El asesor y columnista de El País defiende el uso de memes, emojis y Snapchat en una campaña presidencial.
Por Juan Carlos Ramírez F., 13 de junio 2016, La Segunda
«Que a Bernie Sanders den ganas de abrazarlo, como a un abuelo, es fundamental», dice Antoni Gutiérrez-Rubi, consultor político y columnista de El País. Él mismo tiene en su oficina en España un muñequito del candidato estadounidense. Sus amigos se lo piden prestado para tomarse selfies, cuenta.
Invitado por la Facultad de Comunicaciones de la UC, mostró una investigación sobre la estrategia digital de Sanders que llevó la apuesta de Obama por las redes un paso más allá.
«No creo que necesite de lo digital más que el resto de candidatos. Aunque sí puede que con eso supla recursos y opciones. A través de una espectacular campaña de recaudación cívica a través del crowdfunding, Sanders recaudó más que cualquier otro», explica. «Sanders hizo una muy buena campaña digital, original, innovadora, audaz. Los candidatos tradicionales muchas veces se cobijan en el statu quo, se animan menos a probar y son menos osados».
#FeelTheBern
El experto dice que lo suyo no es una «fascinación» con el caso Sanders, sino que es un interés más general sobre las elecciones estadounidenses. De hecho, participa en «Rumbo a la Casa Blanca», blog de El Periódico, donde analiza la campaña del legislador independiente con más tiempo en el Congreso estadounidense (16 años en Cámara baja y senador desde 2006) y cuyo programa prometía la ciudadanía de los 11 millones de indocumentados, regulación bancaria y redistribución de ingresos.
«Bernie tiene un enorme capital simbólico; desde su participación en la célebre Marcha de Washington, hasta haber sido el primer congresista independiente en 40 años. A esto sumemos potentes atributos personales y su causa».
-¿Cuáles son las claves de su boom entre los millennials?
-A principio de las primarias, una encuesta de Harvard ya mostraba que 4 de cada 10 demócratas eran votantes de Sanders. Con el tiempo, esta tendencia fue confirmándose. En New Hampshire, por ejemplo, más del 80% de los votantes de entre 18 y 29 años votaron por él.
– Justo el grupo que no se siente interpretado por la política tradicional.
-Ellos no confían en los partidos. Los consideran parte del problema y no de la solución. Crecieron entre la crisis y recesión. A los millennials, que fueron los protagonistas del Occupy Wall Street, el discurso de Sanders les encaja a la perfección.
Emojis y Snapchat
-¿Qué aprendimos de la estrategia Sanders y que podría aplicarse a nuestros candidatos?
-Lo más relevante es la campaña ciudadana que se desarrolló alrededor de su figura. Aprender de la astucia de haber «liberado» la campaña, de haber permitido que afloren talentos y voces alrededor de conceptos como » feel the Bern» . El control jerárquico y con vocación omnisciente de las campañas ortodoxas tiene que aprender del enorme potencial creativo de los activistas cuando se les da un grado de libertad y autonomía.
-¿Los políticos más tradicionales la tienen difícil con las tecnologías? ¡Bachelet ni siquiera tiene Twitter personal!
-No creo que la tengan difícil, pero sí que es necesario un proceso de desaprendizaje humilde para aprender y reaprender. Los políticos tienen que comprender que las redes son un ecosistema nuevo donde las reglas y las condiciones cambian. Después deben aprender a escuchar. Las redes permiten un nivel de escucha atenta, activa, sensata y profunda sobre la opinión y el estado de ánimo de la gente. Y sólo al final, después de comprender y escuchar, llega el turno de hablar. Y hay que hacerlo con el mismo lenguaje de la gente, de las redes: audiovisual, infográfico, hasta con emojis o Snapchat.
JCRF/ARCHIVOS 