Tú no te acordarás, porque no lo viviste, pero hubo un tiempo en que las heladeras (frigoríficos) funcionaban con hielo y no con electricidad. Ponías media barra de hielo en el compartimento de abajo y arriba la carne, el pescado, o lo que quisieras mantener fresco. El cajón de más abajo era para que el agua que se iba derritiendo del hielo, pasara a través de una rejilla hacia abajo y no inundara el mueble. Cada tanto, vaciabas el agua del cajón y ¡listo!.
Pues si no lo has vivido, tal vez dentro de poco, si.
La ola de calor en China está dejando temperaturas extremas superiores a los 40 °C. Para hacerle frente, los residentes de las provincias del suroeste están tomando medidas. Quienes viven en Chongqing y en la vecina Sichuan están yendo a búnkeres subterráneos y restaurantes en cuevas, en un intento de buscar refugio del calor.
Los restaurantes «Cueva HotPot», llamado así por el tipo de comida que se sirve en una suerte de calderos calientes, y por dónde se ubican, suelen ser muy populares en los meses de verano, ya que la temperatura es más fresca bajo tierra. Ahora se han convertido en algo imprescindible.
La temperatura en estos restaurantes-cueva es de unos 16 °C. Un lujo en comparación con los 42 °C abrasadores del exterior que reportaba el medio estatal de noticias China Daily el sábado pasado.
Algunos expertos dicen que la intensidad de la ola de calor que actualmente se vive en el país podría convertirla en una de las peores registradas en la historia mundial. Esto, además, ha exacerbado una severa sequía en China.
Debido a la ola de calor récord y al bajo nivel del agua del río Yangtze, gran parte de Sichuan y Chongqing, que dependen de la energía hidroeléctrica, utilizan el racionamiento de energía, por lo que han sufrido cortes de electricidad.
Además de estos cortes en las ciudades, una de las medidas que han tomado algunas líneas de tren en dichas provincias es atenuar sus luces, generalmente muy brillantes, usando sólo las luces de emergencia o directamente funcionar con los vagones a oscuras. En redes sociales hay fotos y videos que muestran escenas de personas sentadas en los vagones de tren a oscuras, o caminando por las calles también sin luz. Las cenas a la luz de las velas se están poniendo de moda.
Para conservar energía, las autoridades de Sichuan han pedido que se mantengan los niveles de aire acondicionado a no menos de 26 °C, mientras que en Chongqing han ordenado a las empresas industriales que se restrinja la producción, al menos una semana.
Pero no solamente eso, las medidas creativas se multiplican. Si pediste un delivery o la compra del supermercado pero los ascensores no funcionan y vives en el piso 25. Pues usa una cuerda para llevar la comida arriba. ¿A que te acuerdas de eso en los pueblos de la España profunda? No sería el delivery, pero se apañaban para subir cualquier cosa en los canastos.
Las empresas han empezado a usar grandes bloques de hielo, para ayudar a enfriar sus oficinas. Los antiguos refugios antibombas se usan como cuevas. Agradable y fresco, sin necesidad de aire acondicionado. Pero cuidado ¡No hay señal de celular ahí abajo!
Muchos residentes bajan a dormir a aparcamientos de coches subterráneos. Pero también ha habido algunas historias trágicas que circulan en las redes sociales chinas, como la de una granja local donde todos los pollos murieron debido a continuos cortes de energía.
Aunque no es sólo Sichuan la que se ha visto afectada. Con menos lluvias yendo hacia el río Yangtze, los niveles de agua han bajado particularmente en la presa de las Tres Gargantas y, en consecuencia, la energía se ha reducido en varias ciudades de China, incluido el centro financiero de Shanghái. Esta presa es una obra controvertida. Para unos, es una maravilla de la ingeniería que genera grandes cantidades de electricidad y controla las inundaciones del río Yangtze. Para sus detractores Tres Gargantas ha sumergido pueblos antiguos y ha supuesto el traslado de millones de personas y la eliminación de muchas especies de peces y animales.
Tan grave es la escasez de agua, que las históricas reliquias budistas que han estado sumergidas por años han reaparecido, en las últimas semanas. ¿Considerará China otras opciones de energía para la región? ¿Qué hará Europa al respecto? ¿Y España?
El blog del Trujamán 
Buenos días, Marlen.
Pues no recuerdo la heladera en casa, pero sí que tardó mucho en llegar la nevera eléctrica. Costaba demasiado para un electrodoméstico. Lo mismo que la tele o la lavadora. Creo que la tele en color entró en casa a finales de los 70 porque la muerte del dictadorcito la vimos en blanco y negro. En aquellos tiempos, no hacían falta esos lujos. ☺️
No como ahora, que metemos en la nevera hasta lo que estorba. No miramos si necesitan frío, lo condenamos del tirón a nuestra Siberia doméstica. En casa, desde hace tiempo, congelamos hasta el pan y tras un tostado, lo tenemos tiernito sin tener que bajar a comprarlo temprano. Además, dura semanas.
Un día de estos, empiezo a meter por las noches mi cerebro también, a ver si así me dura más. 😅😂
Con respecto a lo que está ocurriendo en China, creo que no es más que la involución que estamos sufriendo y nos pasará por encima como un trolebus histérico, sin que nos demos cuenta, como con todo.
¿Vivir en cuevas? Primero tendremos que encontrarlas o vamos a tener que hacerlas como los topos. Aunque no sé yo como de hábiles y preparadas van a estar las generaciones futuras. Nuestros ancestros eran, sobre todo, ingeniosos, buscavidas y los libros siempre estaban a mano para guiarles o enseñarles supervivencia. Ahora, perdidos y absorbidos tras las pantalla, con un apagón tecnológico no sabríamos hacer ni un fuego con dos piedras sin buscarlo en Internet.
Veremos hacia donde vamos. Pero, cuidado, China siempre suele ser una preview de la serie que luego tendremos que vivir los occidentales.
Miedito en las entrañas ya mismo. 😱😅
Lo de comer a la luz de las velas es hasta romántico, pero tener que charlar en una reunión en lugar de mirar los móviles, ¡Qué locurón!
Yo voy a pedirle a don Amazonia, Pedernal o Sílex, por si las mosconas gordotas. Nos espera un futuro la mar de divertido. 😝😂
Como dicen en China, ShaoShoshín.
Que tengas un buenísimo fin de semana, amiga. 🤗😘👍🏼
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Buenos días, Jose.
¡Vaya! O sea que no conociste la heladera de hielo! Me imagino que entonces, de la fresquera, ni hablar. Era la antecesora de la heladera de hielo y se usaba sobre todo en el campo argentino. Una especie de cajón grande, con estructura de madera y algún estante, y recubierta por una tela metálica suficientemente densa para evitar el ataque de los insectos y por supuesto, de los animales domésticos. Se solía colgar de un árbol, en una zona con sombra y allí, orientada al sur. La carne, sobre todo, duraba mucho más que en la cocina o en la despensa.
Pero la heladera de hielo la tenía mi abuela en Buenos Aires y cada 2 días recibía la media barra del hielero que venía a casa con su carro de caballo y sus bolsas de arpillera que mantenían el frío.
Antes que eso, en San Sebastián era costumbre que mi bisabuelo fuera a Cestona, a los baños y masajes. Y a la vuelta, solía pasar a buscar el hielo a un «elurzulo» de Cestona y ¿qué era un elurzulo? Pues un elurzulo era un sitio donde, por sus condiciones de ser un grandísimo agujero en la tierra y estar a cierta altura, se mantenía la nieve y el hielo que había caído en invierno, para conservarlo el mayor tiempo posible.
Y este hielo no sólo se utilizaba para conservar alimentos y refrescar bebidas, también para hacer los helados que les encantaban. ¡Y después nos pensamos que los inventos vienen de China!
El frigorífico eléctrico lo compraron mis padres cuando se casaron, 1949. Y el televisor en blanco y negro, por supuesto, en 1956. Recuerdo como si fuera hoy, cuando volví con mi abuelo de ir al Centro Vasco de Buenos Aires, y nos encontramos la sorpresa de mis padres. Yo corría por toda la casa (y eso que era un departamento chiquito), gritando de alegría como una loca. Mientras mi abuelo protestaba porque era una locura gastar en ese artefacto. 😂😂
En cuanto a lo de vivir en cuevas, ya escribí una entrada sobre los búnkers que se están vendiendo y se hacen bajo tierra, con todas las comodidades. Y que, como todo, irán bajando de precio a medida que se hagan más populares. Así que será cuestión de apañárselas. Aunque tienes razón que las nuevas generaciones no están preparadas para cualquier emergencia y para la supervivencia.
Yo ya me estoy diseñando el mío. Porque al paso que vamos, mejor tener una pala a mano. Y velas tengo stock para rato, porque me encanta encenderlas cualquier día. Será cuestión de racionarlas.
Un buenísimo fin de semana también para tí, amigo.
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