Este es uno de tantos inventos que nos inspiran la frase «era lo que me quedaba por ver». Sí, se trata de una funda para lentes con forma de burrito, el Photorito.

Dicen que esta idea nació además de para para proteger los lentes, para camuflarlos y así lograr que los ladrones se sientan menos tentados a robarnos nuestro equipo fotográfico, si es efectivo o no, es todo un misterio.

Lo que sí es cierto es que es una simpática forma de proteger los lentes que no estemos usando. Tiene una banda que   se encargará de sujetar bien el lente una vez que hemos cerrado el burrito. Su interior está acolchado con neopreno, para evitar daños fruto de caídas o golpes.

Aquí tienes alguna imagen de este singular artefacto.

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