Costa Rica

Uvita y Manuel Antonio

PARQUE NACIONAL MARINO BALLENA

Y por fin tocaba viajar hasta la costa oeste del país. Allí teníamos pensado bucear en la isla del Caño, hacer alguna excursión para ver ballenas y delfines danzando en el mar del Parque Nacional Marino Ballena y visitar las playas y el entorno de uno de los parques más famosos de Costa Rica, el Parque Nacional de Manuel Antonio.

El camino de Monteverde hasta Uvita (la localidad en la que nos alojamos durante nuestra visita a la zona del Parque Nacional Marino Ballena) es largo, ya que los 237Km que los separan te lleva algo más de 4 horas el recorrerlos. Así que decidimos hacer una turistada y parar a estirar las piernas y a cotillear lo que se cuece en el puente del río Tárcoles.

El puente del río Tárcoles tiene la peculiaridad de que está plagado de cocodrilos, cocodrilos enormes. Y dado que estás a una altura considerable de ellos, es bastante seguro parar a admirarlos un rato. Desde luego esto es una turistada en mayúsculas, así que sólo lo recomendamos si este puente os pilla de camino hacia donde quiera que vayáis.

Una vez estiradas las piernas, pusimos de nuevo rumbo a Uvita. Nuestro alojamiento iba a ser una cabaña colocada en el jardín de nuestros anfitriones, en la que no nos faltó de nada durante nuestra estancia. El alojamiento se llama “El paraíso de Christian” y si bien está algo alejado del centro de Uvita, es la mar de tranquilo. Las dos noches con desayuno nos costó 145$ en total para nosotros dos.

Como ya dije anteriormente en el post de “Costa Rica y Panamá en 23 días” si he de hacer una recomendación a la hora de planear este viaje es NO PLANEES NADA. Y aquí lo comprobamos de lleno, el temporal que hasta ahora habíamos ido esquivando cambiando nuestros planes y destinos según fueran desplazándose las lluvias, no fue del todo efectivo. Si bien aquí no nos pilló de pleno el temporal, si sufrimos sus consecuencias.

La idea de hacer alguna inmersión y bucear en la isla del Caño tuvo que ser descartada de inmediato, el temporal había dejado el fondo marino tan revuelto que las escuelas de submarinismo habían decido cerrar unos días y descansar ya que era tontería salir a bucear (ni siquiera snorkel) y las playas estaban totalmente intransitables llenas de basura y troncos que había traído el fondo del mar. Salir a avistar ballenas y delfines tampoco nos lo recomendaron, ya que hacía días que no se había visto ninguno por la zona. Así que poco más nos quedaba por hacer en Uvita.

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Esa mañana la dedicamos a visitar una de las cascadas que hay por la zona.
La Cascada del Pavón es de fácil acceso en coche, debes aparcar en el restaurante que hay al lado, el Restaurante Tilapias. La entrada a la cascada está señalizada con un cartel, y de ese cartel a la cascada son escasos 10 minutos andando. La entrada es gratis, algo raro en este país, porque uno ya se acostumbra a pagar por todo.

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Después de visitar la cascada pusimos rumbo a conocer alguna de las playas más conocidas de la zona:

PLAYA DE LAS VENTANAS: Esta playa debe su nombre a las cuevas que se encuentran en la playa y desde las que se puede acceder durante la marea baja. Estas cuevas se asemejan a ventanas en las rocas. Durante la marea alta las olas revientan contra esas ventanas lo cual es espectacular. Hay un parking de pago para poder dejar el coche.

PLAYA DOMINICAL Y PLAYA DOMINICALITO: Playa Dominical es un pequeño pueblo costero con cierta vidilla para los surferos. Tienes tiendas de souvenirs, hoteles en la misma playa y olas, muchas olas.

PLAYA MATAPALO: No pudimos conocerla, pero según nos habíamos informado, es unas de las playas más desiertas de la zona.

PLAYA TORTUGA: Su principal atractivo es su impresionante paisaje natural de frondosos bosques hasta la arena. En esta playa se encuentra la Reserva Tortuga, que trabaja educando a visitantes y lugareños sobre la conservación de las tortugas marinas de la zona. Nosotros la encontramos algo sucia por el temporal, una verdadera pena.

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PLAYA UVITA: Es parte del Parque Nacional Marino Ballena. Conocida por ser un lugar óptimo para hacer los tours de avistamiento de ballenas y delfines y por ser un lugar maravilloso para bucear y hacer snorkel por sus arrecifes de coral. Es una playa inmensa, y puedes pasar el día en su famosa “cola de ballena”, siempre vigilando la marea, ya que por la tarde sube. La entrada son 12$ por persona y hay parkings en las inmediaciones por unos 5$ Aquí tuvimos la suerte de ver el único atardecer en el que la lluvia nos dio algo de tregua, digo algo de tregua, porque lo que parecían dos gotas se convirtió en un diluvio y consiguió que llegáramos al coche totalmente calados.

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Visto el mal tiempo que teníamos encima y el estado de las playas, decidimos dedicar el día siguiente a visitar el famoso Parque Nacional de Manuel Antonio.

¿Dónde cenar en Uvita?
Durante las dos noches que pasamos en la zona visitamos (totalmente recomendables los dos)
RESTAURANTE KAKU
RESTAURANTE SIBU

 

PARQUE NACIONAL DE MANUEL ANTONIO.

Aunque no estaba dentro de nuestros planes imprescindibles visitar el Parque Nacional de Manuel Antonio, vimos que era la mejor opción que teníamos para pasar el día después de ver el estado del mar y las playas de Uvita.

Cogimos el coche y decidimos pasar allí el día a pesar de que era domingo y sabíamos que el parque iba a estar hasta la bandera, pero dejar nuestra visita para el lunes no era opción, ya que los lunes el parque permanece cerrado al público.

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Para empezar el tema Parking es una mafia, te van dirigiendo entre unos y otros, disfrazados de “algo oficial” y al final acabas en un parking de tierra de unas de las playas de las inmediaciones. Nos cobraron 3000 colones (algo más de 4 euros) Aún no sabemos si nos timaron o no.

El horario es de 7:00 a 15:00. Las oficinas de venta de entradas se ubican a unos 75 metros de la entrada principal. También tienen oficinas en la ciudad de Quepos y en San José, pero vamos, lo vemos innecesario comprarlas allí teniendo venta directa en el parque. Pero que sepáis que existe la opción. A tener en cuenta que si pagas con tarjeta de crédito te cobran más.

La entrada al Parque Nacional son 16$ por persona (los menores de 12 años entran gratis) y con ella puedes acceder a las 5 playas que hay en su interior y senderos que las comunican. Los senderos no son duros, son planos con algún que otro desnivel para acceder a las playas. Lo bueno del parque, está bastante plagado de animales que deben de estar muy acostumbrados a los humanos, porque no son nada escurridizos, de hecho, más bien debes tener cuidado, ya que los monos y mapaches de la zona son expertos en abrir mochilas y llevarse lo que se les antoja.

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Como en todos los parques, a la entrada se ofrecen guías para acompañarte, pero una vez más, decidimos ir por libre. Nosotros recomendamos contratar guías en zonas más salvajes como puede ser Tortuguero y que tienen menos afluencia de turistas, así siempre te aseguras un tour más personalizado y auténtico. Manuel Antonio es bastante turístico, una pena, aún así fue el día en que más de cerca conseguimos ver a un perezoso.

El sendero transcurre entre puentes y caminos bien señalizados entre la selva, tras 1 Km de recorrido llegas a la Playa de Manuel Antonio, que es ancha, de arena blanca y agua turquesa, pero plagada de turistas. Más adelante continúan los senderos, todos fáciles de hacer, que te adentran en la selva cada vez más húmeda. Desde ellos puedes acceder a las diferentes playas y puntos de interés. Si decides recorrer todos los senderos puede llevarte unas 4-5 horas, pero tienes a tu disposición todo esto:

Manglar: consiste de un cuerpo de agua dulce y salada que cubre aproximadamente 18 hectáreas, se logra observar a lo largo de los senderos paralelos a las playas Manuel Antonio y Espadilla Sur. Aquí se encuentran las especies de los mangles rojo, piñuela y caballero.

La Catarata: conformada por una pequeña caída de agua, observable únicamente durante la estación lluviosa. Consultar en la entrada del Parque.

Playa Gemelas: playa divida en dos por una formación rocosa que con los años ha llegado a encontrarse con el mar, haciendo que en sus áreas sea posible observar pequeños fragmentos de piedra que fueron desprendidos de la roca madre. Las aguas de las quebradas junto con las corrientes marinas, los vientos y los movimientos de placas tectónicas le han dado vida a Playas Gemelas, haciendo que siga cambiando con el tiempo.

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Playa Manuel Antonio: playa muy famosa por su belleza escénica, conocida por ser una de las mejores playas en Costa Rica, muy apetecida para la práctica del snorkel principalmente hacia los costados donde se puede apreciar gran cantidad de fauna marina y algunos corales.

La Trampa: otro atractivo que se puede apreciar hacia el costado derecho de playa Manuel Antonio junto a Punta Catedral, en marea baja se logra apreciar una especie de circulo formado con restos arqueológicos, que según su historia esta Trampa era una herramienta utilizada por los indígenas para capturar tortugas y peces.

Playa Espadilla Sur: una playa ancha durante la marea baja, aunque se encuentra en una bahía presenta oleaje un poco fuerte en algunas épocas del año y es menos concurrida que playa Manuel Antonio. La tienes justo al lado opuesto a la de Manuel Antonio, a menos de 5 minutos andando. Es en la que nos quedamos, ya que había como un 1/3 de la gente que había en su opuesta, Manuel Antonio.

Punta Catedral: este sitio antiguamente fue una isla, que debido a la acumulación de sedimentos se unió a la costa a través de una faja arenosa llamada “Tómbolo”. Por el sendero encontraras tres miradores, donde podrás observar varias islas, algunas son el hogar de aves marinas.

Mirador Punta Serrucho: es una formación rocosa tipo volcánico o Calcáreo (calcio) cuyo nombre de Punta Serrucho se da por su forma quebrada e irregular debido a los movimientos de la corteza terrestre ya que esta formación se encuentra sobre una falla tectónica.

Mirador Puerto Escondido: este mirador deja apreciar uno de los paisajes marinos costeros más bello del Parque. Además tendrás la oportunidad de apreciar durante la marea baja, uno de los pequeños puentes de arena que une algunos islotes a la parte continental de la costa.

Una vez visitado el parque pusimos rumbo a Uvita, y esa noche decidimos, que acabaríamos lo que nos quedaba de viaje de nuevo en el Caribe Sur de Costa Rica.

El clima en Uvita no acompañaba nada, se esperaban lluvias y todo lo que habíamos planeado hacer no era viable, así que mochilas de nuevo a cuestas y caminito de Puerto Viejo que nos pusimos (de nuevo comprobamos lo bueno que es no tener nada reservado de antemano y poder modificar tu itinerario a tu antojo)

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