Es parte de nuestro sistema

Por Guillermo Robles Ramírez

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos dio a conocer sobre las prácticas de autogobierno, cobros y privilegios existentes en los reclusorios femeniles del país.

La CNDH da un informe detallado sobre cómo son los cobros tanto de protección, tipo de alimentos, uso de teléfono y privilegios que tienen algunas mujeres que están pagando alguna condena en donde su celdas cuentan con televisiones de pantalla plana, minibar, aire acondicionado, etc., todo tipo de lujos como se ha visto en las películas y novelas como las de Pablo Escobar, pero evidentemente en menor escala.

Todo esto supuestamente financiado también por los Centros de Rehabilitación Social, (CERESOS), varoniles de alta seguridad existentes en México, problema que también existe en mayor escala en los centros de rehabilitación o penales donde los hombres pagan sus condenas y situación que la CNDH no informó tampoco.

El problema de la falta de gobernabilidad por parte de las autoridades dentro de los penales en México es tan viejo como las mismas prisiones, es decir, siempre han existido y no dejan de ser negocio redondo tanto para quienes dirigen éstos centros como también los guardias en donde todos salen ganando.

Mucho se dice de lo que sucede dentro de los penales en el país y aunque algunos de ellos suene a leyenda urbana, lamentablemente se pueden catalogar por cierto todas y hasta peores.

Es muy difícil acabar con éstos privilegios de quienes tienen más dinero son los que pueden sobrevivir, sin peligrar la integridad de los que pagan una condena. Dentro de ahí todo tiene un costo o mínimo precio, todo indica que es igual de caro vivir detrás de los barrotes como estar afuera, pero la vida es más difícil ya que los que tienen que generar dinero para sostenerse dentro de los penales son los familiares que no siendo suficiente buscar un ingreso para el sostenimiento de sus familias también tiene hacerlo para los que están pagando una condena.

No es necesario conocer las penitenciarías de alta seguridad para constatar la carencia de control interno por parte de las autoridades. Simplemente aquí en Coahuila, lo es el CERESO de Torreón, es muy conocido que está dividido en tres zonas. Una de ellas con el nombre de “Matamoros”, es en donde tienen a la gente “enferma”, como violadores, esquizofrénicos, personalidad múltiple, entre otros en donde no se puede mezclar con el resto de la población del penal.

También está la del otro extremo conocido como el “Campestre”, que son los que cuentan con más privilegio con comodidades desde televisiones, equipos de enfriamiento, celdas más grandes, se les permite el ingreso de bebidas alcohólicas, y hasta los servicios de prostitutas o en su defecto la visita conyugal con mucho más tiempo o si es posible de un fin de semana.

Y por último el de la zona “Fovissste”, que es el resto de la población que pagan sus sentencias en celdas más sencillas y sin comodidades pero aun así tienen que pagar sus respectivas cuotas para tener algún derecho a algo.

Aunque las mismas autoridades nieguen la existencia de tal submundo es un secreto a gritos en donde todos los mexicanos sabemos cómo se vive en la cárceles de México y los privilegios que pueden llegar a tener muchos de quienes tienen poder adquisitivo para hacer un poco más placentera su instancia pero para quienes administran estos lugares también resulta un negocio muy lucrativo.

El informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos presentado sobre lo que sucede en los reclusorios femeninos no es algo nuevo aquí en México. Tampoco es algo alarmante puesto que ni las mismas autoridades les interese corregir sino todo lo contrario entre menos se divulgue a los medios de comunicación es mejor, pero aun así le hace lo que el viento a Juárez.

De nada sirven informes de la CNDH o cualquier otro organismo ya sea de gobierno o privado, ni reportajes, ni documentales con respecto a algo muy conocido para los mexicanos mientras que a la misma autoridad no le interesa o menos a cualquier político porque son cosas que popularmente no hacen eco en la población.

Es por ésta misma razón el por qué lo que alguna vez se mencionó con respecto a la propuesta de hacer nuevos reclusorios tanto de varones y femeninos por empresas privadas y administradas por las mismas como una mejor manera de evitar fugas pero sobre todo acabar con los privilegios y abusos que se viven dentro de éstos penales no les resultó tan atractivo para nadie porque tocaría la sensibilidad de muchos intereses de por medio y un ejemplo de ello es tan sencillo que en los CERESOS actuales se ha hecho la propuesta de la compra de bloqueadores de señales receptoras de celulares para evitar el continuo delictivo organizado desde dentro de los penales siendo fecha que la recomendación ha sido omiso e injustificable para no realizarse. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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