En la madrileña estación del metro de Sol, un cartel de antiguos menores trata de combatir la campaña contra los «menas» mediante la difusión de las historias de jóvenes que llegaron a nuestro país, se han integrado perfectamente en la sociedad, y actualmente tienen una profesión. 

EL partido político Por un Mundo Más Justo (M+J) ha colocado un nuevo cartel en el mismo lugar donde estaba el de VOX el 20 de abril de 2021 con el lema «Protege Madrid», que se vio durante la pasada campaña electoral en la estación de metro de Sol. Hoy se ve el lema «Protege a los menores».

En esta ocasión, y con el lema: «son nuestras historias y las queremos contar nosotros», muestran a Thimbo Samb, un actor que participa en series y películas de Netflix, TVE y Movistar. 

Thimbo decidió emigrar desde Senegal a Europa con diecisiete años. Después de tres viajes frustrados, un buen día llegó a Tenerife tras una travesía de nueve días. De allí viajó a Valencia, donde estuvo viviendo en la calle. «Aquellos meses de soledad y de vivir en la calle fueron los más duros de mi vida – explica – pero no los cambiaría». Esos meses han conformado a Thimbo. «Lo que soy hoy fue construido durante esos meses», asegura.

Allí, en la capital del Turia fue donde CEAR, la Comisión de Ayuda al Refuguiado, le cambió la vida. Recordando la vocación de su madre, actriz en Senegal, Thimbo participó en un taller de teatro, gracias al cual aprendió español y desarrolló su vocación como actor. Así, «pude hacer un cortometraje que me permitió ganar el premio al mejor actor del Festival Internacional de Castilla la Mancha. Esto me dio oportunidad de ir participando en otras series», cuenta sonriente.

En la actualidad, con 33 años, forma parte del equipo de Fuerza de Paz, una serie de TVE. 

Por otro lado, quiere producir, junto a la actriz Aicha Cámara, un largometraje titulado Un sueño, que contará la historia de Lanfia Keita, tío de Aicha. Keita era un abogado de Guinea Conakri quien, ante la quiebra del bufete en el que trabajaba, se ve obligado a migrar a España. En Valencia se ganaba la vida como mantero; allí enfermó de leucemia, muriendo en Torrevieja (Alicante). Con ese trabajo desea transmitir dos mensajes importantes. Por un lado, quieren hacer ver a sus hermanos y hermanas en África que «Europa no es como pensamos» y, por otro, trasmitir a la sociedad española que «hay manteros que eran profesores o abogados en sus países», que no todos los que llegan son analfabetos.

Una campaña durante un año

La campaña de M+J pretende contar historias como la de Thimbo, ejemplos de integración exitosa, renovando frecuentemente el cartel. Estas historias se pueden encontrar ampliadas en la página web del partido bajo el epígrafe #protegealosmenores. «El objetivo es presentar historias reales de jóvenes extutelados, frente a tanto bulo, noticia falsa y mensajes de miedo», explica Alejandro Plans, portavoz general de M+J.

Este partido denunció el cartel de VOX ante la Junta Electoral Provincial de Madrid por considerarlo un presunto delito de odio que estigmatizaba y criminalizaba a los menores. Ahora, ha contratado ese mismo espacio publicitario durante un año para lanzar la campaña, con el objetivo de restituir la imagen de los menores en el mismo lugar donde fue dañada. 

«Pedimos el apoyo de la ciudadanía para contratar este espacio publicitario indefinidamente y que nunca más se pueda colocar ahí un cartel como el que se publicó el pasado 20 de abril», recalca Plans.

Por un Mundo Más Justo, M+J, es una organización de carácter político propulsora de los movimientos sociales SickOfWaiting.org que exigía a los países de la Unión Europea cumplir con la cuota de personas refugiadas a las que se habían comprometido acoger y NoMorePandemics.org, que promueve la creación de mecanismos de financiación que permitan el acceso a las vacunas a los países pobres más afectados por la COVID-19.

También es conocida por haber puesto en marcha el modelo matemático COVIDModel.es, que ha analizado la evolución de la pandemia en España desde abril de 2020.

Concha Moreno
Periodista. Tras más de 30 años en el sector de la construcción en una publicación para profesionales, me dediqué al mundo de la solidaridad a través de un partido político, ocupándome de la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Poco después me instalé en México. Publiqué en un par de periódicos y en una revista literaria, donde edité poesía. A través de Periodistas en Español comencé a relatar lo que sucedía allí. Tras siete años de estancia en el país azteca, en 2018 regresé a España.

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