LO SUBLIME

EN LA SIMPLICIDAD ESTÁ EL ERROR Y LO SUBLIME

Queremos lo sublime, pero no sabemos como buscarlo. Para conseguir lo máximo y lo mejor hace falta disponer de la capacidad de asombro y de admiración. Sin dosis muy altas de humildad será difícil apreciarlo. La insignificancia, el sentirse pequeño ayuda, y mucho, a sobrecogerse y admirar lo infinito. Lo sublime, en muchas ocasiones, transciende la comprensión que tenemos de las cosas.

Imagen: Lluvia, vapor y velocidad. National Gallery, Londres.

No todos nos sobrecogemos por lo mismo, ni lo experimentamos de la misma manera, porque hay cuestiones culturales que lo moldean. En cambio, parece que todas la personas encontramos en lo grandioso un elemento en común. Es una de las motivaciones más potentes de que disponemos las personas: la búsqueda de la excelencia. Nos obliga a hacernos preguntas y a hallar las respuestas que se encuentran detrás de los grandes logros de la Humanidad. El asombro y la búsqueda de los sublime es el motor que impulsa la investigación, la innovación, o simplemente el hacer las cosas fetén.

El pensamiento y el saber dar razón de lo que se hace nos ayudan a imaginar las incógnitas pendientes. Lo sublime es, por tanto, la antesala de la duda y de la perplejidad. Al mismo no se llega con la arrogancia y el temor paralizante. Hace falta partir de lo pequeño, para continuar con el asombro y terminar respondiendo a la dudas. Es un camino arduo pero sencillo porque estamos rodeados de lo sublime, pero nuestras prisas y falta de atención nos impiden parar para contemplarlo, y digo contemplar.

Cuanto más aprendamos, más conscientes seremos de nuestra insignificancia y de lo poco que conocemos. El esfuerzo por saber nos acerca a lo desconocido y al encuentro de colaboradores que pongan en solfa nuestro ego. El sobrecogimiento y lo sublime están entrelazados, al igual que lo pequeño ante la enormidad.

CAGAPAÑALES

EN LA GUERRA, ACUÉRDATE DE LA PAZ.

Los hay que huelen la presa con demasiada facilidad y se lanzan a degüello. Lo suyo es husmear la vida de los demás y, en vez de aportar algo positivo, se dedican a rebanar el cuello de sus víctimas. Así, sin más, sin conocerlas siquiera. Las redes sociales son su habitat y ahí, al abrigo del anonimato, han encontrado su acomodo. Estos cagapañales, que cuando se los descubre se van por las patas abajo, se han convertido en un problema para la razón porque ni la conocen, ni la esperan.

Estos indeseables, que son muy chulos, menos para perder, se protegen en la oscuridad de las redes sociales. Insultan, se mofan; en definitiva: agreden. Exhiben sus miserias con comentarios que insuflan un odio desmedido; y así transcurre su quehacer, metiéndose con los demás porque en el anonimato se sienten muy grandes. Qué se puede esperar de quien no aporta nada y, cuando lo hace, lo lleva a cabo con faltas de ortografía que lo retratan como un lego en todo lo que dice.

Imagen: panalesadultos.com/para-hombres/

Se dedican a chafar la vida de los demás. Están al acecho de lo que otros hacen o dicen para saltar como carroñeros a por su presa. Les falta tiempo para ser desmedidos y arrogantes. Son muy modernos porque son rápidos con su móvil y están en todos los medios sociales. Sus neuronas, que en ocasiones dudo que posean, no les dan para más. Su ramplonería es temeraria y eso es lo que les hace peligrosos: no son conscientes del daño que ocasionan; o sí, y les mola.

Estos asaltantes de caminos al principio asustan; después borras sus comentarios porque no aportan nada y por último sientes lástima, porque en el fondo son unos cagapañales llenos de mierda. Punto final.

Nota: esta bitácora no va a publicar ningún comentario que ataque a la dignidad de las personas. Así que no pierdan el tiempo, que es valioso.

LAS LLAMADAS MUJERES COMPUTADORAS

LA MÁQUINA INFALIBLE E INTELIGENTE ES IMPOSIBLE

Esta es la historia de las primeras mujeres que programaron una computadora moderna. Su formación era de matemáticas y esta materia es sobre la que relizaban sus trabajos hasta que fueron llamadas para algo desconocido para ellas. El éxito de su trabajo se lo llevaron dos hombres de 38 y 26 años (obviaré los nombres). Y se refierieron a ellas, siendo mujeres, «como lo que habían hecho muchos hombres entrenados». Asistieron a la primera presentación de la computadora para servir el café. A la segunda reunión a la que acudieron grandes prohombres de la ciencia, la tecnología y la política, ni siquiera se las invitó. Aparecieron en fotos junto al superordenador, pero no se mencionó su nombre.

Al terminar la II guerra mundial, la artillería podía disparar proyectiles a un rango de alcance entre 14 y 23 km. Los tiros no eran certeros porque los soldados no estaban capacitados para realizar operaciones matemáticas que tuvieran en cuenta parámetros como la distancia, la humedad, la densidad del aire, la temperatura, el peso del proyectil y el grado de inclinación del cañón.

Un grupo de hombres se dedicó a realizar el superordenador. Sus medidas, de 2,5 metros de alto, 25 metros de largo y 30 toneladas de peso, es algo impensable hoy en día. Su funcionamiento fue un éxito. Mientras que ellos hacían su trabajo, las «computadoras» (así se las conocía a las seis mujeres) tendrían que confeccionar la programación. Su trabajo fue pionero porque no existían lenguajes de programación, ni conocían el funcionamiento de la máquina, ni cómo enrutar los datos, ni dar las instrucciones a la máquina. Partieron de la nada.

Imagen: Shirley Ann Jackson, primera mujer afroamericana en doctorarse en el MIT

El resultado fue brillante. Usaron un sistema binario y fueron las inventoras del software de ENIAC (Computador e Integrador Numérico Electrónico). Mediante sencillas operaciones, la computadora podía calcular la trayectoria balística con precisión. Ellas se llamaban , Kathleen «Kay» McNulty, Marlyn Wescoff,  Frances «Betty» Holberton, Frances «Fran» Bilas, Ruth Lichterman y Jean Jenningsz. Estas mujeres posteriomente estarían en la vanguardia de la informática; pero esa es otra historia. Fin

SILVER ECONOMY

EL QUE AVISA NO ES TRAIDOR. AL LORO, ES LO QUE VIENE.

Los jubilados constituirán la economía del futuro. Para dentro de 35 años, en Europa, 1 de cada 3 personas será mayor de 65 años. La pirámide demográfica se invertirá y la esperanza de vida aumentará. Vamos hacia un futuro en el que los hábitos de consumo se adaptarán a las necesidades de una población envejecida pero con recursos. Según la OMS, la población total de personas mayores de 60 años se habrá duplicado en 2050 respecto al año 2000. Los datos de este organismo son determinantes: en 2018, por primera vez en la historia de la humanidad, los mayores de 65 años superaron en número a los menores de cinco. En definitiva: el futuro no es de los jóvenes, es de los viejos.

Imagen: vidaecononica.com

Aquellos que hicieron la revolución del Mayo francés en el 68, que tiraron el Muro de Berlín, que corrieron por las calles para traer la democracia a países como España, Portugal o Grecia, que después dirigieron la economía y el mundo, o que crearon grandes empresas como Microsof hoy poseen un patrimonio once veces mayor que el que tienen los milenials. A medio plazo, la economía plateada condicionará los servicios, la generación de productos y las actividades económicas a favor de una población mayor de 50 años.

Se caracterizan por disponer de poder adquisitivo libre de cargas. Les gusta darse algún capricho, viajar y tener experiencias nuevas. Se cuidan, hacen deporte, comen bien, se divierten y van a la moda. Disponen de tiempo libre y demandan productos y servicios específicos. Son mayores pero no son ajenos a las innovaciones tecnológicas. No se consideran viejos para la domótica, la eSalud, la inteligencia artificial o el internet de las cosas. En resumen: disponen de un músculo financiero mayor que el de sus hijos y no son tontos.

Comienzan a ser un movimiento a escala mundial y con ellos surgirán nuevas oportunidades de negocio. Los Estados realizarán planes específicos para fortalecer la sanidad y la vida autónoma de las personas. Llegarán nuevas profesiones y se impulsarán carreras universitarias relacionadas con el cuidado de los mayores. El mercado se adaptará a sus necesidades y, para conseguirlo, los departamentos de I+D+i desarrollarán nuevos productos y servicios. Al loro: es lo que viene. Fin.

PATOCHADAS DEL HORÓSCOPO

Imagen: 20minutos.com

EL PERIÓDICO HACE LAS NOTICIAS, NO LAS NOTICIAS AL PERIÓDICO

Leo los periódicos y flipo en colores. Uno, que se le supone fetén porque es de los líderes mundiales, abre en su primera página con «Mantequilla o margarina: ¿cuál es más saludable?» Muy bien, me digo: debe de ser lo más importante que ha ocurrido en el mundo mundial. Voy a otro periódico y la noticia es «Adopta una cabra: la iniciativa desesperada de este pueblo pequeño» y en la misma página añade: «siete reglas para vestir con estilo». No puede ser, pienso. Voy a otro y «la nueva casa de Puigdemont en el sur de Francia».

Ya urgido por el cotilleo, busco el horóscopo. Ahí esta, para mi alivio. Investigo un poco y me encuentro a un fulano que cuando fue becario se encargó de escribir lo que se le ocurriera en esta sección. En otro apartado hallo a una colega del primero, que durante años se dedicó a copiar lo mismo que se había escrito en el pasado. Hoy diríamos que realizaba un corta y pega. Me vuelvo a preguntar: ¿por qué abren los periódicos con tales sinsorgadas si ya tienen el horóscopo?

Uno se sorprende de cuánto relleno sin interés tienen los periódicos; parece que les sobran páginas. Las noticias tienen que ser de cotilleo o de desastres. Esto es, o nos meten la vida de otros por el ano y tan contentos, o nos cuentan fatalidades muy crueles y, cuanto más de ambas cosas, mejor. Lo positivo no vende, no interesa. La cosa es hacer de lo anormal, la norma; y si puede ser una trajedia, mejor. Pondré un ejemplo: circular con un vehículo por la carretera exige cumplir las normas, estar pendiente del otro, ceder el paso, facilitar las maniobras a desconocidos… En fin, que la inmensa mayoría de las personas nos pongamos de acuerdo y que lo hagamos en décimas de segundo, mientras vamos jugándonos la vida a alta velocidad. La noticia debiera ir por aquí. Pues no, lo será la de los imprudentes o la mala suerte. Se tratará, en definitiva, de que se masque la muerte y salpique la sangre.

Bastante tenemos con los horóscopos inventados, que carecen de toda validez práctica, para que luego entre las 10 noticias más leídas en la BBC aparezcan, literal: «La urraca Molly regresó a casa después de la protesta pública». Pues ya está: algún interés tendrá, me digo.

LA HIPOCRESÍA DE OTROS

POR LA PAZ, UN AVE MARÍA Refrán.

Imagen: humanidades.com

Las normas de convivencia van en detrimento de la libertad. Son estas reglas las que han impuesto la limitación en beneficio de la convivencia. Las sociedades, a medida que se han ido desarrollando, han logrado limitar la fuerza y los mamporros en beneficio de lo sutil y de la diplomacia. Hay quien lo llamará hipocresía. Si esta se entiende como un ejercicio de reservar las ideas para no molestar o como un acto de libertad para silenciar la opinión y no decir toda la verdad, se puede convertir en un valor positivo.

Ante el radicalismo y la intolerancia, en muchas ocasiones, es preferible hacer uso de la libertad de expresión para callar, cuando de lo que se trata es de preservar la convivencia. Silenciando la opinión estamos defendiendo nuestra libertad, y esta autolimitación nos evita el control y la censura de nuestras ideas por terceros. Se trata, en definitiva, de salvaguardar nuestra intimidad. La manifestación amplia de nuestras opiniones se debe realizar en función del contexto. Por lo tanto, el ser completamente sincero depende del daño que podamos ocasionar.

Se nos pide, como valores a resaltar, que seamos transparentes y sinceros. Se nos solicita en definitiva que seamos insoportables porque en muchas ocasiones lo mejor es la discreción y el secreto. Controlar las emociones y no decir todo lo que se sabe aumenta la convivencia y evita la imbecilidad, sobre todo de aquellos que se tienen como auténticos porque dicen ir de frente. El moderarnos y limitar nuestras opiniones puede evitar el daño que ocasionen nuestros impulsos descontrolados. Fin.

LA GUERRA

¡AH, LOS GENERALES! MUCHOS, PERO NO BUENOS PARA MUCHO. Aristófanes

Imagen: izquierdaweb,com

Ahí está. Su corazón, si lo tiene, late en las entrañas. Nadie la quiere, nadie la desea, pero todos estamos preparados por si viene. Entonces se viste de noche macabra y corremos a protegernos. Cuando comienza es un chorro de sangre sin fin, una hemorragia que no se puede parar. Llegan los lloros, los lamentos, la venganza de quien se siente fuerte y las cicatrices imborrables de los vencidos. Los poetas escriben dramas porque drama es la vida, o mejor: la mala vida en una noche mala. No hay refugio para tanta desesperanza.

Unos la recrean; los otros la narran; y los venidos de fuera hasta la televisan, pero el horror y los velatorios son de otros. Sus protagonistas toman posiciones y bailan su danza oscura en pos de su verdad. Los contendientes sienten el mismo frío, comparten los mismos valores, se entristecen y se alegran por análogos motivos. La vida de los protagonistas era semejante: levantarse, trabajar, cuidar de los suyos y vuelta a empezar. A pesar de todo, se matan por una quimera que no es la suya, es la que les han dicho. Solo queda que en su hogar los lloren.

Hay fuego amigo, errores logísticos y partos en sótanos y huérfanos, porque la vida sigue en la desdicha. Defienden una tierra que es de todos y se toma partido por algo que fue casual. Olvidan que el nacer en un bando o en el otro es cosa del azar. Nadie viene al mundo eligiendo; es la suerte quien provee, la buena o la mala, que ambas van de la mano. En la batalla, la derrota es compartida y la victoria es la humillación de la dignidad. El mal sueño y las legañas se quedarán para siempre. Son las cicatrices de tanta sinrazón y soberbia de los unos y la estupidez de los protagonistas.

Mientras los muertos yacen sin tierra hay quien habla de represarias porque hay que vengar aquel que fue y ya no es, el caido. Hablan de contención mientras aumentan la tensión. Todo es inminente hasta las carencias y el sufrimiento, que no importan porque hay que resistir. Y así hasta derramar la última gota o la última bala. Fin, porque es el fin.

¿QUÉ FUE DEL TECNATO?

SON 140 CARÁCTERES NADA MÁS.

Después de la Gran Depresión, en los EEUU, un grupo de soñadores trató de crear una sociedad distinta. Se trataba de la utopía tecnócrata. Esta sociedad, con el nombre de Tecnato, nunca llegó a existir, pero su movimiento, durante los años 30 y 40 del siglo pasado, llegó a tener la respetable cifra de 500.000 miembros en activo.

Pensaban que la modernidad unida a la tecnología habriría unas puertas impresionantes para realizar una sociedad más justa. Creían que gran parte de las soluciones al desempleo, a los problemas medio ambientales, desigualdad o superpoblación en las ciudades, estaban en la ciencia y que esta debía estar gestionada por científicos, ingenieros y expertos. El sistema democrático estaba articulado sobre la base de los intereses del capital orillando a las personas; y, para colmo, aupaba a incompetentes que tomaban decisiones erróneas dilapidando el capital generado con los impuestos. Alguien pensará que esta música le suena.

Imagen: Getty Images. Parados durante al Gran Depresión en EEUU

El Movimiento Tecnocrático nació tras el «crac del 29» en un contexto de desencanto del liberalismo económico y auge de los radicalismos como el Fascismo y el Comunismo. Quizás la melodía recuerde a la crisis europea del 2008-2014, a la primavera árabe y el resurgir de nuevos partidos políticos y de los populismos de extrema derecha e izquierda en Europa. Los tecnócratas pusieron en solfa a los vendepatrias y decidieron actuar.

Como buenos científicos hicieron cuentas y vieron que con el dinero de que disponía el Estado, si se gestionaba con rigor, daba para mucho. Vieron que era suficiente con una jornada laboral de 16 horas a la semana, que se podía trabajar sólo durante 20 años y que los mejores para hacerlo eran entre los 25 y los 45 años, en los que las personas se jubilarían. El dinero no haría falta, porque el Gobierno disponía de recursos para una sanidad universal y para cubrir todas las necesidades de vivienda, alimentación y vestido de la población. Las cosas tendrían el costo en función del gasto energético ocasionado.

Había un problema insalvable: el sistema democrático debía desaparecer, y la nueva sociedad debía estar gestinada por Tecnócratas. Hoy el tecnatos está en las empresas en forma de logaritmos, minería de datos, robot, programas informáticos… Fin y a otra cosa, mariposa.

GUARDAR LA MIERDA

TODO LO QUE ESCUPE EL ARTISTA, ES ARTE Kurt Schwitters

Los suizos, muy ordenaditos ellos, han puesto en marcha la Microbiota Vault (Bóveda de microbiota). Lo están realizando ante la evidenca de que las bacterias que habitan en nuestro intestino están en peligro de extinción. Para preservarlas han decidido que lo mejor es depositar nuestras heces y el resto de material biológico en el interior de una gran bóveda. El plan es realizar copias en Groenlandia o en Patagonia, Argentina, por lo que podría pasar en el futuro, que nunca se sabe.

Merda d’artista. Museo: MoMA Nueva York

Los científicos se dieron cuenta de que la variedad de bacterias que cohabitan en el cuerpo de los indios del Amazonas duplica a las que poseen los estadounidenses. Las van a coleccionar ante el temor de que desaparezcan en un futuro. Este sistema complejo, y todavía no del todo entendido, es fundametal para nuestro sistema digestivo. Se cree que esta pérdida de microorganismos es la causante de enfermedades crónicas en los países con poca variedad de microbiota.

Detrás de su desaparición se encuentran los alimentos ultraprocesados y el uso de prácticas que los permiten conservar en mejor estado. Desde la primera revolución industrial la población ha ido reduciendo el consumo de fibra y destruyendo el equilibrio que permite aprovechar los nutrientes. Por otra parte, el uso masivo de antibióticos, que son esenciales para combatir las infecciones bacterianas, ha ocasionado la eliminación de bacterias beneficiosas. También se achaca la perdida de microbiótica al aumento de las cesáreas en los partos. El bebé nace en un entorno estéril en el que no tiene contacto con los microorganismos de la madre.

Los científicos consideran que la pérdida de estas bacterias puede poner en peligro a muchas personas. Así que se han puesto a guardar nuestra mierda y almacenar bacterias fermentadas por quesos y yogures. Con ello pretenden disponer de un lugar en el que guardar una colección de ellas, que sean beneficiosas para nuestra salud.

Según la nuevas reglas, los montañeros que suban al Everest tendrán que volver con sus excrementos en bolsas. No es por guardar la microbiota, es porque son unos cerdos y lo dejan todo hecho una mierda. Fin