Vitamina C: todo lo que debes saber

Si existe una vitamina que tenemos a nuestro alcance ya sea mediante la alimentación o por factores externos como los rayos del sol, esa es la vitamina C. Se trata de una vitamina hidrosoluble –que se disuelve en agua– y que es vital para el desarrollo y funcionamiento correcto del cuerpo. 

Aunque sus usos se han asociado en múltiples ocasiones a la reparación de los tejidos cutáneos –desde la reparación y el mantenimiento de los huesos, los dientes y el cartílago, a la sanación de heridas y la formación de tejido cicatricial– y al crecimiento del cuerpo, son muchos los beneficios que aporta esta vitamina al cuerpo. 

Desde Mayo Clinic nos cuentan que la vitamina C es un nutriente esencial que nuestro cuerpo necesita para la formación de cartílagos, músculos, vasos sanguíneos y para la formación de colágeno en los huesos. Por otro lado, destaca por sus propiedades antioxidantes, que protegen las células de los efectos que ocasionan los radicales libres y por favorecer la absorción y el almacenamiento del hierro en el organismo.

Pero como consecuencia de que nuestro organismo no genera vitamina C, es vital que obtengamos esta vitamina mediante la alimentación o, como he comentado anteriormente, por la exposición al sol, por ejemplo. En lo que respecta a la dieta, la cantidad de frutas y verduras en las que podemos encontrar esta vitamina es de lo más variada, destacando los siguientes alimentos: las bayas, el brócoli, las coles de bruselas, las espinacas, las frutas cítricas, las patatas, los pimientos, el repollo o los tomates.

Los beneficios de la vitamina C

Pese a que los beneficios de la vitamina C sean múltiples, hemos querido destacar los siguientes. ¿Conoces todo lo que puede hacer por tu cuerpo y piel?

Nos da energía. La vitamina C contribuye a la absorción del hierro, lo que aporta mayores niveles de energía al cuerpo y logran que la piel se vea más colorida y despierta.

Protector solar natural. El hecho de que la vitamina C actúe como protector solar no significa que debamos dejar de utilizar productos específicos para proteger la piel de los rayos del sol. Uno de los beneficios más destacables de esta vitamina es su contribución en la desaparición de manchas en la piel pues reduce visiblemente la cantidad de melanina.

Uñas sanas y fuertes. Consumir la vitamina de forma continuada favorece el fortalecimiento de las uñas desde su interior, el crecimiento y la dureza, lo que hace que éstas se vean más saludables y con mayor fuerza.

Favorece el crecimiento del cabello. Como consecuencia de que la vitamina estimula el folículo capilar, el cabello crece más rápido y brillante. Esto sucede, asimismo, porque la absorción del hierro contribuye a que el pelo no esté seco y a mantener las puntas selladas.

Contribuye a la pérdida del peso. Numerosos expertos coinciden en que la vitamina C participa en la producción de carnitina –la molécula que transporta los ácidos grasos a la mitocondria– y gracias a él se logra convertir los ácidos grasos en energía, quemando así la grasa acumulada.

Previene los signos de la edad. Su alto contenido de antioxidante permite combatir los radicales libres –responsables del deterioro de la piel– y contribuye en la reconstrucción de los tejidos cutáneos desde el interior, atenuando arrugas y signos de la edad.

La piel luce brillante. La vitamina C favorece la circulación en la piel consiguiendo que los productos sean absorbidos de forma óptima al tiempo que mantiene la hidratación de la piel.

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