Volvemos desde Ecocampus Granada a centrar nuestra mirada en nuestros vecinos emplumados, las aves urbanas. Esos animales que conviven con nosotros que nos alegran con sus colores y sus cantos y que sin embargo ignoramos (en el mejor de lo casos) cuando no les generamos problemas (contaminación, destrucción de nidos, animales domésticos, etc).

En otoño e invierno realizamos un control de las cajas nido instaladas y colocamos comederos para estas aves. Ahora retomamos la temática. Para empezar el 25 de abril Marina Guerrero Molina (Ornitóloga-anilladora) impartió una charla sobre estas aves para al día siguiente  iniciar un censo de aves urbanas. Este seguimiento que iniciamos se hace dentro del programa Sacre, dirigido desde el SEO/BirdLife (Sociedad Española de Ornitología). El programa facilita el conocimiento del estado de conservación de las aves más habituales de nuestras ciudades, este seguimiento nos avisa de qué especies tienen problemas de conservación y en qué puntos y hábitats de nuestros núcleos urbanos se localizan esos problemas. Analizar cómo cambian y evolucionan las poblaciones de aves comunes en nuestras ciudades establece un indicador de nuestra calidad de vida y del entorno. La biodiversidad en las ciudades es síntoma de calidad de vida humana e incluso de salud tanto humana como ambiental.

El censo se hizo en varios puntos del Campus Universitario de Cartuja, la vista y sobre todo el oído nos ayudaron a identificar especies muy conocidas y comunes como gorriones, palomas torcaces y domésticas, mirlos, urracas, estorninos, jilgueros, verderones, verdecillos, golondrinas, aviones, vencejos…y otras menos, como el chochín, la abubilla y el cernícalo común.

Siempre es una buena opción aprender a identificar los elementos de nuestro entorno, en este caso las aves urbanas, de las cuáles hay más especies de lo que nos pensamos, y qué mejor manera de hacerlo que disfrutando de un agradable atardecer en Cartuja. Estas aves son una oportunidad para empezar a trabajar por la biodiversidad del planeta, y esta lucha no tiene que empezar en selvas o bosques lejanos, puede empezar en la puerta de tu casa. Luchemos por la biodiversidad  pues esto servirá para mejorar nuestras vidas en todos los aspectos.

Antes de despedirnos recordar que en unas semanas volvemos a realizar este censo, si estas interesado contacta con nosotros y únete.

Nota: Artículo escrito con la colaboración de Andrea Camacho