Brueckner, el principal sospechoso, está teniendo que hacer frente a varios juicios donde se le acusan de violación tanto a menores como a una anciana en el mismo sitio donde desapareció Madeleine. Es precisamente en uno de estos juicios donde se ha hecho un descubrimiento que pone el caso en un casi punto y final.

Titus Stampa es un detective que fue llamado a declarar en uno de estos juicios que incriminan al alemán.

El diario ‘The Sun’ se ha hecho eco de lo sucedido: cuando estaba llevando a cabo su declaración, Stampa indicó que la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), es decir, el FBI alemán, había encontrado dos cuentas de correo electrónico de Brueckner.

El detective no pudo dar muchos detalles y especificó que no lo hacía porque los datos que podría proporcionar están «relacionados con el asesinato» de Madeleine. Sin embargo, sí que contó que en uno de esos correos, se veía el envío de imágenes de abusos sexuales a menores. Pero lo que más llama la atención es que todos los mensajes que van desde la primera mitad del año 2007, fueron borrados. Cabe recordar que en mayo de 2007 es cuando desapareció la pequeña británica.

El declarante no especificó que en las fotos que Brueckner enviaba estuviese McCann, pero si eso fuese así, sería la prueba contundente que se necesita para poder acusar al alemán. Para terminar su testimonio, Stampa, además, señala que los investigadores también tienen un disco duro que también tiene muchos datos que podrían resolver el asesinato.

Fantasías de «brutalidad y abusos sexuales»

El detective no pudo contar mucho sobre lo que había en esos correos por el factor que señaló de que se tratan de pruebas relacionadas con el caso McCann, pero sí que especificó que en había mensajes donde Brueckner dejaba claras sus fantasías que Stampa relata: «Una fantasía sobre una niña de cinco años y su madre que son secuestradas y llevadas a una camioneta» donde el alemán soñaba con «violarlas a una frente a la otra».

Escenario de más desapariciones

Pero el de Madeleine McCann no es el único caso que se sospecha donde Brueckner habría usado este vehículo. The Sun señala que podría haber sido escenario de la desaparición de la pequeña conocida como «Maddie alemana»: Inga Gehricke. Una niña de cinco años que desapareció durante un picnic familiar en el bosque alemán de Wilhelmshof. La pequeña no ha sido encontrada aún y en el momento de su desaparición se sitúa a Brueckner en la furgoneta ubicada en una fábrica abandonada ubicada a 68 millas de donde se conoce la última pista de la niña. Concretamente, hay una pista que señala que el vehículo conducía por un sendero del bosque en el momento de su desaparición.

Por este hecho, el sospechoso fue investigado por la policía en 2016 y 2020 y no pudo dar una coartada firme para el día pero el caso sigue abierto y Brueckner no ha sido ni condenado pero tampoco descartado como sospechoso.

La furgoneta del sospechoso se consideraba en el lugar como «muy conocida localmente» y que la usaba como escenario para tener relaciones con mujeres que conocía «online».

 

Brueckner el pederasta, el principal sospechoso

Christian Brueckner , pederasta reincidente, es desde 2020 el principal sospechoso del caso y cumple una pena de siete años de cárcel en Alemania por la violación de una estadounidense de 72 años.

Los medios locales señalaron que el sospechoso solía acudir a Praia da Luz, que habría descrito como su «pequeño paraíso».

El sospechoso se enfrentará al juzgado el próximo viernes 16 de febrero. En este proceso judicial, que se espera que dure hasta tres meses, se enfrenta a cinco delitos sexuales: tres violaciones en Portugal (a una joven estadounidense, otra irlandesa en 2004 y una adolescente en su casa de Praia da Luz), a un abuso sexual a menores por masturbarse frente a una menor de 10  años y un abuso a otra niña de 11.

Sin embargo, ninguno de los cargos tiene que ver con la historia de Madeleine, cuyo paradero sigue siendo desconocido.

Caso Madeleine McCann

Madeleine fue secuestrada de su habitación de hotel una noche de 2007 durante unas vacaciones familiares en Portugal. Mientras ella y sus hermanos dormían, sus padres y un matrimonio amigo cenaban a pocos metros de su cuarto e iban a verlos cada quince minutos. Sin embargo, en una de las rondas, descubrieron la cama de la niña vacía. A partir de ese momento, comenzó la ardua búsqueda del culpable.

El caso de la niña se convirtió en uno de los más famosos a nivel internacional y las fotos de la niña dieron vuelta el mundo. Sus padres, Kate y Gerry McCan, formaron una organización dedicada enteramente a la búsqueda de la niña y de la persona culpable de su desaparición. Tras varios años de intriga, en junio de 2020 las autoridades posicionaron a Christian Brueckner como principal sospechoso del caso.

A pesar que no hay novedades desde mayo de 2023, cuando las autoridades británicas, alemanas y portuguesas se enfocaron en la búsqueda de elementos relacionados con el caso, los padres de Madeleine McCann no pierden las esperanzas.

«Creemos que esa perseverancia eventualmente dará resultados», aseguraron. De todas formas, reconocieron que se sienten afectados, entre otras cuestiones, por la cantidad de «niños secuestrados, asesinados y huérfanos» que hay en el mundo.

En el epílogo de su mensaje de Año Nuevo, los padres de «Maddie» confiaron en que el «2024 traiga un mayor amor por la humanidad, esperanza y paz para todos nosotros».

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