«Narcos»: Una Serie De Ficción, Casi Documental, Sobre Pablo Escobar


narco_s1_025_h

¡Netflix lo logra de nuevo! Con éxitos como «House Of Cards», «Orange Is The New Black», «Daredevil» y «Sense8», la compañía de productos audiovisuales streaming continúa conquistando la atención de los espectadores con series de alta calidad, y esta vez, aunque producida por Gaumont International Television de Los Ángeles, lanza una serie con productores, directores y elenco latinoamericano, que ha superado las expectativas. Me refiero a la serie «Narcos», creada por Chris Brancato, Carlo Bernard, Doug Miro y Paul Eckstein, quienes también producen junto al director brasileño José Padilha, a quien ya conocemos como el director del extraordinario drama criminal «Tropa De Elite» (2007) y su secuela «Tropa De Elite 2: O Inimigo Agora É Outro» (2010).

Protagonizada por Boyd Holbrook («Run All Night») como el agente de la DEA Steve Murphy, y el actor brasileño Wagner Moura («Tropa De Elite») como Pablo Escobar, además de la participación de Pedro Pascal («Game Of Thrones»), Ana de la Reguera («Capadocia»), Juan Pablo Raba («The 33»), Luis Guzmán («Boogie Nights»), Manolo Cardona («Contracorriente»), Alberto Ammann («Celda 211»), Stephanie Sigman («The Bridge»), Cristina Umaña («Capadocia») y Raúl Méndez («Sense8») como el Presidente César Gaviria; «Narcos» estrenó los 10 episodios de su primera temporada, de manera simultánea, el 28 de agosto por Netflix, convirtiéndose inevitablemente en una adicción, tal cual como el producto de principal «exportación» de Escobar. La trama es una especie de crónica de lo que fue el rápido ascenso del líder del cartel de Medellín y criminal más poderoso del mundo durante casi dos décadas —desde mediados de 1970 hasta 1993, cuando finalmente muere a manos del ‘Bloque de Busqueda’, que fue un grupo especial de la policía colombiana que tenía como único propósito encontrar a Escobar y sus secuaces—, además del seguimiento que le dio la DEA operando desde la Embajada de Estados Unidos en Colombia, el control que ejercía Escobar en la policía colombiana, sus lazos con políticos, e incluso, su manipulación de los medios de comunicación; todo esto contado primordialmente desde una focalización interna del agente Steve Murphy, cuya voz over encamina el relato, basándose en las investigaciones y descubrimientos que hizo junto al agente Javier Peña (Pedro Pascal) durante años.

NARCOS S01E06 " Eplosivos"
Foto: El actor Wagner Moura como Pablo Escobar en la serie «Narcos».

A pesar de que Colombia ya creó su propia versión de los hechos con la narconovela «Escobar, El Patrón Del Mal» (2012), «Narcos» mantiene una respetada veracidad y objetividad en su relato, a pesar de que los sucesos son contados por un estadounidense. La historia no solo resulta en detrimento de Colombia y América Latina en general, sino también de las irregularidades, ilegalidades y acciones corruptas que cometió Estados Unidos y sus agentes de la DEA. En otras palabras, a diferencia de películas como «Licence To Kill» (1989) —en la que un James Bond encarnado por Timothy Dalton se enfrenta a un poderoso narcotraficante llamado Franz Sánchez, cuya descripción era evidentemente referencia a Pablo Escobar, y cuya trama pretendía degradar la figura latinoamericana para realzar al agente extranjero como el héroe—, «Narcos» no busca como único objetivo resaltar la imagen heroica de Estados Unidos en su participación de la muerte de Escobar, sino que va hilando detalle a detalle, cada momento de la investigación, contando los errores y aciertos, sustentados por increíble material de archivo integrado por fotos y videos de diarios, noticieros, etc., que nos reafirman en todo momento que aquellas escenas que creemos que son muy fantasiosas y exageradas, en realidad sucedieron.

El apego de la serie a la realidad no solo viene dado por el material de archivo que utilizan, sino también porque efectivamente, los agentes Steve Murphy y Javier Peña sirvieron como consultores de la producción, contando sus historias y vivencias, y brindando detalles de su modus operandi.

[Los productores] nos llamaron para hacernos preguntas. Una vez les contamos toda la historia y cómo fue la cacería, cuando empezaron a escribir [el guion] y a filmar, nos llamaban y decían: ‘Okay. ¿Qué tipo de armas tenían disponibles en esa época? ¿Qué armas usaban los buenos? ¿Cuáles usaban los malos? ¿Cómo hacían una vigilancia? ¿Cómo manejaban a los informantes?’ – comentó Steve Murphy en una entrevista para Observer.com.

Aunque en distintas ocasiones se apoya en el recurso narrativo del flashback, la serie está relatada de manera ordenada y comprensible. Es descriptiva tanto en su parte narrada por la voz over de Murphy, como visualmente. Nos da la sensación de que estamos viendo un documental ficcionado, que nos incita a investigar más por nuestra cuenta, al finalizar cada episodio (¿cuántos de ustedes no recurrieron a Google para corroborar alguna fecha, personaje o situación?). En tan solo 10 episodios, de aproximadamente 50 minutos, conocemos estrechamente la relación de Pablo Escobar con Colombia, ubicándonos en el tiempo y espacio a través de momentos históricos importantes: como el video de la época en que Ronald Reagan era presidente de Estados Unidos y junto a su esposa Nancy dio un comunicado del peligro que significaban las drogas para nuestra juventud; las imágenes del régimen violento de Pinochet en Chile o el de Noriega en Panamá, y cómo de alguna u otra forma estuvieron ligados o afectaron (para bien o para mal) los negocios de Escobar; entre otros sucesos que aluden, y que son de gran importancia en la historia de América Latina.

394333_1280

Foto: (Izq.) Wagner Moura interpreta a Pablo Escobar y  Juan Pablo Raba a su primo, Gustavo Gaviria.

Los personajes son introducidos de manera oportuna, sin intentar revelar los grandes nombres o su importancia desde las primeras escenas, sino cuando adquieren relevancia. Están perfectamente caracterizados y son fácilmente distinguibles por su nacionalidad, gracias al acento marcado y a la atinada utilización de la jerga de cada uno de los países que representan. Tal vez, el que presenta algún problema en su acentuación es precisamente el personaje de Pablo Escobar, interpretado por Wagner Moura, a quien se le hace evidente que no es un actor colombiano, mucho menos paisa. Moura, como mencioné anteriormente, es de la región de Bahía, en Brasil, y su participación como antagonista puede ser porque es uno de los actores fetiches de Padilha (productor y director), con quien ha actuado en ambas películas de «Tropa De Elite» y en el segmento que le tocó dirigir de la película «Rio, I Love You». Independientemente de eso, se nota que Moura hizo su trabajo de caracterización, utilizando las frases y palabras de los paisas, aunque se le haga imposible algunas veces ocultar el acento de su natal portugués. Pero en cuanto a su actuación en sí, Moura se compenetra con el personaje más allá del parecido físico, produciendo una inicial dicotomía en el espectador, que percibe al Escobar considerado «Robin Hood paisa» así como al temible, sanguinario y cruel lord de la droga y del crimen organizado.

Las actuaciones en «Narcos» son excepcionales. Recogen la esencia de la época y de sus personajes. Mis aplausos van para Luis Gnecco, como el escurridizo narcotraficante chileno conocido como La Cucaracha, así como para el colombiano Juan Pablo Raba, quien interpreta al primo de Escobar, Gustavo Gaviria, con quien mantenía una relación íntima de hermandad, y quien en su papel secundario le dio todo el apoyo actoral a Moura, para desarrollar su personaje. No se puede dejar de lado la química entre Pedro Pascal y Boyd Holbrook, como los agentes de la DEA, Javier Peña y Steve Murphy, quienes sin duda nos llevan al borde del asiento con sus peligrosas misiones y momentos de acción.

narcos-stephanie_sigman_and_wagner_moura_in_the_netflix_orig

Foto: La actriz mexicana Stephanie Sigman interpreta a la periodista Valeria Vélez.

La mexicana Stephanie Sigman también destaca entre los personajes, como la periodista Valeria Vélez, amante de Escobar, quien tuvo un papel importante en su ascenso, al ser ella la que popularizó el apodo de «Robin Hood«. Valeria Velez es un personaje ficticio que en realidad hace alusión a la periodista Virginia Vallejo, quien tuvo que buscar asilo en Estados Unidos para huir de Escobar, que intentó asesinarla en una ocasión, ya que ella no solo estaba aliada con el Cartel de Cali, sino que también declaró en contra de la mafia colombiana y del Cartel de Medellín. Actualmente vive en Miami, tiene 66 años, y en 2007 publicó un libro basado en su relación con Escobar, titulado «Amando A Pablo, Odiando A Escobar», que se puede adquirir por Amazon.com.

Virginia-Vallejo-e1396946659613

Foto: La periodista Virginia Vallejo, en cuya vida se basó el personaje de Valeria Vélez, interpretado por Stephanie Sigman.

Otras interpretaciones dignas de recalcar, aunque con menos tiempo en escena, fueron las de la mexicana Ana de la Reguera, como una miembro comunista de la guerrilla; la también mexicana Gabriela de la Garza, como la periodista Diana Turbay, hija de un expresidente de Colombia y víctima del secuestro perpetuado por Escobar; y por supuesto que la encantadora Cristina Umaña, cuya naturalidad en escena nos hace desear poder ver más de ella en pantalla y lamentar que no haya aparecido en episodios antes del noveno, que es cuando finalmente aparece. Umaña tiene esa picardía colombiana en su actuar, una facilidad en su expresión oral y corporal, que dinamiza el ritmo interno de la escena.

Violenta, cruel e impactante, son solo algunos adjetivos con los que levemente podemos describir la trama de «Narcos», una historia en donde abunda la cocaína, la sangre y los balazos, tanto como la expresión «hijueputa» que pronuncian repetidas veces los personajes en cada episodio. Una historia en la que nos angustiaremos por brutales muertes como la de Galeano, que murió a golpes con un taco de billar en manos del mismo Escobar; inescrupulosos atentados como en el que Escobar engaña a un pobre y soñador adolescente llamado Jaimito, prometiéndole mucho dinero con la condición de que grabara una conversación en el vuelo 203 de Avianca, cuando en realidad lo estaba armando con una bomba escondida para detonar el avión donde nunca abordó el presidente Gaviria, y en el que murieron 107 personas (un 27 de noviembre de 1989); la negligencia en la muerte de la periodista Diana Turbay, quien aparentemente recibió heridas de balas en el hígado y riñón por parte de los rescatistas que pretendían liberarla a ella y otros secuestrados que tenía Escobar para negociar con el presidente Gaviria (el 25 de enero de 1991); entre un sin fin de momentos sangrientos que además se sustentan con imágenes reales de policías abaleados, explosiones en lugares públicos, entre otros lamentables hechos.

70391-murph

Foto: Pedro Pascal como el agente Javier Peña y Boyd Holbrook como el agente Steve Murphy.

Con una banda sonora apoyada en icónicas canciones colombianas como «El Preso» de Fruko y Los Tesos, cuyo tema parece ser símbolo del crimen organizado colombiano, ya que también fue parte de la banda sonora de la película colombiana «Rosario Tijeras», además del mismo Himno Nacional de Colombia, que cierra los créditos finales del episodio 3, hasta canciones de rock estadounidense de la época ambientan el relato, acrecientan el sentimiento general colombiano de la época y nos adentra en una realidad difícil de digerir.

«Robin Hood paisa» para algunos, asesino despiadado para otros, lo cierto es que Pablo Emilio Escobar Gaviria, cuyo astucia en los negocios lo llevó a renunciar a la facultad de economía de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín, para desarrollar sus propios emprendimientos ilegales de contrabando y tráfico de droga, tuvo la habilidad y el poder comparable a grandes dictadores, que le permitieron dominar todo un país, burlarse de Estados Unidos y ridiculizar al Gobierno Nacional, con invenciones absurdas como la creación de su propia cárcel, La Catedral, que era resguardada por policías que él mismo había designado (comprados por él), y cuyo libertinaje dentro, con casino, prostitutas, jacuzzi, cancha de fútbol y todos los lujos inimaginables en una penitenciaría, la llevó a ser catalogada como «El Club Medellín«.

2-Escobars-Pablo-Escobar-1150x737

Foto: Al centro, el verdadero Pablo Escobar.

¡Una serie 100% recomendada! «Narcos» trae recuerdos a quienes vivieron, oyeron o leyeron sobre este personaje en los noticieros o diarios de esos años, y transporta a las generaciones actuales, latinas o no, a una época oscura de Colombia y de la historia de América Latina, que muchos pensarían que quedaron distantes, pero de la cual solo nos separan apenas dos décadas. Una mirada, a mi parecer, bastante honesta, que aunque reafirma ciertos estereotipos latinoamericanos, no intenta reforzar los arquetipos gringos. Como dijo el Ministro de Justicia de Colombia en 1984, Rodrigo Lara Bonilla —ejecutado por unos sicarios motorizados, mientra viajaba en su auto Mercedes— dirigiéndose a Steve Murphy por sus ansias de proteger a Colombia de Escobar:

John Wayne solo existe en Hollywood… Los colombianos serán los héroes y las víctimas.

La primera temporada culmina con el allanamiento de la cárcel La Catedral, por parte de un equipo especial de rescate de Colombia, con el propósito de acabar con Escobar y rescatar al entonces Ministro de Justicia Eduardo Sandoval (Manolo Cardona), cuyo personaje hace alusión al verdadero Ministro de Justicia de esa época, Eduardo Mendoza. Sin embargo, Escobar y varios miembros de su séquito logran escapar, por lo que se entiende que la segunda temporada estará dedicada a los 18 meses intensos y violentos que siguieron después de su fuga. Aunque no me queda claro si estirarán a un tercera temporada con la historia de Escobar, o si la segunda finalizará con su muerte. Ahí veremos, porque seguramente hay bastante material para contar muchas más historias que el público «no colombiano» tal vez desconoce.

Trailer:

Escrito Por: Enrique Kirchman

Deja un comentario