«Guarda sin mancha sus manos consagradas, que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo, y conserva puros sus labios teñidos con tu preciosa sangre…»

Es nuestra responsabilidad espiritual orar por la santidad de nuestros sacerdotes, esos amigos nuestros, familiares, conocidos, párroco, confesores, directores espirituales; aquellos que nos han administrado nuestros sacramentos y especialmente por aquellos que sabemos están enfermos, solitarios, en crísis espiritual o en alguna situación particular. Todos necesitan nuestra oración.

Acá tienes unas bellas oraciones para Ofrecerlas en este jueves Eucarístico.

Un paso al día 👣🌎

oración de Santa Teresa

Oh, Jesús, que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra
la obra divina de salvar a las almas,
protege a tus sacerdotes (especialmente a: …………..)
en el refugio de tu Sagrado Corazón.
Guarda sin mancha sus manos consagradas,
que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo,
y conserva puros sus labios teñidos con tu preciosa sangre.

Haz que se preserven puros sus corazones,
marcados con el sello sublime del sacerdocio,
y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.

Aumenta el número de tus apóstoles,
y que tu santo amor los proteja de todo peligro.

Bendice sus trabajos y fatigas,
y que como fruto de su apostolado obtenga la salvación de muchas almas
que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el cielo. Amén

Oración por los Sacerdotes

«Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño,
te rogamos que por el inmenso amor y misericordia
de Tu Sagrado Corazón,
atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.
Te pedimos que retomes en Tu Corazón
todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino,
que enciendas de nuevo el deseo de santidad
en los corazones de aquellos sacerdotes
que han caído en la tibieza,
y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes
el deseo de una mayor santidad.
Unidos a tu Corazón y el Corazón de María,
te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial
en la unidad del Espíritu Santo. Amén.»

Oración al Espíritu Santo por los sacerdotes 

Ven Espíritu Santo, llena el corazón de Tú sacerdote, ___________, enciende en él el fuego de Tú amor con un fuego que enciende, que arda y que queme, hasta consumirlo al grado de que ya no quede nada de su viejo ser. Para que Tú puedas vivir, sentir, amar, moverte, y actuar por medio de él sin que nada Te estorbe. 

Revive en él Tus frutos y Tus dones que han sellado su alma tres veces: en su bautismo, en su confirmación y en su ordenación sacerdotal. Hazlo sentir cual es el fruto y el don que Tu más deseas que se manifiesten en su persona y que sean el sello de su sacerdocio. 

¡Hazlo santo ya! Tu Iglesia necesita con urgencia sacerdotes santos, pero ellos sólo lo podrán lograr con Tu ayuda y Tu gracia. 

Yo sólo puedo pedirte por medio de mis pobres oraciones, pero Tú, Dulce Huésped del Alma, el Amor mismo puedes hacer que él logre todos Tus propósitos. Los propósitos que Tú has tenido para él desde que lo escogiste para sacerdote desde toda la eternidad. Te pido que mires su disposición de servirte con sus manos de barro, las cuales Tú puedes transformar en las Tuyas. 

Ya sabes que yo especialmente pido para él, Tu paz, Tu amor, Tu pureza y Tu alegría, y sobre todo que nada ni nadie jamás pueda perturbarlo. 

No permitas que ninguna alma se pierda de las que Tú le has encomendado y que el un día junto con todas ellas pueda tener la dicha de alabarte por toda la eternidad en el cielo. Así sea.

Oración por los sacerdotes
Autor: Su Santidad Pio XII

Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor,
Fuente de vida, que por singular generosidad
de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros
sacerdotes para que podamos cumplir plenamente
los designios de santificación que tu gracia
inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven
y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa.

Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras,
esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad
ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo
de la eterna Sabiduría, sea, por la constante
meditación, el alimento diario de su vida interior.
Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su
conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra,
y alivio y sostén en nuestras penas.

Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés
terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles
ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia
hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del
cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida,
dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra,
la recompensa eterna: la corona de justicia en el
esplendor de los santos.
Amén.

Oración por los Sacerdotes
propuesta por Benedicto XVI
con ocasión del Año Sacerdotal 
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús 
y Jornada de Santificación Sacerdotal, 
150 aniversario de la muerte 
de San Juan María Vianney, el Cura de Ars.

«Señor Jesús:
En San Juan María Vianney Tú has querido dar a la Iglesia la imagen viviente y una personificación de tu caridad pastoral.
Ayúdanos a bien vivir en su compañía, ayudados por su ejemplo.
Haz que podamos aprender del Santo Cura de Ars delante de tu Eucaristía; aprender cómo es simple y diaria tu Palabra que nos instruye, cómo es tierno el amor con el cual acoges a los pecadores arrepentidos, cómo es consolador abandonarse confidencialmente a tu Madre Inmaculada, cómo es necesario luchar con fuerza contra el Maligno.
Haz, Señor Jesús, que, del ejemplo del Santo Cura de Ars, nuestros jóvenes sepan cuánto es necesario, humilde y generoso el ministerio sacerdotal, que quieres entregar a aquellos que escuchan tu llamada.
Haz también que en nuestras comunidades –como en aquel entonces la de Ars – sucedan aquellas maravillas de gracia, que tu haces que sobrevengan cuanto un sacerdote sabe ‘poner amor en su parroquia’.
Haz que nuestras familias cristianas sepan descubrir en la Iglesia su casa – donde puedan encontrar siempre a tus ministros – y sepan convertir su casa así de bonita como una iglesia.
Haz que la caridad de nuestros Pastores anime y encienda la caridad de todos los fieles, en tal manera que todas las vocaciones y todos los carismas, infundidos por el Espíritu Santo, puedan ser acogidos y valorizados.
Pero sobre todo, Señor Jesús, concédenos el ardor y la verdad del corazón a fin de que podamos dirigirnos a tu Padre celestial, haciendo nuestras las mismas palabras, que usaba San Juan María Vianney:

‘Te amo, mi Dios, y mi solo deseo
es amarte hasta el último respiro de mi vida.
Te amo, oh Dios infinitamente amable,
y prefiero morir amándote
antes que vivir un solo instante si amarte.
Te amo, Señor, y la única gracia que te pido
es aquella de amarte eternamente.
Dios mío, si mi lengua
no pudiera decir que te amo en cada instante,
quiero que mi corazón te lo repita
tantas veces cuantas respiro.
Te amo, oh mi Dios Salvador,
porque has sido crucificado por mí,
y me tienes acá crucificado por Ti.
Dios mío, dame la gracia de morir amándote
y sabiendo que te amo’. Amén.

Oración por la Santa Iglesia y los Sacerdotes
Autora: Santa Faustina Kowalska

Oh Jesús mío, te ruego por toda la Iglesia: concédele el amor y la luz de tu Espíritu y da poder a las palabras de los sacerdotes para que los corazones endurecidos se ablanden y vuelvan a ti, Señor.
Señor, danos sacerdotes santos; tu mismo consérvalos en la santidad. Oh Divino y Sumo Sacerdote, que el poder de tu misericordia los acompañe en todas partes y los proteja de las trampas y asechanzas del demonio, que están siendo tendidas incesantemente para las almas de los sacerdotes. Que el poder de tu misericordia, oh Señor, destruya y haga fracasar lo que pueda empañar la santidad de los sacerdotes, ya que tú lo puedes todo (1052).
Oh mi amadísimo Jesús, te ruego por el triunfo de la Iglesia, por la bendición para el Santo Padre y todo el clero, por la gracia de la conversión de los pecadores empedernidos. Te pido, Jesús, una bendición especial y luz para los sacerdotes ante los cuales me confesaré durante toda mi vida (240).

Oración por los Sacerdotes
Autor: Santa Teresita del Niño Jesús

Oh Jesús!
Te ruego por tus fieles y fervorosos sacerdotes,
por tus sacerdotes tibios e infieles,
por tus sacerdotes que trabajan cerca o en lejanas misiones,
por tus sacerdotes que sufren tentación,
por tus sacerdotes que sufren soledad y desolación,
por tus jóvenes sacerdotes,
por tus sacerdotes ancianos,
por tus sacerdotes enfermos,
por tus sacerdotes agonizantes
por los que padecen en el purgatorio.
Pero sobre todo, te encomiendo a los sacerdotes que me son más
queridos,
al sacerdote que me bautizó,
al que me absolvió de mis pecados,
a los sacerdotes a cuyas Misas he asistido y que me dieron tu Cuerpo
y Sangre en la Sagrada Comunión,
a los sacerdotes que me enseñaron e instruyeron, me alentaron y
aconsejaron,
a todos los sacerdotes a quienes me liga una deuda de gratitud,
especialmente a…
¡Oh Jesús, guárdalos a todos junto a tu Corazón y concédeles
abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad!
Amén

Oh Dios Omnipotente
acepta a este servidor tuyo,
que siempre sea tuyo,
que siempre pueda dar un gran testimonio
y sea un gran ejemplo para las almas
que Tú has confiado a su cuidado pastoral,
y que verdaderamente desee cambiar
y desee caminar por el camino
trazado por tu Divino Hijo
e iluminado por la luz del Espíritu Santo.
María, Madre de la Eucaristía,
se para este sacerdote madre y maestra,
refugio y protección,
consolación y compañía.
AMEN

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES
de la exhortación apostólica Pastores dado vobis
Juan Pablo II

Oh María…

Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:
acepta este título con el que hoy te honramos
para exaltar tu maternidad
y contemplar contigo
el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
oh Santa Madre de Dios.

Madre de Cristo,
que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
por la unción del Espíritu Santo
para salvar a los pobres y contritos de corazón:
custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,
oh Madre del Salvador.

Madre de la fe,
que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
en cumplimiento de las promesas
hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria,
a los sacerdotes de tu Hijo,
oh Arca de la Alianza.

Madre de la Iglesia,
que con los discípulos en el Cenáculo
implorabas el Espíritu
para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
alcanza para el orden de los presbíteros
la plenitud de los dones,
oh Reina de los Apóstoles.

Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz,
exhausto por el sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
acoge desde el principio
a los llamados al sacerdocio,
protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos
en su vida y en su ministerio,
oh Madre de los sacerdotes. 
Amén

Oración a la Santísima Virgen por los Sacerdotes 

Madre Nuestra María Santísima, Madre del verdadero Dios por quien, en quien y con quien vivimos, hoy te suplico humildemente que intercedas por tu hijo, _________. Pídele a Dios Espíritu Santo, encender en el corazón de este sacerdote tuyo el FUEGO DE SU AMOR. Un fuego que le de calor a él primero y luego que la chispa de ese fuego contagie a todos los que se acerquen a él. Un fuego que caliente a los que tengan frío en su corazón, que sea una llama de amor que no se apague nunca, ni de noche ni de día. Que sea un fuego que queme todo los resentimientos, todos los malos recuerdos, todo lo negativo, todo el dolor, toda la falta de amor, todo lo que necesita renovarse. Y luego que brote de ese mismo corazón un RÍO DE AGUA VIVA, un río que apague primero la sed de este tu siervo, su sed de Dios, su sed del Amor de Dios, su sed por la salvación de las almas. Y después que sea una fuente de donde las almas puedan encontrar y experimentar el AMOR DE DIOS, su misericordia, su perdón por medio de la absolución dada por Tu Hijo Jesucristo a través de las manos de este sacerdote tuyo. Madre Nuestra, este AMOR, este Fuego, esta AGUA VIVA es urgente que Dios le permita a este sacerdote experimentarlos, para su propia paz, alegría y salvación y para compartirlas con todas las almas que Dios tenga destinadas que se salven a través de su contacto con este humilde sacerdote tuyo. Gracias por tu amor y tus cuidados maternales. Cúbrenos con tu manto y protégenos de todos los males y de las asechanzas del demonio. Sé tú nuestra guía, nuestro lucero, nuestro faro, enséñanos el camino al Cielo donde por medio del amor, la misericordia y el perdón de Dios esperamos gozar por siempre del Amor de Dios, junto contigo por siempre. Amén

Oración al Espíritu Santo por los Sacerdotes para pedir la renovación de los dones recibidos 

Dios Espíritu Santo, en este día Te pido que vuelvas a inundar el alma de Tu sacerdote_________ como en el día de su ordenación. Que vuelva el a sentir el gozo, la felicidad, la emoción tan grande de ese día. Que nunca deje de sentir, lo que sintió ese primer día, que nunca se vaya a convertir su vida en una rutina, que cada día amanezca con el mismo celo y la misma voluntad de servirte, sirviendo a los demás. 

Haz que de siempre buen ejemplo sin provocar envidias, haz que los que se acerquen a él sientan que se acercaron a Ti y que por medio de el tocaste sus vidas. Dale la humildad de reconocer que no somos nada, ni somos dignos de nada pero que por medio de Tu misericordia y por medio de Tu amor nos das todo sin merecerlo y que lo único que nos queda es aceptarlo y pasar cada instante de nuestras vidas agradeciéndotelo. 

Fortalezca sus puntos débiles que son donde Tú manifiestas Tu gloria y sostén sus puntos fuertes y que sepa reconocer con humildad y con verdad que lo bueno que hay en él, no es más que un reflejo de Ti mismo. 

No permitas que el diablo obstaculice su camino, que cuando lleguen las tentaciones tenga la fuerza para vencerlas al instante, que nunca llegue a ofenderte con la ayuda de Tu gracia. Que sepa reconocer al demonio cuando se le llegue a presentar disfrazado y que sepa ahuyentarlo con el nombre de Jesús y de María. 

Tu pueblo, Señor, necesita que él y todos Tus sacerdotes sean santos y totalmente entregados a Tu servicio. Ayúdalos porque lo que Tú les pides es muy difícil y sin Ti nada podrán hacer. 

Tú sabes todo lo que deseo pedir y no puedo expresar y lo tomas en cuenta. También Te pido por todas las intenciones que el tenga en su corazón. Que sus sueños, sus anhelos y sus deseos siempre estén de acuerdo con Tu voluntad. No permitas que conozca la tristeza, que su alegría interior sea tan grande que no haya nada que la pueda destruir ni afectar. Tú sabes que mi intención es la de pedir por el ahora y siempre con la esperanza de que escuches mis pobres oraciones. 

Gracias por todo lo que nos das y esperamos un día por medio de Tu amor, Tu perdón, y Tu misericordia llegar a gozar contigo por toda la eternidad en el cielo. Así sea

PRECES POR LOS SACERDOTES

A nuestro Santísimo Padre el Papa,
Dale Señor tu corazón de Buen Pastor.

A los sucesores de los Apóstoles,
Dales Señor, solicitud paternal por sus
sacerdotes.

A los Obispos puestos por el Espíritu Santo,
Compromételos con sus ovejas, Señor.

A los párrocos,
Enséñales a servir y a no desear ser
servidos, Señor.

A los confesores y directores espirituales,
Hazlos Señor, instrumentos dóciles de
tu Espíritu.

A los que anuncian tu palabra,
Que comuniquen espíritu y vida, Señor.

A los asistentes de apostolado seglar,
Que lo impulsen con su testimonio,
Señor.

A los que trabajan por la juventud,
Que la comprometan contigo, Señor.

A los que trabajan entre los pobres,
Haz que te vean y te sirvan en ellos,
Señor.

A los que atienden a los enfermos,
Que les enseñen el valor del
sufrimiento, Señor.

A los sacerdotes pobres,
Socórrelos, Señor.

A los sacerdotes enfermos,
Sánalos, Señor.

A los sacerdotes ancianos,
Dales alegre esperanza, Señor.

A los tristes y afligidos,
Consuélalos, Señor.

A los sacerdotes turbados,
Dales tu paz, Señor.

A los que están en crisis,
Muéstrales tu camino, Señor.

A los calumniados y perseguidos,
Defiende su causa, Señor.

A los sacerdotes tibios,
Inflámalos, Señor.

A los desalentados,
Reanímalos, Señor.

A los que aspiran al sacerdocio,
Dales la perseverancia, Señor.

A todos los sacerdotes,
Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia,
Señor.

A todos los sacerdotes,
Dales obediencia y amor al Papa,
Señor.

A todos los sacerdotes,
Que vivan en comunión con su Obispo,
Señor.

Que todos los sacerdotes,
Sean uno como Tú y el Padre, Señor.

Que todos los sacerdotes,
Promuevan la justicia con que Tú eres
justo.

Que todos los sacerdotes,
Colaboren en la unidad del presbiterio, 
Señor. 

Que todos los sacerdotes, llenos de Ti,
Vivan con alegría en el celibato, Señor.

A todos los sacerdotes,
Dales la plenitud de tu Espíritu y
transfórmalos en Ti, Señor.

De manera especial te ruego por aquellos sacerdotes por quienes he recibido tus gracias; el sacerdote que me bautizó, los que han absuelto mis pecados reconciliándome contigo y con tu Iglesia, aquellos en cuyas Misas he participado y que me han dado tu cuerpo en alimento, los que me han transmitido tu palabra y conducido hacia Ti.

FORMULA BREVE
A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

ORACIÓN
Divino Corazón de Jesús, Corazón lleno de celo por la gloria de tu Padre, te rogamos por todos los sacerdotes, Señor. Por tu Espíritu Santo llénalos de fe, de celo y amor. Así sea.