ya han encontrado su lugar en la corriente de cine dominante.

El experimento de Kuleshov

Lev Kuleshov fue un soviético pionero en la técnica del montaje. Él llevó a cabo un experimento que consistió en tomar un fotograma de la cara impasible de un actor y montarla junto con planos de diferentes contenidos, como un plato de comida y el cuerpo de un niño en un ataúd. El efecto del montaje fue tal que los espectadores pensaron que el actor estaba expresando emociones concretas, a pesar de que su rostro no expresaba nada. Por ejemplo, yuxtaponer la cara con el plato de comida hacía que su expresión mostrara hambre. El actor ¡incluso fue elogiado por su interpretación!

Este experimento (a pesar de que los fotogramas originales están perdidos) ha tenido mucha repercusión para los cineastas, en especial con relación a la interpretación de los actores. La actuación en el cine es a menudo sutil y está complementada por los efectos emocionales conseguidos con el montaje.

El montaje a modo de compendio

El montaje también puede utilizarse para crear una secuencia que condense y resuma información narrativa mediante una sucesión corta de planos conectados, es habitual que se haga con ayuda de la música. Wes Anderson utiliza esta técnica en Rushmore (2000) y en The Royal Tenenbaums (2001) para dar al espectador detalles narrativos de forma rápida y concisa.

Es posible que la secuencia más conocida de este tipo sea una de Team America, la policía del mundo (dir. Trey Parker, 2004), una parodia de escenas de entrenamiento de películas como Rocky (dir. John G. Avildsen. 1976), que da comienzo con una marchosa canción de rock ¡titulada «Montage»!

Sergei Eisenstein

Sin duda, el maestro del montaje era Sergei Eisenstein. Desarrolló sus teorías sobre el montaje de atracciones y el montaje ideológico, en el escenario posterior a la Revolución rusa de 1917. Él creía que el cine era una contraposición de todo tipo: de líneas, ángulos, colores e ideas.

Su método de montaje más significativo es el ideológico o intelectual, que consiste en coger dos ideas en apariencia no relacionadas y juntarlas para obtener una connotación ideológica y un simbolismo. En La huelga (1925), Eisenstein inserta planos extradiegéticos de ganado siendo sacrificado entre medio de las secuencias de los trabajadores siendo masacrados por las fuerzas armadas del estado. La idea que surge de la yuxtaposición de imágenes es una crítica del maltrato a ciertos colectivos, una de las principales inquietudes ideológicas durante la postrevolución rusa. Francis Ford Coppola utiliza la misma técnica de montaje en paralelo en Apocalipsis Now (1979) para yuxtaponer el asesinato del coronel Kurtz con la matanza de una vaca, una apostilla sobre el abuso de poder.

La premisa básica del método de Eisenstein se basaba en el concepto marxista de dialéctica, que derivaba de Lenin. La ecuación era simple:

Tesis + Antítesis = Síntesis

El montaje ideológico hace su aparición en el momento de la síntesis. De esta manera surge un nuevo concepto, el del conflicto entre dos ideas opuestas. No hay nada especialmente sutil en este método, tampoco era su objetivo que lo fuera, como afirmó Eisenstein: «No es un cine-ojo lo que necesitamos, sino un cine-puño».

Eisenstein desarrolló otros métodos de montaje con el propósito de producir resonancias emocionales, temáticas y visuales:

Métrico: la duración de los planos está determinada por factores no representados en la imagen, como el ritmo de las melodías. Eisenstein no era muy partidario de ello, pero hoy en día aún es una técnica muy habitual en los videoclips y fue usada por Martin Scorsese al principio de Calles salvajes (1973), en la que hay un triple corte a la vez que se oye el inicio de la canción «Be My Baby», de The Ronettes.

Rítmico: es similar al montaje métrico, pero el ritmo de los planos está determinado por el contenido de los mismos. La secuencia de la escalinata de Odesa en El acorazado Potemkin (dir. Eisenstein, 1925) era un experimento de montaje rítmico, en el que los planos se iban acortando a medida que la acción de la secuencia se aceleraba. Este montaje fue emulado en Los intocables de Eliot Ness (dir. Brian de Palma, 1987).

Tonal: el montaje está determinado por el tono emocional dominante de la secuencia. La niebla que desciende hasta el puerto en El acorazodo Potemkin es uno de los ejemplos representativos de esta forma de montaje en la obra de Eisenstein.

Sobretonal: la oposición entre los diferentes tipos de montaje arriba expuestos. Darren Aronofsky consigue algunos efectos muy agresivos y perturbadores basados en el montaje sobretonal en Réquiem por un sueño (2000).