Conocer a compañeros desde Internet es algo muy especial. Desde hace tiempo sigo a personas que comparten su trabajo y sus experiencias, en sus blogs, en las redes sociales, personas estupendas con las que aprendo desde hace más de tres años. Ellos son mi PLE, mi claustro, me enriquecen como persona y como profesional, me hacen sentir acompañada y me ayudan a pensar, a reflexionar, a encontrarme a mi misma. Lo mejor que Internet te puede dar no es información, es la interacción con personas maravillosas que no podrías encontrar en tu pueblo ni en tu lugar de trabajo, pero que gracias a Internet sientes muy cerca.

Tenía pendiente escribir algo sobre la #quedadamadrid, un día entre compañeros de twitter que nos regalaron Juan Carlos y Bernabe a los más de cuarenta personas que fuimos hasta Madrid, desde distintas partes de España, sólo para conocernos.

Fue un día estupendo, organizado con mucho cariño, en el que me encontré con compañeros con quienes he estado aprendiendo por Internet, desde hace ya más de tres años. Personas a las que conocía sin haberlas visto en persona. Conocía sus ideas, sus valores, sus proyectos, sus emociones, había visto fotos suyas, algunos vídeos suyos, … y me faltaba poder abrazarles, oir sus voces, ver sus gestos, compartir una buena conversación durante una comida y unas cañas. Fue muy emocionante para todos, por eso fue más grande todavía. Cuando se comparten emociones y ganas de hacer cosas juntos, tienes una sensación muy poderosa y muy gratificante. Además de ser todos unos grandes profesionales, llenos de ilusión y con ideas y experiencias estupendas que querían compartir, las conversaciones siempre se llevaban desde el terreno de lo personal. No hay nada que me guste más que el que la gente ponga un poco de sí misma en lo que hace, que se deje conocer, que cuente sus historias: lo bueno y lo mejorable; lo que gusta y lo que uno siente que quiere mejorar pero no sabe cómo: sentir las emociones de los demás y la transparencia en las palabras.

Para entenderlo mejor puedes leer varias crónicas de lo que pasó a partir de la crónica QuedadaMadrid de Juan Ignacio, en la que hay un vídeo estupendo de Juan Carlos.

Este fin de semana en #novadorsOM he vuelto a sentir lo mismo ¡el cariño de Novadors es tan gratificante! Es sentirse cerca de grandes personas, de mentes brillantes, profesionales entregados, personas auténticas, transparentes, divertidas, cariñosas, apasionadas, atrevidas, que disfrutan conversando y conociéndose en una buena comida con unos buenos vinos. Por suerte para mi, Ana Ovando cuenta la crónica del evento en su blog.

Este año, antes de poder abrazar por primera vez a toda la gente de @novadors (de cada uno escribiría un artículo propio), a Anibal de la Torre, a Pedro, a Araceli, Jose Luis, María, Isabel, a Alejandro, a Carlos,… (me dejo a muchos) ya les conocía y les admiraba: por lo que hacen y sobretodo por quienes son. Porque en la red dejan mucho de sí mismos en lo que escriben y en lo que comparten. Todavía tengo muchas ganas de ver y abrazar a otros grandes compañeros, como Lola, Lluís, María, Manuel,… Y de seguir conociéndoles mejor a todos, cuando coincidamos en alguna jornada o alguna quedada y desde la red. A todos os siento amigos del alma: con vosotros crezco, río, me entusiasmo, alucino, me emociono, aprendo con vosotros: me acompañáis. Enriquecéis mi vida y mi trabajo, en ese orden.

A todos no os tengo cerca, pero sí os siento cerca: os tengo en la red, «a tiro de twitt». ¡Gracias por la calidad de vuestra compañía! Ahora que se acerca la Navidad, es el mejor regalo que uno puede recibir. Un fuerte abrazo.