El Tema 8

El tema 8 es como el primer amor: no se olvida nunca.

Atlético de Madrid 2015: el año después

Finalizada la tercera temporada que completa Simeone íntegramente en el Atlético de Madrid desde que aterrizó en España el 23 de diciembre de 2011, se impone una recapitulación con distanciamiento y perspectiva de los momentos más destacados del presente curso.

Han sido doce meses, de junio de 2014 a mayo de 2015, apasionantes y exigentes incluso para los aficionados, a los que Simeone pide, como a sus jugadores, un estajanovista esfuerzo y un agotador pero adictivo seguimiento de todas y cada una de las batallas libradas. 365 días en los que el Cholismo ha seguido cosechando partido-a-partido éxitos, admiradores…y enemigos a los que ya no les hace ni pizca de gracia el tema. Y pulverizando cifras y obteniendo récords durante una temporada en la que el entrenador argentino volvió a obtener números estratosféricos, superando los 200 partidos (102 de ellos sin recibir un gol) al frente del club.

CDynsnRUEAAxCk6En distintos momentos de la temporada se han abierto debates (algunos de espúrea e interesada procedencia que hay que acostumbrarse a dar la importancia que se merecen, cumpliendo el preceptivo mandamiento de «No consuman») sobre si el modelo cholista se había agotado. El caso es que, lejos de finiquitarse, el Cholo y el Atleti han renovado por un nuevo periodo de cinco años su idílico compromiso hasta 2020, señal de que ambas partes están encantadas. Todo un acierto para consolidar el modelo por el que se apostó al sustituir a Gregorio Manzano, para alegría de la parroquia colchonera y desgracia de los equipos rivales en general y de los superpoderosos en particular.

Hay cuatro momentos, uno por competición, en los que podemos estructurar la recientemente finalizada temporada 2014-2015, en la que el Atlético de Madrid ha mantenido el nivel iniciado desde que el argentino tomara las riendas del equipo y en la que, sin llegar a los prodigiosos niveles de excelencia del curso anterior, imposibles de mantener siempre, los objetivos marcados al inicio de la campaña se han cumplido con creces. Empecemos por el principio.

El Atleti se lame del síndrome post-Lisboa

supercopa-de-espac3b1aLa traumática herida propiciada por la dolorosa derrota en la final de Champions League de Lisboa en el mes de mayo, con el peor enemigo posible y en el peor momento que se pudiera dar, fue de alguna manera paliada tres meses después con la obtención (y que frente a su afición, salvo en la Liga 1995-96, nunca había conseguido el Atlético de Madrid en una final a único o doble partido) del segundo título de supercampeón de España que fue a reposar a las vitrinas del Vicente Calderón. Algo que hay que poner en valor ya que se trataba de un título que llevaba treinta años esperando a volver a ser levantado por el Atleti, tras cuatro enfrentamientos frustrados (uno absurdo por innecesario: el del 96 después de haber ganado las dos competiciones el curso anterior y que debía haber sido concedido de oficio al doble campeón en lugar de jugarlo contra el subcampeón de Copa -¿por qué no contra el subcampeón de Liga, que fue el Valencia o por lo excepcional del Doblete del curso previo, por qué no haberse dilucidado en un triangular?- y que además le desarmó anímicamente ya en el mes de agosto, dejando el Barcelona retratado para mal a los colchoneros, que quedaron debilitados a ojos de todos y a primeras de cambio para el resto de la larga temporada que aún restaba por disputar, por obra y gracia, también todo hay que decirlo, de la virguería de un por entonces desconocido delantero del Barcelona de nombre Ronaldo, cuyo regate a Geli quedó marcado en la retina de todos los aficionados). atletico-de-madrid-supercopa-gol-de-mandzukicDoble enfrentamiento el de la Supercopa de España 2015 que, además de rendir cuentas pendientes por afrentas recientes, tuvo también el efecto de marcar una tendencia para lo que restaba de largo ejercicio de por dónde iban a ir los tiros en lo que a enfrentamientos con el Real Madrid esa temporada se trataba. Triunfo (1-1 en el Bernabéu y 1-0 en el Manzanares) que queda lejos porque fue al inicio de la temporada, pero título al fin y al cabo y que, por cierto, también sirvió para afortunadamente parar en seco la cantinela que inquietantemente y a primeras de cambio ya empezaba la central mediática madridista a propagar a los cuatro vientos de que los seis títulos en liza estaban al alcance de su mano (que se terminaron quedando en dos y menores). El Atleti, en vez de dejarse caer en la melancolía, en el fatalismo y en la depresión, había bajado al eterno rival de su habitual nube blanca-nuclear y se había vuelto a poner en pie antes de lo previsto y vaticinado por muchos…

Cuatro hitos en la Liga 2014-2015

El campeón se enfrentaba a un complicado reto. Primero, volver a sorprender a los dos colosos beneficiados por el sistema bipartidista y ya prevenidos y resabiados de la temporada anterior, se antojaba difícil. Y segundo, por la fagocitación e imitación de los métodos de Simeone por otros equipos de la clase alta, especialmente Valencia y Sevilla, cuyos entrenadores aprendieron de las enseñanzas del Cholo y se las transmitieron a sus jugadores como modo de conseguir con lucha y entrega la preeminencia alcanzada los últimos años por el Atleti, modelo de éxito a seguir en España, Europa y Sudamérica (directores deportivos del nivel de Wenger, Mourinho, Capello, Guardiola, Schuster, Ancelotti, Clemente, Scolari, etc. se han rendido ante el trabajo y los logros del argentino).

imagen38234gPartidos para el recuerdo y a destacar en la Liga 2014-15 los ha habido aunque degustados en bastantes menos dosis que en el curso anterior: especialmente brillantes y memorables fueron el 4-0 al incómodo Sevilla, que con Unai Emery ha reverdecido los éxitos de Juande Ramos, los dos triunfos ligueros contra el Real Madrid (1-2 en el feudo blanco y un 4-0 para los anales de la historia rojiblanca) y la contundente victoria en el nuevo San Mamés 1-4 que significó, cercano ya el final de la primera vuelta, el punto de partida para la eclosión de un pletórico Griezmann cuya magnífica primera temporada, tras su costoso fichaje, estaba tardando en llegar.

Pero el caso es que la regularidad de la campaña anterior se perdió sobre todo en los dobles enfrentamientos con equipos de la mitad alta de la tabla, exitosos hacía pocos meses, pero que esta vez se atragantaron en exceso: Rayo Vallecano, Celta, Valencia, Real Sociedad, Villareal, Sevilla, Espanyol, Málaga, Ath. Bilbao, Levante, Granada…fueron logrando arrebatar puntos (castellonenses y bilbaínos ayudados para ello por arbitrajes anticaseros como sólo le perpetran en su estadio al Atleti) que en el ejercicio anterior no se escaparon, resultando vitales para la obtención del campeonato y que en esta ocasión terminaron por ser definitivos para no renovar el título. Portada-marca-Resumen-declaraciones-y-video-el-Atletico-vs-Madrid-4-0-Vicente-CalderonRivales algunos de ellos con pretensiones más modestas y cuya liga para algunos otros era otra aunque no lo pareciera, pero que, innegablemente, llevaban meses tratando de asimilar y descifrar los secretos del entrenador argentino. Y, lamentablemente, el Atlético flojeó en estos esenciales duelos y especialmente en el último tramo de un año que se hizo eterno y en el que, enorme hito, precisamente había obtenido los seis puntos en sus duelos contra el Real Madrid en una misma temporada, histórica circunstancia que no se daba desde 1950-51.

Aún así, la cifra final de 78 puntos obtenidos por los colchoneros esta campaña fue brutal. Y que le sirvieron para certificar la segunda mejor puntuación histórica de un tercer clasificado en Liga. Puntuación suficiente, no lo olvidemos, para haber significado títulos de campeón en otros ejercicios con veinte equipos en liza: Barcelona, Deportivo de La Coruña y Valencia (por dos veces) fueron campeones de Liga con 74, 69, 75 y 77 puntos respectivamente.

El cazador cazado

En Copa del Rey, el caprichoso bombo quiso que el Atleti se enfrentara, y ya iban seis partidos en la temporada, contra el Real Madrid. Y al que superara la eliminatoria, por si fuera poco, le estaría esperando el Barcelona. Duelos que, además, tendrían lugar en un momento de la temporada en que los esfuerzos por centrarse en todas las competiciones, como les pasó a los colchoneros, pueden luego pasar factura.

atletico-vs-real-madridEn una eliminatoria para el recuerdo (2-0 en el Manzanares y 2-2 en Chamartín), con indecentes conjuras a la remontada alentadas por los medios, ouijas perturbando el descanso de los muertos, luces y sonido para intentar apabullar e intimidar al Atleti («La coreografía era muy bonita» resumió Simeone tirando de retranca), el lateral canterano Lucas secando a la estrella merengue, Torres callando bocas en el vórtice del Maelström madridista donde nos recordaban machaconamente que nunca había anotado gol, Giménez elevándose imperial (al que parece que no conocía Sergio Ramos, según le intentó ningunear en la vuelta de la Champions League, pese a que semanas antes había contemplado atónito y delante de sus narices el salto del uruguayo para conseguir el segundo gol colchonero. Cosas de la consabida prepotencia merengue que deben llevar en el adn o que se les debe inyectar cuando llegan de los pueblos y que no pueden evitar sacar a relucir a la mínima que el viento les va favorable…), el Atlético puso otra piedra en el camino hacia su equiparación con los dos titanes que monopolizaban hasta hace poco el fútbol nacional.Real-Madrid-CF-v-Club-Atletico-de-Madrid-Copa-del-Rey-Round-of-16

Sin embargo, todo lo bien que se le dieron el año anterior a los colchoneros sus enfrentamientos con los blaugranas (seis partidos en tres competiciones distintas y ninguna derrota), este curso no se acertó con la tecla: cuatro derrotas. Y en los cuartos de final de la Copa del Rey, después de apear a su más odiado enemigo en la ronda previa, y tras una renta de 1-0 para los catalanes en la ida en el Camp Nou, las cosas se pusieron de cara en el primer minuto gracias al efecto Torres (de nuevo, como en el Bernabéu, autor de un devastador gol tempranero). griezmann-dispara-y-jordi-alba-con-el-brazo-y-en-claro-penalti-no-pitado-bloquea-el-balonSin embargo, con la ventaja de la ida neutralizada y con unos largos 90 minutos por delante, el Atleti se lanzó incomprensiblemente a tumba abierta al ataque en lugar de cuidar la retaguardia y amasar más el partido ya que un sólo gol le clasificaba. En una salida a la contra llegó el empate azulgrana y poco antes del descanso tras unas flagrantes manos ignoradas por el trencilla Gil Manzano (que perpetró una ignominiosa actuación para el copioso recuerdo de afrentas arbitrales al Atlético de Madrid), el Barça asestó un golpe mortal a los colchoneros que resultaron cazados en una de sus artes favoritas, el contraataque, con un 2-3 que finalmente evitó la remontada atlética.

Bendita tanda de penalties

No se había dado muchas veces la circunstancia (Derby Country en los 70 y Fiorentina en los 90, ambas en la Copa de la Uefa; obviemos la experiencia contra el Villareal en ese absurdo invento para clasificados de media tabla que fue la Intertoto), pero el Atleti nunca había superado una tanda de penalties en partido oficial de competiciones europeas. En una eliminatoria dura y rocosa, con un mal resultado de ida (1-0 en tierras alemanas de Leverkusen), los rojiblancos degustaron el dulce sabor del éxito en la caprichosa suerte de la tanda desde el punto de penalty y superaron la ronda de octavos de final de la máxima competición continental en un partido que quedará para el imborrable recuerdo de las grandes gestas colchoneras en su estadio, con tres jugadores que venían siendo cuestionados por distintas circunstancias elevados ahora a inesperados héroes ante los suyos (Oblak por su salida en frío tras la lesión de Moyá y por detener una de los penas máximas y forzar el error en otras dos, Mario Suárez por su gol y por acertar en su turno desde los once metros y Fernando Torres por el lanzamiento decisivo).

1010411En la siguiente eliminatoria de nuevo las bolas del bombo propiciaron el enfrentamiento vecinal y ya iban ocho. Sin embargo la hasta entonces inmaculada trayectoria rojiblanca de esa temporada frente al Real Madrid, y pese a la obtención de un buen resultado en la ida (0-0 en el Calderón, evitando el gol rival y su valor doble), quedó frenada en seco. En uno de los partidos más criticados de la era Simeone (por lo propicio en que llegaba un rival atenazado por los nervios de sólo pensar en ser eliminados por su nueva bestia negra que le había comido la moral en los siete partidos previos y que además venía diezmado por las lesiones y sanciones, apostando por jugadores casi inéditos para que le solucionaran la papeleta), el Real Madrid resurgió de sus cenizas y, en vez de salir rematado por el Atleti (lo cual, como en Lisboa, hubiera provocado reacciones previsiblemente traumáticas en los merengues, saliendo en cambio de nuevo indemnes por su consabida e inexplicable flor), resultó reforzado en una eliminatoria en la que, a pesar de ser algo mejor que su rival, fue igualmente tirando a discreta por su parte. Ya se vería en la siguiente ronda contra la Juventus que con muy poquito, el Atlético hubiera alcanzado las semifinales. No ha salido nunca de la boca de Simeone, pero como si fuera un nuevo mandamiento que nunca se debería olvidar: al eterno rival, por muy mal que se le vea, hay que tratar de rematarle sin piedad ni miramiento y desconfiar siempre de él. Además, por muy mal que les vaya, disponen a su conveniencia de la lavadora de noticias blancas

En definitiva, y finalizada la temporada 2014-15 se impone hacer balance y sacar conclusiones prácticas y enseñanzas provechosas para que el crecimiento del Atlético de Madrid continúe en progresión. Atletico-de-Madrid-SupercopaEmpezando por lo mejorable (en una temporada que, conviene no olvidar, se inició con sensibles bajas de jugadores que habían resultado fundamentales en los cursos pasados: Courtois, Filipe Luis, Diego Costa, Villa…) es innegable el agotamiento de alguna de las piezas claves del equipo (manierismo y exceso de recreación personal de Arda Turan en su juego; pérdida de la decisiva inspiración que tuvieron el año anterior jugadores como Koke con sus asistencias y saques a balón parado y Raúl García cuyos goles valieron su peso en oro; problemas de Gabi con la justicia que han terminado por afectar mentalmente en su rendimiento…); mejorar la gestión de las ventanas de fichajes invernales, para evitar que se repita el extraño caso de este año y el anterior (jugadores que si al parecer llegaron imperiosamente reclamados por Simeone  -Ribas, Sosa, Torres, Cani-, fueron escasa, extraña e inadecuadamente utilizados); cubrir algunas posiciones que este año han sido ocupadas en precario (el lateral izquierdo -pese a las aseadas prestaciones de un jugador diestro como Gámez-, el delantero centro que en principio se fichó requería un tipo de juego diferente al del curso anterior y su adaptación no fue toda la deseable, dando la sensación que el entrenador, aunque le alineara, no estaba contento con sus servicios ni tampoco con los de sus recambios y refuerzos: Jiménez y Torres -aunque los goles de este último frente a Villareal y Levante otorgaron cuatro puntos que terminaron siendo decisivos para lograr la tercera posición en Liga); controlar ciertos aspectos de la comunicación del club (confusa dualidad entre los mensajes que llegan desde el departamento de prensa del club y las incendiarias y provocadoras píldoras que emite por las redes sociales el jefe de prensa particular de Simeone); resolver y ser más transparentes en algunas cuestiones relacionadas con el cuerpo técnico (la extraña renovación separada del Cholo de sus indispensables escuderos Mono Burgos y Profe Ortega -¿llegó ello a afectar y ser el motivo del escaso fuelle que demostró el Atleti en los últimos y decisivos dos meses de competición?- o quién es y de dónde viene Andrea Berti, ignoto personaje de desconocidas raíces colchoneras que desempeña importantes labores técnicas en un club del que nunca había formado parte) y con algunos de los problemáticos temas societarios que se están encallando (traslado del estadio; construcción de la ciudad deportiva…); reforzar la cantera (hace años que no descolla ningún jugador de las categorías inferiores, sin que haya que olvidarse de la catastrófica temporada del equipo filial, que perdió la categoría de 2ªB), etc. fotooficialEn cuanto a los logros, no fueron pocos: objetivo de la tercera plaza que da acceso directo a la Liga de Campeones, aunque agónicamente, cumplido (con el valor añadido de conseguirse por tercer año consecutivo, lo cual nunca antes se había logrado en los 112 años de historia del club); quinto título de la era Simeone (que hasta ahora ha obtenido al menos un trofeo oficial en cada una de las temporadas que lleva en el puesto); sacudirse la madriditis que atenazaba al equipo (de 8 partidos jugados contra el Real Madrid, 4 victorias, 3 empates y sólo 1 derrota, y dejando a cero a los blancos en los cuatro partidos jugados en el Calderón); buen tino en líneas generales con los fichajes (dos de los cuales -Oblak y Griezmann- y pese a su elevado coste, han resultado un total acierto); recuperación para la temporada próxima de jugadores cedidos que se han fogueado con muy buen rendimiento en equipos punteros (especialmente Óliver en Oporto y Alderweireld en Southampton han tenido minutos que en Madrid difícilmente se les hubieran garantizado); la ya comentada renovación del Cholo y su equipo técnico por cinco años; entrada de capital extranjero en el accionariado del club (lo que garantizará fichar jugadores de calidad y mantener a la columna vertebral de una plantilla que sigue siendo la admiración de los grandes clubs del mundo); afianzamiento de marca y llegada de patrocinios y sponsors, etc.

Todo lo cual arroja una temporada en la que se han cumplido con creces los objetivos marcados (como mínimo lograr la tercera plaza en la Liga y luchar y competir siempre) y que habría que calificar de notable alto (temporadón de 9 para Simeone), constatando la consolidación del Atlético de Madrid, gracias a la impagable labor del argentino, en la élite del fútbol español y europeo. El Atleti ha llegado (ya lo hicieron otros clubs que tocaron efímeramente la gloria) y además parece que para quedarse. El reto es ahora instalarse y mantenerse, lo cual siempre es lo más difícil, con las mismas prestaciones que este curso: seguir colándose entre los ocho mejores del continente, llegar a marzo con opciones intactas en Copa del Rey y Liga. E ir cumpliendo el infalible ritmo de títulos que hasta ahora está dando el Cholo año tras año al Atleti.

Rafael Valentín-Pastrana

@rvpastrana

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Esta entrada fue publicada en May 24, 2015 por en Atlético de Madrid y etiquetada con , , , .

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