Todo practicante de artes marciales o budoka sabe, o debería saber que la palabra Budo significa, literalmente: “camino de la guerra” (del japonés BU: guerra y DO: camino, senda).
Pero lo que la mayor parte de practicantes desconoce es el otro significado del kanji (ideograma) BU: la palabra china implica el concepto de cesar la lucha, dejar de combatir; con lo que BUDO significaría “vía de la retención de la lanza”.
De esto podemos inferir el doble significado de nuestra práctica diaria y, sobre todo, lo que debemos buscar en ella. El gran guerrero sabe como ganar una batalla, pero el maestro es conocedor de un nivel superior por el cual vence antes de entrar en combate. Este no es otro que evitar la confrontación.
Hay muchas formas de derrotar a un oponente en batalla, pero como demuestra la historia, tan solo hay una de hacerlo definitivamente. Los grandes imperios desaparecieron en tiempos de paz. En Roma se decía: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”. La frase adecuada debería ser: “Si quieres la paz, prepárate para la paz”.
La verdadera vía de las armas consiste en no solo neutralizar al enemigo, sino en dirigirlo de tal forma que abandone voluntariamente su espíritu hostil. La vía de las armas es inexplicable con palabras. Escapa al intelecto. En lugar de hablar inútilmente, ¡buscad la iluminación…!. Aquellos que no están de acuerdo con esta enseñanza , no pueden vivir en armonía con el Universo. Su Budo es de la destrucción. No es un Budo constructivo. Ganar o perder o medirse con los demás con algunas técnicas no es el verdadero Budo. El verdadero Budo no conoce la derrota; no ser jamás vencido significa no combatir nunca…
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