La claridad llega
a la luz de la luna de mis emociones.
Allí, donde
las sombras danzan el vals de la culpabilidad.
Allí, donde
los Sueños de Seductor se diluyen en lo sutil.
Allí, donde
lo que pudiera pasar se borra en un orgasmo de deseo.
Todas esas palabras
que susurras
que suspiras
en cada una
de mis caricias
se funden en
una alexitimia
de colores
inconexos,
de vibraciones
polimorficas.
Se hace fácil,
a media luz,
barrer
las lagrimas ocultas
de mi pasión.
¿Podemos confiar en lo
qué sentimos?
Las estrellas colorean
nuestros
secretos
en neutrinos
que oscilan
en el billar
de los planetas.
Debemos ser precavidos
para no perdernos
por completo
o, quizá,
la magia
desaparezca.
¿Podemos estar seguros de que estamos aquí?
Por la mañana cuando
la luna
se haya
ido,
despertaremos en esos brazos extraños
a los que dicen que pertenecemos.
Si,
cuando la luz ilumine
y funda esos
sueños,
esos sueños rotos
de inconsciencia mamífera.
¿Puedes sentirlo?
Quizá sea real
Quizá no.
© Alf Gauna,2018