El peligro de beber agua cruda

Silicon Valley es un manantial inagotable de creatividad. Y no solo produce tecnología. De un tiempo a esta parte, el popular enclave informático estadounidense también genera (y difunde y exporta) diversas modas dietéticas con potenciales efectos nocivos para la salud. De allí, donde hace menos de un año se popularizó la dieta del ayuno y el café, ahora mana una nueva propuesta: la de evitar el agua del grifo y la embotellada tradicional para beber únicamente “agua cruda”. ¿Y qué es el “agua cruda” (o raw water, como se la conoce en inglés)? Agua extraída de un manantial que se envasa y se vende sin haber recibido ningún tipo de tratamiento, como, por ejemplo, la que fluye en un arroyo cualquiera de montaña. A continuación se aborda esta moda y sus peligros.

En Silicon Valley está de moda beber «agua cruda». Desde que se conoció la noticia, a principios de este año, la moda hidratante se desparramó con rapidez. También se extendieron los puntos de venta. A día de hoy, la raw water se comercializa dentro y fuera de Estados Unidos a través de Internet con la promesa de ser mejor que otras aguas. Sus anunciantes destacan que no contiene productos químicos (como el cloro o el flúor), que es tan natural como cuando brota de la tierra y que, precisamente por ello, sienta mejor y nos aporta energía extra. El mensaje ha calado hondo, a juzgar por su precio de venta. Una botella de «agua cruda» vale entre 6 y 15 euros, pero, como advierten los especialistas, beberla puede costarnos mucho más que eso.

Un apunte antes de continuar: el agua mineral que compramos embotellada en España es, en rigor, «agua cruda». Se obtiene a pie de manantial y no recibe ningún tipo de tratamiento químico. Sin embargo…

Artículo publicado en Eroski Consumer.

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