Así, como lo oyen: determinados pinares, los pertenecientes a desafectos a la Causa, que sufrieron incendios provocados, y los coches de los turistas. Esos eran dos de los objetivos de la «Resistencia Vasca» en 1968. Evidentemente se trataba de un tipo de violencia de baja intensidad que no tuvo demasiada repercusión mediática. Ese mismo año ETA dio comienzo a la espiral de acción-reacción mediante el asesinato de policías, lo que le aseguro la atención de la prensa y la población. Y, a la postre, la adhesión de una parte de la sociedad.
Los pasquines son de 1968. El primero es de ETA. Los otros de «Los Cabras» de Xabier Zumalde.
PD: Para variar un poco, he aquí dos cosas interesantes que nada tienen que ver con la historia del nacionalismo vasco:
–Un albúm con dibujos de Bécquer.
–Las palabras más largas del mundo.
On egin!
Pingback: GFS: “El nacionalismo radical contra el turismo”, El Correo, 26-VIII-2017 | Blog de Gaizka Fernández Soldevilla