El 25 aniversario del Tenorio en Alcalá será recordado. Todo salió a pedir de boca. Quitando algún pequeño fallo técnico que no deslució la puesta en escena, la versión que propuso el director Juan Polanco para el aniversario del Don Juan en Alcalá gustó mucho por su innovación original y elegante, su ingenio con dos Don Juanes juntos en escena prácticamente durante toda la representación que se iban dando la palabra uno al otro en una especie de duelo generacional, el homenaje a otros años y, sobre todo, a los alcalaínos.
Dos escenarios (tres contando el que se estableció para la Schola Cantorum) fueron suficientes para representar toda la obra. Los cambios de escena fueron rápidos y eficaces, y marcados por un fondo proyectado que iba cambiando y anunciando en latín lo que ocurriría en escenas que todo el mundo conoce.
En el elenco de actores no se puede poner ningún pero. Como ya se había anunciado, la mayoría había representado ya el Tenorio complutense, y es el año en que más representación alcalaína había sobre el escenario. Destaco, sin duda, un maravilloso Héctor Colomé, con una declamación perfecta y mostrando su veteranía y buen hacer sobre las tablas del escenario como el Don Juan mayor, cansado de ser Don Juan, y que durante la representación se repartía el texto con el Don Juan joven. Sencillamente genial. Sobresalió también una Doña Inés diferente, que demostró que no es necesario tener aspecto aniñado o poner voz de niña tonta para representar a una Doña Inés sensata, tranquila y en su sitio. Y otra veterana, Marisol Ayuso, que repite como una Brígida con el toque cómico que debe aportar a las escenas en las que aparece.
Un pequeño prólogo en el que los dos Don Juanes, uno el auténtico y otro un simple actor que va a representar su papel, debatían sobre la actualidad de un personaje que ya está cansado de representar año tras año el mismo papel. Podía parecer que tener a dos actores representando el mismo papel fuera una complicación. Todo lo contrario. Se fueron pasando el testigo sin embarullar la acción más de lo que Zorrilla marcó. Una propuesta original que marcó la diferencia.
Y los homenajes. La gran pantalla que hacía de telón de fondo de un escenario de tamaño concierto de rock mostró los rostros de anteriores actores que interpretaron a lo largo de estos 25 años el Don Juan recitando todos juntos el monólogo archiconocido de «No es verdad, ángel de amor». Doña Inés también tuvo su momento para el recuerdo, esta vez en su monólogo como estatua que vuelve a la vida para intentar convencer a Don Juan de que tienen un hueco «en la misma sepultura».
Otros vídeos homenajearon a algunos grandes actores que pasaron por el Don Juan complutense y que han fallecido, al actor que más veces ha interpretado el papel del comendador Don Gonzalo de Ulloa, Antxón Jiménez, y que este año no pudo hacerlo debido a una enfermedad, y, cómo no, a todos los alcalaínos. Un público exigente, que sabe de qué va esto del Tenorio, que no se convence fácilmente y si tiene que abuchear, lo hace. Un público que este año llenó la Huerta del Obispo los dos días de la representación animado por el buen tiempo y por el aniversario y que se lleva para el recuerdo uno de los mejores Don Juanes que hemos visto en Alcalá. Sin efectismos, sin alardes pirotécnicos, sin versiones que duelen a la vista y al oído. Sencillo, original y diferente.
[…] director, Juan Polanco. El año pasado gustó, y mucho, el homenaje que hizo a la figura del Don Juan y a Alcalá en el 25 aniversario de la representación complutense. Por eso se ha vuelto a depositar la confianza en él. Sin […]