Explotó la bomba el pasado lunes luego de que, extraoficialmente, se confirmara que un jugador ha dado positivo en una prueba de doping, el mismo que sería Michael Arroyo, quien tuvo que salir en ambulancia por una lesión en el último Clásico del Astillero, partido en donde había salido sorteado para realizarse los exámenes.
Juan Alfredo Cuentas, este martes previo al Consejo de Presidentes de La Liga Pro, conversó con los medios de comunicación en donde fue consultado sobre este tema: «Llegó una comunicación a Barcelona. Estamos esperando a que hoy (martes) se trate en la Comisión de Disciplina (en FEF). Realmente nosotros no estábamos al tanto de absolutamente nada de esto, pero lastimosamente si se llegase a dar y si llegase a pasar, realmente nos vamos a sentir muy dolidos porque nosotros no estábamos al tanto de ninguna de estas situaciones y lamentaríamos mucho, mas que todo por la parte personal del jugador mas que cualquier otra cosa».
Luego de enviar un mensaje sobre lo que le queda al ‘ídolo’ en este año, el vicepresidente financiero de Barcelona SC volvió a ser consultado sobre el tema Arroyo, y fue claro en asegurar que el club lo apoyará: «Aquí hay una tergiversación de la información, porque muchos hablaban de que Michael Arroyo fue sacado del estadio para no hacer la prueba, por el contrario, incluso el presidente (José Francisco Cevallos) acompañó para que vayan a hacer la prueba personalmente porque tenía en ese momento una lesión, tanto es así que tuvo que ser operado y eso es evidente y hasta el doctor puede dar fe de eso».
«Lamentablemente si ha salido positivo, vamos a ver los resultados y queremos saber qué es lo que realmente se encontró en el jugador, tendrá el apoyo de nosotros como club hacia la persona, pero más allá de eso, es complicado para nosotros. Nosotros no estábamos al tanto de absolutamente nada de eso, hasta ahora no hemos hablado con el jugador acerca del tema porque no teníamos nosotros ninguna información, así que esperamos que esto se solucione por el bienestar de todos», finalizó Cuentas, dejando claro que Barcelona, como institución, no sabía nada de lo que había consumido Michael Arroyo.
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