Cuando en Galicia los bosques eran útiles

Ahora, durante una temporada, por lo menos hasta que llueva a sandios y se nos empape la piel, andaremos con el tema a vueltas intentando buscar culpables directos que no servirá para nada. Y no, no dudo en ningún caso de que haya cuatro locos, cuatro descuidados y posiblemente alguna mafia por detrás. La cuestión es saber quién realmente le saca beneficio a esto.

¿Una pandilla de brigadistas despedidos porque mientras están contratados cobran un sueldazo? Y una mierda. No para esta salvajada.

El problema del monte bosque, y sobre todo en Galicia, es la nula cultura del mismo como tal. El bosque desde hace muchísimos años ha dejado de ser útil y el concepto que tenemos de él es de la pegatina bonita que presumir y poco más. Escuece, pero es una realidad tangible. Y ahí están todas los intereses cortoplacistas por parte de todos y cada uno de los implicados en que el bosque sea lo que hoy en día es.

Un bosque útil se cuida. Cuando los bosques eran útiles, vamos, que la gente los utilizaba para cubrir necesidades básicas de su forma de subsistencia, el bosque estaba limpio y cuidado. Los incendios eran puramente anecdóticos. Porque un bosque cuidado es la mejor prevención que existe. Eso no sólo se dejó de hacer, sino que incluso se prohibió, coincidiendo con la expansión de la producción de madera de rápido crecimiento. Y de ahí a los monocultivos.

Por supuesto hay que señalar las políticas ridículas y miopes de la administración pública. Que no quepa duda. Pero no me limito a señalar a ningún partido. En realidad, incluso esos partidos que se empeñan en vendernos la imagen más o menos chuliguay de su preocupación por lo “autóctono” y “tradicional” (el entrecomillado va con muy mala hostia), jamás han tenido idea de qué hacer con el monte para que resulte atractivo en sí mismo y encontrar utilidades alternativas que no sea la producción maderera. Bravo por ese supuesto interés en mantener y proteger los parques naturales y toda esa historia, pero mantener algo que para lo único que sirve es para decir que está ahí, es un gasto de dinero tremendo que no da ningún beneficio directo.

Y de ahí por supuesto señalo a todos los que se arropan bajo el manto de ecologistas. Lo siento, pero no. Sus argumentos de tozudez me pueden. Empeñarse en defender regeneraciones a largo plazo con especies consideradas autóctonas, y plantear la protección del monte para que se consolide a sí mismo sin intervención del hombre, en una región de semejante dispersión de núcleos de viviendas donde terreno forestal, rural y urbano no están perfectamente limitados, es cuando menos una alternativa del todo inviable, ineficiente y poco rentable. El bosque gallego nunca volverá a ser lo que antaño fue y la única manera de conservar lo que bien podamos es buscar alternativas más eficientes para la gran parte irrecuperable, pero regenerable, y que de alguna manera sea viable su mantenimiento. Los sistemas de prevención cuestan pasta. Realidad ineludible.

Factor a tener tremendamente en cuenta: La manera en que se ha llevado a cabo el trazado y construcción de las vías de comunicación. Carreteras, caminos forestales, autovías, autopistas, vías de tren, sin la mínima legislación de protección o regeneración del entorno permitiendo el uso de cualquier especie foránea de rápida expansión y sin el mínimo mantenimiento. Dirán que de alguna manera a día de hoy sirven de cortafuegos. Pues ustedes han visto las imágenes de las carreteras cortadas por el fuego. Eso unido a la absurda forma de construcción que se lleva a cabo desde siempre en este país, arrasando enormes parcelas para después pretender regenerar zonas verdes artificiales y sin demasiado criterio de integración.

El total desconocimiento del bosque por sus dueños. Por no decir total ignorancia por si alguno se ofende. Entendible, tal vez. En la mayoría de los casos herederos cada vez más minifundistas cuyas opciones de sacar rendimiento se resumen a pocas o ninguna, y que por sistema delegan en comunidades también con las manos bastante atadas y poca visión de medio-largo plazo. Si por encima, las soluciones propuestas como pueden ser las parcelarias, se eternizan administrativamente como para saber si podrían ser en algún modo eficaces o no, ya me dirán ustedes.

Y por supuesto nosotros. Todos los que sólo consideramos el monte como telón de fondo de nuestra bonita Galicia con playas tan maravillosas como las de no sé donde. Una sociedad que siempre ha vivido de espaldas a sus bosques. No me levanten la mano para decir yo no. No tenemos ningún interés en él, salvo para lamentarnos. No hemos intentado jamás ninguna demanda de utilidad que sea factible. No nos importa, porque no es nuestro. Salvo contadísimas excepciones de alguna propuesta alternativa de utilidad del monte, que en su mayoría se refiere a proyectos concretos en zonas no excesivamente alejadas del entorno habitable, el bosque nos la refanfinfla… Salvo cuando se quema.

Sí, claro. Siempre hay alguna propuesta más o menos viable de reutilización del monte a más o menos medio plazo, de otras alternativas de rentabilidad y de revisión de legislación. Pero esto es Galicia, y la tozudez lleva ventaja a cualquier punto de vista un tanto moderno sobre la reeducación a todos los niveles para que exista de verdad una cultura del monte.

Texto: Gsus Tezland

Ilustración: Augusto Metztli

*¿NOS APOYAS CON 2$, 5$ ó 10$ al mes? Llevamos más de cuatro años ilustrando la actualidad, queremos dar un nuevo salto en nuestro proyecto y comenzar a recibir un pago mensual por lo que hacemos. Nuestra primera meta son 100$ al mes a repartir proporcionalmente entre lxs ilustradorxs que hacemos Boreal semana a semana. GRACIAS

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.