Dramaturgia en continuum

 

Si entendemos dramaturgia como el resultado efímero de la conjugación de tres planos y actividades complementarias ( actuación/performatividad, drama/discurso formal y teatro/contrato social) la permutación de cualquiera de sus componentes generará nuevas interrogaciones dramatúrgicas así como nuevas respuestas sobre su especificidad, delimitación y campo de acción.

La primera permutación llega con la dramaturgia de la fábula mimético-catártica de Aristóteles y su Poética, donde aparecen las primeras indicaciones de unos principios para una dramaturgia verosimil y plausible (unidad de acción, tiempo y lugar) y los elementos ( canto, elocución, espectáculo, pensamiento, caracteres y fábula).  Estos darán forma al pathos dramático convencional de tantas trágicas escenas y personajes y establecerán, a su vez,  ese modelo referente y recurrente armazón dogmático en toda la literatura teatral de siglos posteriores.

En plena modernidad industrializada, y desde un impulso marxista, el distanciamiento-épico-político de la dramaturgia brechtiana, parece que logra suspender al público burgués de aquella catarsis griega y su fabuloso mundo ficcional. Brecht, con sus procesos de distanciamiento dramático y técnicas-gesto del actor hace manifiesta en el espectador la tensión inherente entre la deíctica del espacio-tiempo real y el espacio-tiempo ficcional[1] y su posible disolución crítica.

Paralelamente y desde las mismas vanguardias históricas, la dramaturgia artaudiana, nos golpea con toda la fuerza ritual-chamánica y nos promete el fuego de la transformación cataléptica  donde sacrificio, jeroglífico, crueldad y plaga son las metáforas que guían al interprete en ese trance transcendente junto al público presente.

Más recientemente y mirando a través del prisma postdramático[2], las dramaturgias emergen con su condición de imágenes e intensidades donde la constitución de sentido se definen más por datos visuales que por una lógica textual. Como apunta Thies Lehmann, mientras la mimesis en Aristóteles produce el placer del reconocimiento y “un resultado”, aquí los datos visuales refieren a respuestas sensoriales que nos remiten a algo no del todo reconocible, a un estado de potencialidad y perceptibilidad donde el sentido final se pospone.

 Siguiendo ese juego de combinatoria entre performatividad, discurso formal y contrato social que articula la dramaturgia cabe identificar un ámbito más extendido de la dramaturgia como ese espacio de mediación, esa zona liminal o «de paso», un espacio de relación, entre el actor y el personaje, entre el habitante y el público, entre la vida y el arte, el teatro y la crítica y la cultura[3].

 En ese continuum, la dramaturgia se extiende a nuestra vidas cotidianas , vidas enfrentadas a la aceptación de dramaturgias preestablecidas y a la toma constante de decisiones dramatúrgicas que como apunta Erwin Goffman[4] sirven de micro situaciones que construyen la sociedad, la cultura, la hegemonía, el poder.

Podríamos pensar así en ese continuum de la dramaturgia como una operación entre superficies en forma de pliegue que, como suguiere Remedi, unas miran ” hacia dentro” para producir su forma y «legibilidad», «efecto» y «efectividad», su capacidad de representar, jugar o decir teatralmente, y otras miran “hacia fuera”  socialmente, entre las personas, espacios, comportamientos, hábitos, expectativas, prácticas, discursos, convencionalismos que conforman la institución teatral y que engloba y rodea en forma de sucesivos anillos concéntricos la creación, la puesta y la recepción de un acontecimiento teatral.

[1] pag. 247, Manfred Pfister, The theory and analysis of Drama. Cambridge University Press 1988

[2]postdrámatico”, termino que se populariza a partir del libro “teatro postdramático” de Hans Ties-Lehmann.

[3] Pag. 11, Gustavo Remedi en El teatro fuera de los teatros. Reflexiones críticas desde el archipiélago teatral, Ediciones Universitarias,Unidad de Comunicación de la Universidad de la República UCUR

[4] http://joseasanchez.arte-a.org/sites/default/file /jas._2011._dramaturgia_en_el_campo_expandido.pdf

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