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faltaba mas
2016/11/04, 12:34 am
Filed under: agua-en-vasos, Cuentos Breves, Fusiones | Etiquetas: , ,

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Un día 4 de noviembre como el de hoy; en Tinta, Perú; se inician las acciones de criollos y aborígenes contra la dominación del absolutismo europeo en América. El movimiento emancipador de 1780 fue conducido por Túpac Amaru II, cuyo nombre de bautismo fue José Gabriel Condorcanqui  



 Pero faltaba más

   Yendo a la Capital una vuelta, pasé a visitarlo a mi amigo el español. Habiéndose establecido recientemente en el país, y con todo su entusiasmo, se correspondía él con las pretensiones de ese Buenos Aires farragoso que a mí ya en ese otrora me pudría. De paso me le había aparecido. Sentimental y al momento, me había dicho por el intercomunicador desde su departamento que lo alegraba mi visita. «Entonces no interrumpo nada», le dije: «El día está muy lindo; ¿por qué no bajas?; te invito a desayunar en el Boulevard». Luego de un corto silencio me respondió con una frase sonora: «¡Venga, Sergio, vamos a pasear al Tigre!».

   Interesante perspectiva de aire libre, un recorrido por las riberas del Delta, quizá embarcando para navegar la isla. Con gusto pues, yo lo esperaba en su puerta de calle, y a poco lo ví venir. Se traía algo sorprendente para la contingencia de ese encuentro conmigo: un felino amenazante atado con una correa. Mostrándome los dientes, el bicho jalaba de la traílla como queriendo saltar sobre mi. El español lo acarició en la cabeza. Esas incorrecciones del amigo, cosas inconvivenciales que no me valen la pena, sin camino para solidaridades.

   Le dije «¿Cómo es esto?, es algo muy aburrido, ¿te das cuenta? Te esperé para ir juntos al Tigre, y no para dar un paseo con tu tigre. ¡Habráse visto!». Tendría él todavía algún afecto vivo por mí que me alejaba caminando. «No seas cabrón, no te ofendas, che; aquí todos están locos» … «Es así, vos y yo lo sabemos, chapetón, pero no todos se dan cuenta; y cómo rompen, cómo perros y gatos». Sólo fue una errante suposición de mi espalda la posibilidad aprensiva de que se me clavasen las garras del micifuz. «Ya está», me dije: «Ojalá no tenga que volver por estos barrios; igual no hay nadie que me vaya a extrañar; pero faltaba más». Evitación sopesada que sigo sosteniendo desde aquella mañana.


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 Sergio Edgardo Malfé
 República Argentina, Abya Yala; Noviembre de 2016


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