¿Cómo estás gestionando en tu organización la comunicación y el conocimiento?

¿Cómo está gestionando internamente tu organización la comunicación y el conocimiento? ¿Es una organización que conversa?¿Está preparada para operar en este mundo digital?

Estas preguntas abren mi reflexión en este jueves de #TBT, en el cual he hecho una revisión de una entrada del blog en el  año 2010  sobre el uso de redes sociales como forma de interacción dentro de las organizaciones. En el 2016 ya no hablamos de redes sociales solamente sino de  transformación digital, término que las incluye de cara a las posibilidades abiertas por la conectividad, la movilidad y la existencia de la  nube. Inquieta saber que,  a pesar del tiempo transcurrido, no hemos avanzado lo suficiente pues las organizaciones siguen mostrando resistencia a iniciar procesos de adopción de tecnologías que les facilitan desarrollar ventajas competitivas y mejorar la experiencia de sus clientes. Seguimos sin entender que la transformación digital tiene menos de tecnología que de personas, cultura y conversación.

La principal característica del mercado en el siglo XXI es que las organizaciones y los consumidores están implicados en una gran conversación que hace cambiar radicalmente su modelo de relación. La clave del mercado hoy son las personas, una a una, cada una con su propia voz.  Las organizaciones debemos dejar  de ver a nuestros clientes como una masa a la que hay que convencer de utilizar nuestros productos y servicios;  ellos se han convertido en jugadores activos en la generación y mejora de éstos y,  por ende,  de nuestro modelo de negocio.

Entender que el mundo digital  es el campo de juego hoy es fundamental para la continuidad de nuestra organización. No importa el tamaño, el tipo de organización (negocio, social, cultural, personal) o si si las ventas se realizan o no en línea.  Internet es el ágora donde se está manteniendo la gran conversación, donde se están gestando los pequeños y grandes cambios.

Nuestra labor como asesores consiste en  explicar con claridad los beneficios que la transformación digital genera en  las organizaciones; las convierte en más abiertas,  transparentes y colaborativas, en más ágiles y preparadas para los constantes cambios. Los empleados pueden interactuar, compartir conocimiento y socializar entre ellos. La comunicación es más rápida, se facilita  el acceso al conocimiento y se  incentiva la creatividad y el  sentido de pertenencia. Cuando los miembros de las organizaciones conversan, la productividad se incrementa.

Artículo del 2010 al que hice referencia: “Hacia las organizaciones que conversan”