Hoy
nosotros somos la guardia vieja
hoy
somos los otrora jovenzuelos que tenían el mundo abierto
como las puertas de un zaguan en verano
a las esperas del fresco viento
hoy
somos el recuerdo lejano de esos niños correteando
libremente
por los techos de las casonas viejas
y jugueteando por los filos del barranco
hoy
repicamos como el eco lejano de los primeros amores
y los llantos consiguientes
hoy
somos un grupo de grises semi sedentarios que empiezan a jugar sus minutos de descuentos
ahora
somos los que vamos partiendo
de a pocos
de uno en uno
pero incrementando el momentum
aún somos carne
pero
en breve seremos infinito
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