танцоры на улице
14 noviembre 2016
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Hay cosas que por muy rutinarias y sencillas, que parezcan, forman parte de un rito esencial en la vida de las personas. Dar un beso de despedida a Ella a cualquier movimiento que suponga cruzar el umbral de la entrada; abrazar a ese amigo que enviudó el mes pasado y que aun no ha conseguido superar y que todos los dias baja al quiosco de Antonio a comprarle el Diario Vasco aunque ella ya no esté; preguntarle a Lola por su anciana madre que a sus 93 lucha contra un mal tratado cáncer de mama y que ella, la Lola, lleva tan mal como nadie quiere; sentarte en ese blanco y bajo muro junto a Cohonesto a esperar a ese pajarito caprichoso al que le traigo sus migas de pan que él come de mi mano como un manjar; tomar tu café casi de puchero en el Ateneo mientras escuchas las originales vanidades de unos y las tristezas de otros; sentarte en tu banco de madera en el Paseo de la Playa a escuchar el hoy rugiente batir de las olas contra una indefensa arena mientras confiesas ser feliz a pesar de tus «cosas». Vivir la vida es esa cosa que, siendo tan sencilla, a unos les parece un horror y/o un vicio a consumir sin sentir y a toda prisa, y a otros un regalo del que conviene aprovechar cualquiera de sus segundos. Yo he aprendido a ser de los afortunados, sí, a ser del grupo de estos otros.
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Enviado desde S6+Edge
Publicado de forma compartida y sin rencor alguno en: http://etfreixes.blogspot.com.es/2016/11/vivir-o-esa-bella-sensacion-de-saber.html?m=0
Tomo nota, Enrique. Muchas gracias por el consejo.
Un fuerte abrazo.
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Quizás, amigo javi, y te lo digo por experiencia, lo ideal será compartir ese color que te aporta el estar con ella, al resto del tiempo de tu vida diaria. Es una opción que tuve que tomar hace ya algún tiempo y … funciona.
Un abrazo, amigo
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Enrique, me temo que yo pertenezco a aquellos poco afortunados que viven la vida como un producto de consumo. Ya me gustaría a mí tener una visión así de la vida, pero por desgracia, al final siempre hay cosas que le agrían a uno el carácter. No obstante, no todo iba a ser negativo, cuando estoy con mi compañera todo mejora sustancialmente y hasta cambia de color lo que me rodea.
Un fuerte abrazo y feliz semana.
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