NO TENGO LUGAR PARA EL RENCOR
Porque así lo decidí.
Mi corazón y mi vida ya no tienen lugar para él.
Lo afirmo con claridad y decido no darle espacio para que haga su morada en mi corazón.
Y muchos me cuestionarán, ¿es que acaso no tienes situaciones o personas que te han lastimado o hecho algún daño, decepcionado y «merecen» rencor ?
Pues sí, claro me han lastimado, decepcionado y hecho daño, pero ese mal es de ellos y el rencor es mío.
El rencor envejece, amarga la vida, destruye «mi vida» y quita paz.
Y yo, elijo la paz.
Elijo vivir libre de él y de venganza.
Elijo, al final, mi paz interior y mi gozo por no estar en guerra con el mundo.
Yo elijo que en mi corazón no exista lugar para el rencor y SOY FELIZ .
No soy ingenua, solo soy inteligente emocionalmente y elijo mi bien.
El rencor no será causa de mi malestar físico ni espiritual.
Ps. Teresita Feyuk