El reloj marca las 6:15 de la mañana cuando estamos en pié. Hoy toca madrugar, tenemos que ir a la estación Sud de autobuses para comprar un ticket e ir a Kanchanaburi.
Nos despedimos de Marc y le agradecemos su hospitalidad. Enseguida vamos en busca de un taxi que nos lleva a la estación y de ahí un miniban por 100 bath cada una que nos llevará en dos horas al centro de la ciudad.
Una vez ahí, caminamos en busca de nuestro guesthouse, esta vez esta dentro del mismo rio (como si fueran habitaciones flotantes) dejamos las mochilas y alquilamos una moto para recorrer los 70 km que nos separan de las cascadas de Erawan.
Casco atado, gasolina a tope y nos ponemos en marcha. El camino es muy agradable, por una carretera en perfecto estado. Estamos rodeadas de verde y agua. Tardamos 1 hora en llegar al parque Nacional de las Cascadas de Erawan y apoquinamos 300 bath cada una para poder entrar (unos 7.5 euros). Aparcamos moto, comemos unas galletas (no se puede acceder al recinto con comida) y empezamos la caminata.
Hay mucha humedad y hace calor, aunque no es escusa para decir que estamos en baja forma, jeje… el camino transcurre por una senda marcada y asfaltada (imitando madera) vamos pasando por las diferentes cascadas y haciendo fotos de cada una de ellas.
En total hay 7 y dicen que la última es la más espectacular. Vamos subiendo progresivamente. La verdad, vale la pena verlo, porque las piscinas q se crean son espectaculares.
La gente se baña y nosotras ponemos los pies. Rapidamente los peces acuden como locos. Nos mordisquean las pieles muertas. Para nuestro gusto, son mordicos que se notan bastante al ser peces granes, asi que no nos apasiona demasiado y salimos para empezar a bajar.
En la segunda cascada, nos lanzamos al agua, pero los peces nos persiguen. Reimos un buen rato y salimos para cambiarnos e ir a comer algo.
La vuelta se hace rapida, y vamos directas al puente Kwait. Hay mucho turismo pero podemos hacer unas cuentas fotos y ver como pasa el ferrocarril. Luego paseamos un poco por las cercanias y vamos a nuestra habitación a ducharnos.
A las 19:30 vamos a la estación de bus a ver las combinaciones y horarios para ir mañana a Ayuttaya. Luego, devolvemos la moto y nos vamos a cenar.
Y pronto a la cama, que mañana también toca madrugar.
El mundo a nuestros pies 