Joachim Peiper y «la» matanza de Malmedy

Recientemente una revista de Historia militar (Serga nº 45) ha publicado un artículo sobre Peiper «La última batalla de Joachim Peiper» centrado en la muerte del antiguo militar nazi, asesinado el día de la Bastilla en su casa a las afueras un pueblo francés, (Traves, a unos 200 km de Alemania) el 14 de julio de 1977. Como siempre, se dan por probadas —e injustificables— las torturas durante su juicio. Como casi siempre, se pasa de puntillas sobre el tema de si fue o no criminal de guerra, como si el hecho de haber sido torturado (física, psicológicamente o ambas cosas) por los norteamericanos fuera el único punto de interés.

El tema de «la» matanza de Malmedy no lo había investigado demasiado, más que nada porque daba por supuesto que incidentes de este tipo se dan en todo tipo de guerras, y que éste se había magnificado por la opinión pública norteamericana, alemana… y neonazi. Tampoco había leído ningún dato especialmente relevante sobre esta matanza (en singular).

Pero resulta que no era tan singular. Resulta que se dieron nueve diferentes en los seis días siguientes al primero de la ofensiva, del 17 al 22 de diciembre de 1944, y no sólo de prisioneros yanquis (parece mentira qué afán tenían por escaparse) sino también de civiles belgas, en Stavelot y Wanne.

Estos fueron los casos expuestos en el tribunal:

  1. 84 prisioneros norteamericanos en el cruce de cinco carreteras cerca de Baugnez, Bélgica, el 17 de diciembre de 1944 (ésta es «la» masacre de Malmedy, que saltó en todos los periódicos USA cuando se encontraron 72 cuerpos entre la nieve el 13 de enero. Otros 12 aparecieron con el deshielo).
  2. 50 prisioneros norteamericanos en los alrededores de Bullingen, 17 de diciembre de 1944.
  3. 19 prisioneros norteamericanos en Honnsfeld, Bélgica, el 17 de diciembre de 1944.
  4. 93 civiles en Stavelot, Bélgica, el 18 de diciembre de 1944.
  5. 31 prisioneros norteamericanos en Cheneux, Bélgica, el 18 de diciembre de 1944.
  6. 8 prisioneros norteamericanos en Stavelot, el 19 de diciembre de 1944.
  7. 44 prisioneros norteamericanos en Stoumont el 19 de diciembre de 1944.
  8. 5 civiles en los alrededores de Wanne, Bélgica, el 20 de diciembre de 1944.
  9. Cerca de 100 prisioneros norteamericanos en La Gleize, Bélgica el 18, 21 y 22 de diciembre de 1944.

Sobre la responsabilidad de Peiper, sí, al parecer él no estuvo presente en ninguno de esos casos. También hubo prisioneros capturados por unidades SS en esta acción que no fueron fusilados y que llegaron a los Stalag, pero nueve incidentes en seis días, al inicio de la ofensiva y por unidades del mismo regimiento (el 1º SS SS-Panzer Regiment, de la Leibstandarte), tampoco permiten deducir que se trataran de algunos casos aislados.

¿Había órdenes al respecto? Peiper en un principio declaró tener órdenes de Sepp Dietrich de emplear el terror para romper la resistencia aliada si era necesario, y que:

…Si las condiciones lo requerían, los prisioneros debían ser fusilados. Esta orden estaba incorporada a las órdenes regimentales.
(Charles Messenger:  «Hitler’s Gladiator: The Life and Times of Oberstgruppenfuehrer and Panzergeneral-Oberst der Waffen-SS Sepp Dietrich,» Brassey’s, London: 1988, p. 178) .

Dietrich, a su vez, alegó que en su conversación con Hitler, éste había insistido en que había que actuar con brutalidad y sin inhibiciones humanitarias.

Una ola de espanto y de terror debe preceder al ataque, y la resistencia del enemigo debía ser rota por el terror».
(Richard Gallagher, «Malmedy Massacre» Paperback Library, New York: 1964, p. 111).

El subalterno de Peiper, Hans Gruhle, confirmó la orden, así como el comandante del batallón que llevó a cabo la acción de Malmedy, Josef Diefenthal, sobre que tenía órdenes de ejecutar a los prisioneros. Otros cuatro acusados en el juicio testificaron que Peiper en persona les había dicho:

Luchad de forma temeraria, no deis cuartel, no toméis prisioneros. (Gallagher, p. 111).

En cuanto al asesinato de los civiles belgas, el argumento fue que habían ayudado de forma activa a los ejércitos aliados, y que el fusilamiento de partisanos estaba permitido en la convención de Ginebra.

Continúa en:

La masacre de Malmedy: Primeras alegaciones

Malmedy, Dietrich y Peiper. El célebre artículo “de” Van Roden

6 pensamientos en “Joachim Peiper y «la» matanza de Malmedy

  1. los rusuo asenaton miles enla bolsa rendidad de prusia oriental y nadie dijo nada ,aunque lo demalm,edi aun es un misterio aparentemente esos prisiomneros quisieron esxcapar….nunca se sabra..

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