¿Qué significa «dejar de fumar»?

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Imaginemos que tenemos una pareja sentimental que no nos valora lo suficiente o que de un modo u otro no es bueno o buena para nosotros. Es muy frecuente, que tras años de relación, no veamos con claridad y objetividad la realidad que tenemos en frente. Es decir, que nos dejamos llevar por los sentimientos y por el corazón, y esto no nos permite ver lo que mejor nos conviene.

En este caso, cuando aconsejamos a alguien de nuestro entorno que rompa con su novio o novia porque éste o ésta no le hace ningún bien, es normal que a esta persona que nos escucha, le dé pena o lástima decirle adiós a con quien compartió años de convivencia y amor. En estas ocasiones, se suele sacar todo lo bueno para justificar intentar salvar la relación.

Llegado este momento, y frente a nuestra argumentación a favor de romper la pareja, escucharemos frases del tipo: en el fondo es muy bueno, me hace daño sin querer, le necesito, seguro que no lo va a hacer nunca más, prefiero perdonarle, necesito darle una última oportunidad”… En efecto, intentamos justificar con cosas buenas la elección de seguir juntos.

Esta situación tiene mucha similitud con el tabaco, ya que, igualmente, construimos esas creencias erróneas para paliar esa incongruencia mental (o disonancia cognitiva) que nos aparece ante el conflicto interno que se produce cuando sabemos que nuestra pareja no nos conviene, pero, por otro lado, no queremos separarnos de él.

Lo que aprendemos con este ejemplo es a comprender que, a veces, nos cuesta renunciar a algo o alguien dado que le adjudicamos una identidad o características que realmente no tiene. Pensamos que nuestra pareja es una buena persona, cuando realmente no lo es. Aplicado al tabaco, la situación es muy similar. Para algunos fumadores, dejar de fumar significa dejar de lado muchas cosas buenas.

Estos elementos positivos que se le atribuyen al tabaco son falsos, son recreaciones mentales que nuestro cerebro fabrica para mantener el consumo y así satisfacer a la adicción. Por todo ello, para aclarar la situación, debemos primero contestar a la pregunta ¿Qué significa realmente dejar de fumar? Veamos la respuesta.

Ya hemos dicho en otras ocasiones que fumar no es un placer (es muy importante haber leído el post «Fumar no es un placer y te voy a explicar por qué”- puedes recuperarlo aquí-, y el vídeo de YouTube -ver aquí-). Fumar lo único que consigue es satisfacer una necesidad, pero nunca aportar un placer.

Cuando tenemos hambre, sed o sueño, poco a poco va apareciendo y aumentando una necesidad (comer, beber o dormir), siendo ésta cada vez más molesta, asegurándose así el organismo que las satisfasgamos, evitando nuestra muerte por hambre, sed o sueño. En cambio, la necesidad que produce la adicción al tabaco es completamente distinta. Si no fumamos, esta necesidad es grande al principio, pero con el tiempo se hace cada vez más pequeña hasta desaparecer, no llegándonos a matar nunca.

Con ello podemos afirmar que dejar de fumar significa soportar el malestar que produce la necesidad de fumar hasta que esta decrezca y finalmente desaparezca. Objetiva y claramente, eso significa dejar de fumar, no hay nada más detrás. Todos los pensamientos a favor del tabaco, no dejan de ser como los motivos que nos inventamos para justificar el comportamiento de una pareja que no nos conviene en absoluto. Muchas veces nos liamos y nos complicamos a la hora de intentar comprender la adicción.

En el fondo de la cuestión hay una necesidad sin cubrir que produce un malestar. Todos los demás pensamientos, creencias y miedos, no dejan de ser la artillería falsa y engañosa que construye la mente para no enfrentarte al gran reto de soportar la abstinencia hasta su definitiva desaparición.

El tabaco es como una pareja tóxica que te convence de ser imprescindible para mantener una ficticia felicidad

Hay un día que debes hacer las maletas, romper las fotos y no volver a responderle a sus llamadas

P.M. Alles Psicólogo y escritor del manual para dejar de fumar: Fumabook

http://www.fumabook.com

3 comentarios

  1. La adicción nos hace exclavos nos somete nos deja sin voluntad nos produce ansiedad todo es no relaja al contrario nos produce más nesecidad por eso hay q hacerle las maletas y echarlo de nuestras vida.

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