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Episodio 97 Jes Toro Martínez – Running, Ultramaratón y Ciclismo

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Resumen de la Entrevista

Jesús Toro tenía problemas de obesidad y decidió mejorar su salud asistiendo a un gimnasio y cambiando su alimentación. Le fue muy difícil al principio, sin embargo logró mantenerse enfocado. Entre risas nos cuenta en la entrevista todo lo que tuvo que luchar para conseguir un estilo de vida saludable.

el cuerpo lo puedes llevar a hacer lo que tu quieras, siempre y cuando tengas la mente enfocada”

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Practicando Ciclismo Indoor

Por invitación de unos amigos para correr al aire libre, descubrió el maravilloso mundo del running. El poder realizar ejercicios al aire libre provocó que cambiara su lugar de ejercitarse y comenzara a participar en eventos como los 5k y 10k.

Una vez el Huracán María azota la isla dejando las calles intransitables y sin abastecimiento de gasolina decide pedir prestada una bicicleta para realizar diligencias (la necesidad). Fue entonces cuando va a una tienda en su pueblo y se queda impresionado con las bicicleta de montaña. Le ofrecieron adquirir una con pagos a plazos y esa oportunidad fue el camino que lo llevó a descubrir el mundo del MTB.

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Practicando MTB en Cerro Gordo

En su primera corrida descubrió un mundo de retos, aventura, de naturaleza para explorar y compartir con otros aficionados al deporte lejos del bullicio. Su primer evento de monte fue Campoadentro Castañer en Lares. Evento que se realiza dentro de fincas privadas que se abren una vez al año para recibir ciclistas. Se inscribió sin saber que esperar. Un evento bien organizado donde encontró mucha camaradería y afirmó su deseo de continuar practicando el ciclismo de montaña.

Uno de los más retantes y recientes eventos en los que participó Jesús Toro fue en el ultramaratón voluntario de alrededor 50km que se realiza en San Juan. Disfrutó de contarnos durante la entrevista sobre el cansancio que sintió, estado que lo llevó a pensar en que no lo podría terminar. Creyendo en su capacidad y con el apoyo de los organizadores, nos cuenta con satisfacción como pudo completar el evento. Un evento que le tomó 8 horas en terminar.

Tienes que conocer tu cuerpo y tu capacidad. Si tu capacidad dice que aunque no te sientes bien puedes seguir, y tu tratas y el cuerpo te responde, entonces tu puedes, pero si el cuerpo no te responde entonces tu sabes que la capacidad no es suficiente.  El poder mental es lo más importante.»

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Su primer evento ciclismo de calle en el UNE Bike Tour

Para el reto de la Semana de Ir al Trabajo en Bicicleta se estuvo preparando una semana antes, diseñando, probando la ruta, preparando los artículos que llevaría. Programó el tiempo que le tomaría (1 hora y 44 minutos) solo de ida. Su ruta fue por Vega Baja, Dorado, por la 165, hasta Cataño.

Lo logré y comprobé que se puede. Necesitamos que las carreteras se habiliten para que más personas puedan hacerlo. Es necesario educar al pueblo, porque todavía no están conscientes de que la carretera se comparte con otros medios de transporte»

Relato del Reto de Ir al Trabajo en Bicicleta

Escrito por: Jesús Toro Martínez

El día antes, verificaba mi MTB y analizaba en mi mente la ruta. Fue casi la misma que ya había recorrido con Keviño (el novio de mi hija) hace más de un mes atrás…pero a diferencia de aquella vez, esta ruta no era recreacional. Tenia un sentido. Tenia algo que descubrir. Ese toque de compromiso, de visión, de experimento, de aventura. En mi caso, la distancia era un factor. Desde Manatí hasta Cataño, retante, no imposible…así lo deduje. Dejé varios detalles para por la mañana, que al final del viaje me repercutió. Entre una cosa aquí y otra allá, vine saliendo prácticamente a la misma hora que como si fuera en auto. Pero pues…eso pasa cuando se dejan las cosas “para después”. Me monto en mi bici, con mochila en la espalda (cambio de ropa) y activo mi reloj Garmin y Strava en el celular y me encomiendo al Dios de Spinoza.

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Saliendo al Trabajo en Bicicleta

6:30am Encontré tráfico liviano y rápidamente, como me digo yo, me transformo, y llegando a Vega Baja empiezo a prepararme sicológicamente. De antemano sabía del factor distancia, tracé la ruta en seis partes. Con esto me concentro en completar una fracción a la vez, en vez de estar pendiente en cuanto falta ó cuanto llevo de camino. El día se presentó cálido y sin mucho viento, lo tomé a mi favor. Y entre el pedaleo y escenarios pude observar varios autos con problemas mecánicos y pues…se quedaron…otra cuestión que tomé a mi favor. En la carretera de los hoteles en Dorado (todo el mundo la conoce así) hice mi primer y único oasis. Me detuve por espacio de tres a cuatro minutos y tomé ese tiempo para validar mi condición física hasta ese momento. Como un nene de 25 ajjajaj.

Ya en la recta de la carretera 165 me tope con un tremendo “tapón”. Mi primer pensamiento fue…un choque…pero seguido y para mi diversión, me encontré pasándole a los autos a tutiplén…y me dije “oh! Le, lo, le lo, aquí los dejo” jajjajaja !!!

Al menos le pase a sesenta autos. Good!!! Adelante pude percatarme que la causa del embotellamiento, era que estaban filmando algo a la altura del velero/parque de Dorado. Ya pasado ese tramo lamento decir que los sesenta carros que deje atrás, me pasaron por la piedra ….jajjajajajja. Ya en Toa Baja empecé a detectar una merma en tráfico. Cosa curiosa porque más tarde ese “feeling” se iba a traducir. Entonces paso Levittown y veo de cerca la termoeléctrica…y me dije; “ya estoy llegando”. Más cuando me voy acercando, al principio del puente que une a Toa Baja con Cataño, me encuentro con un accidente de un ciclista. Enseguida reduje el pedaleo y pude decifrar que era un joven, estaba parado, la bici amarilla en el piso a un lado y que estaba allí la policía y me cruce de miradas con el ciclista…a lo que solo me resto preguntarle, desde lo más profundo de mi alma…¿estás bien?, él, me asintió con su cabeza y levanto su mano en forma de saludo. Retome mi ritmo y le deje una bendición. Ya con una milla por completar la ruta, vuelve y me invade ese “feeling” con el tráfico. Y exactamente…llegue a mi trabajo, complete la primera parte de la ruta, lo logre, otra meta alcanzada.

El feeling con el tráfico lo pude validar al llegar. Era que había bajado el “rush” de autos, puesto todo el mundo había llegado a sus trabajos y al llegar al mío, estaban todos los estacionamientos llenos…llegue 19 minutos tarde….jajajjajaja. Nada que lamentar, al contrario, mucho que se demuestra cuando se enseña que es posible llegar al trabajo en bici. Mis compañeros impresionados y hasta me felicitaron por la hazaña. Y la pregunta repetitiva fue, pero ¿Por qué en bicicleta hasta acá? Mi respuesta fue para demostrar que se puede y que la bici es un medio de transporte viable y eco sustentable. En el transcurso de la ruta pude sentir la necesidad de tener carriles asignados para las bicis. La importancia de esto para con la calidad de vida y la aportación que se puede crear para con el medio-ambiente. Somos capaces de lograr lo que nos propongamos. La meta es una. Estoy completamente seguro.

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De camino al Trabajo – Carretera #165

Ya casi eran las 5 de la tarde. Desde Las 4:38 miraba el reloj para estar pendiente y prepararme. Necesitaba tiempo para cambiarme de ropa y completar las ultimas funciones del día. Era viernes…y mi compromiso no había terminado. Me preparaba sociológicamente para regresar en bici desde mi trabajo en Cataño hasta Manatí. Ya era hora de salir. Vuelvo a ponerme mi atuendo de ciclista y en ese trance, como me digo yo, me transformo… jajajajaja Había sido un día fuerte de tareas, cosa inusual en mi trabajo los viernes, pero parte de lo establecido. Ya tenia 25 millas del viaje en la mañana más encima, 8 horas de duro trabajo…pero nada, estaba enfocado. Así como cuando ya estas decidido… jajajajaja Con mochila en la espalda, una vez más en mi bici me configuro la ruta. Me propuse cogerlo con calma. Hacer por lo menos, tres oasis y de no usar velocidad como opción. Además se me ocurre, empezar a cortar curvas. Esa técnica que usamos los corredores (por que también soy uno de ellos) para «agilizar» la distancia…y con ello bajar tiempo. Al cabo de la primera millita siento el tráfico pesado, muchos autos…como a la ligera, pero continuo con plena serenidad. Ya pasado Cataño y Levitown paso el puente que conecta la carretera con la orilla del mar y….aaaaaaaaaaaaaaa…que sentimiento tan amplio, infinito, sin palabras…  Ese tramo, de esa ruta, en ese momento…rejuvenecedor! Al cabo del parque/velero en Dorado, me detuve para mi primer oasis. Habían personas disfrutando del lugar y el cálido tiempo. Tire una mirada al borde del horizonte, donde el mar traza una linea y desaparece, hasta allí donde parece que termina pero se extiende…y pensé en siempre ser igual. Pensé en lo mucho que como imposible vemos, y por miedo, no nos atrevemos. De lo vasto del océano y lo insignificante de nuestro ser. De las tantas veces que pasando en carro, me decía…coño, como me gustaría correr por ahí, ahora mismo… De tres a cuatro minutos y a continuar hacia mi hogar. Paso el puente de la entrada a Dorado y de frente, la cuesta para entrar al pueblo…Oh Dios de Spinoza… y ahora? Nada…me desmonte a mitad de la subida, y caminé…. jajajajaja. Tenia el plan fijado. Nada de prisa ni velocidad. Y para mi sorpresa…ese desmonte me dio esa sensación de estar a pie que me revivió mi experiencia no tan lejana, en cuanto a esa situación. De estar sin auto por largo tiempo, y de «vivir» (literalmente) el caminar. Y yo considero placentero a Dorado para caminar.  Y eso que solo fue media cuesta… jajajajaja!!!!!! Ya voy tomando cuenta que el tráfico no disminuía. Ya pasado Dorado pueblo y la recta de los hoteles entro al barrio de Breñas y hago una derecha para Vega Baja donde se encuentra el supermercado Selectos, y hago mi segundo oasis. Ya el calor y la distancia empezaban a sentirse. Le hice una llamada a mi honey a su trabajo, para dejarle saber mi localización, cómo estaba mi condición física y mental…Ella me había ofrecido su auto para cuando pasara por Dorado pueblo, su lugar de trabajo, montara la bici y continuara para la casa…Pero le fui agradecido…ni tan siquiera me recordaba hasta que hablamos por el móvil. No creía que ya iba por Vega Alta… jajajajaja Ya una vez alcance la carretera número 2 en Vega Baja…El último tramo estaba pautado. Allí sentía que se me había terminado el agua. Mis piernas estaban calientes (síntomas de estrés) y empezaba a bajar el sol. En el tramo entre la entrada para Tortuguero y la Autopista sentí que la goma del al frente había cogido un pinchazo y que se iba a vaciar. El mundo se me vino encima…no lo podía creer…justo en la recta final…Mis ojos quedaron clavados en la goma, que a pesar de sentir el cantazo, nunca deje de pedalear, manteniendo la prudente cadencia para continuar. Y entre mirar la goma, pedalear, velar el tráfico, calcular lo que restaba y sentir que el sol se estaba ocultando…ya estaba en Manatí. En un abrir y cerrar de ojos…veía la recta final, mi meta, mi compromiso, mi vivencia, mi logro. En un momento dado pensé detenerme en el Beer Shop (cerca de casa) y darme 4 cervezas y 3 palos pero…naaaaaaa…  En esto de acondicionar el cuerpo, para mi, no es bueno ingerir líquidos fríos con los órganos del cuerpo calientes. Creo que se puede prestar para un «shock» muscular. Mi compromiso, el plan, la idea original era del trabajo a la casa y de vuelta…y mi meta final fue, como pautado en la vuelta, mi casa. Tuve el privilegio departe del señor sol por escoltarme con su luz hasta mi destino, de, una vez más, aprender sobre mi capacidad, de, una vez más, cumplir con lo establecido, aunque se haya vuelto un reto, y de creer, vivir, respirar y agradecer al Dios de Spinoza por tantas bendiciones! Gracias a Ylenia y a Eggie por su propuesta y por vivir su vida con ejemplo e intensidad.

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Llegando al Trabajo en Bicicleta

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