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COMUNIDAD: Escuela de ballet The Wooden Floor da oportunidades a los pequeños amantes del baile

  • Cientos de niños y niñas audicionaron para participar en el...

    Cientos de niños y niñas audicionaron para participar en el programa de baile y arte de The Wooden Floor en Santa Ana.

  • Centenares de padres de familias se formaron con sus hijos...

    Centenares de padres de familias se formaron con sus hijos desde tempranas horas del sábado, 18 de octubre, para lograr un lugar en las audiciones que ofrece The Wooden Floor cada año. La organización cuenta con cupo limitado ya que la participación es alta y el programa está formado para familias de bajos recursos.

  • Katherine Martínez de 9 años, abraza a su madre, María...

    Katherine Martínez de 9 años, abraza a su madre, María de Los Ángeles Martínez, de la emoción de ver a su hermana gemela, Karen Martínez, entrar a la audición. Los Martínez fueron los primeros en la fila de las audiciones el sábado, 18 de octubre las instalaciones de The Wooden Floor en Santa Ana.

  • Niños esperan su turno para audicionar en las instalaciones de...

    Niños esperan su turno para audicionar en las instalaciones de la organización no lucrativa de The Wooden Floor en Santa Ana. De ser elegidos al exitoso programa, los niños recibirán cursos de danza y consejería académica totalmente gratis.

  • Karen Martínez es “apapachada” por su hermana gemela Katherine Martínez...

    Karen Martínez es “apapachada” por su hermana gemela Katherine Martínez (izquierda) y su papá Ibsen minutos después de su audición del sábado, 18 de octubre. Karen tiene esperanzas de quedar como alumna de The Wooden Floor.

  • Alrededor de 500 niños audicionaron el sábado, 18 de octubre...

    Alrededor de 500 niños audicionaron el sábado, 18 de octubre pero sólo un porcentaje pequeño será aceptado al programa de The Wooden Floor. The Wooden Floor ofreción una audición abierta el sábado, 18 de octubre.

  • Contenta y relajada después de su audición, Karen Martínez, 9...

    Contenta y relajada después de su audición, Karen Martínez, 9 tiene muchos deseos de ser elegida para el programa de The Wooden Floor en Santa Ana. The Wooden Floor ofreción una audición abierta el sábado, 18 de octubre.

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La familia Martínez esperó más de ocho horas para que una de sus hijas demostrara su amor por el ballet.

Con mucho entusiasmo y esperanza, los Martínez, junto a centenares de familias acudieron el sábado, 18 de octubre, al llamado de las audiciones anuales de danza para niños que realiza la organización de artes de The Wooden Floor, localizado en Santa Ana.

La audición empezó a las 8:30 a.m. y está diseñada para niños de bajos recursos, entre los 8 y 13 años de edad que no han tomado danza anteriormente o que quizá tengan un poco de conocimiento. Es por esto que el día de la audición, los niños siguen patrones básicos que se les enseñan esa misma mañana.

Iniciada en 1983, The Wooden Floor opera sin fines de lucro, tiene como objetivo guiar a niños y jóvenes por un mejor camino manejando un método que incluye cursos intensivos de danza, combinados con tutoría académica, la preparación universitaria y servicios de apoyo a la familia para su progreso económico.

“Nuestras audiciones anuales marcan el día en que los estudiantes toman el primer paso hacia un futuro brillante y exitoso”, dijo la directora y jefa ejecutiva adjunta, Dawn S. Reese, quien también agrega que generalmente los niños están con ellos por un promedio de 10 años, desde el tercer grado de primaria hasta el 12 grado de preparatoria. The Wooden Floor tiene sede en Santa Ana.

Ese día de la audición la organización, que tiene actualmente 375 estudiantes y la mayoría de ellos de origen Hispano, tuvo alrededor de 500 niños que audicionaron. Los interesados tenían entre 8 y 13 años de edad.

El proceso es rígido y pocos serán elegidos.

De acuerdo a Reese, el programa es de cupo limitado y el número de niños que se quedan varía cada año, pero generalmente es un porcentaje bajo ya que la retención de estudiantes que participan actualmente en el programa es muy alto, lo cual hace difícil aceptar a nuevos estudiantes al programa.

Por esta razón, muchas familias llegan desde temprano el día de la audición para asegurar un lugar para sus niños.

Sin embargo, para María de los Ángeles Martínez y su esposo Ibsen Martínez, no era lo mismo llegar la madrugada del sábado. Para ellos fue mejor plan ser los primeros en la fila. LLegaron después da la media noche el viernes.

Los orgullosos padres de las gemelas Karen y Katherine Martínez de 9 años, dijeron estar emocionados de haber sido los primeros en la fila y felices de que quizá su hija Karen, quién audiciona por segunda vez, llegue a quedar en el programa ya que su gemela Katherine quedó el año pasado.

“Este tipo de organizaciones les ayuda a su educación, les ayuda a su formación más que nada para ser alguien”, dijo Ibsen Martínez, quien también comparte que sus hijas son fanáticas del ballet.

Ibsen dice que desafortunadamente el ballet es una actividad muy costosa y agradece a The Wooden Floor por ofrecer este programa de danza gratuitamente.

La madre agrega que el programa es muy disciplinado, algo que se denota desde el momento de la audición.

“Estamos buscando que los niños tengan el deseo de bailar, que florezcan en la organización y que se beneficien de ella”, dijo Melanie Ríos Glaser, directora artística y jefa ejecutiva adjunta de la organización.

Ríos Glaser dijo que The Wooden Floor celebra diez años consecutivos que un 100 por ciento de sus alumnos terminaron la preparatoria y continuaron estudiando en la universidad.

Los Martínez tienen 17 años de casados y recuerdan las dificultades que tuvieron para tener hijos. Desde que se convirtieron en padres hace nueve años, buscan agradecerle a la vida ofreciéndole a sus gemelas el mayor del tiempo posible e involucrándolas en actividades que les sirvan para el futuro.

“Cuando ellas llegaron a nuestras vidas se convirtieron en nuestra prioridad y siempre buscamos de compensar las cosas al ofrecerles a nuestras hijas un mejor bienestar y educación a través de programas como estos”, dijo el papá.

Los niños pasaron por dos salones donde los jueces tuvieron la oportunidad de ver su creativad y expresión a través de sus movimientos – algunos improvisados.

Los cientos de niños que participaron y que no lograron quedarse en el programa este año, tendrán la oportunidad de audicionar el próximo año tal y como lo hizo Karen.

Los únicos requisitos es tener la edad requerida, contar con bajos recursos y tener el deseo de quedarse.

“Aplaudimos, bailamos, estoy contenta y siento que sí me voy a quedar”, dijo Karen minutos después de salir de su audición.

Cada año y antes del día de la selección de nuevos estudiantes, la creciente organización también dedica su tiempo a diferentes escuelas en Santa Ana y otras ciudades circunvecinas, ofreciéndoles un programa de danza gratuito por tres semanas llamado “Dance Free Weeks”.

Este alcanza a un promedio de 3,000 estudiantes, a quienes también se les impulsa a participar en las audiciones cada otoño.