Ayer miércoles se celebró en el Vaticano una audiencia privada entre el papa Francisco y los obispos del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana (UGCC). Tras la polémica por las palabras del Pontífice alabando el imperio de la Gran Rusia, el Santo Padre ha querido mostrar su cercanía con los ucranianos.
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