MOCA.-El rector de la Universidad Tecnológica de Santiago afirmó que “la transformación demográfica destruye la sociedad humana civilizada y es lamentable la carencia de políticas para impulsar los cambios para contrarrestar este fenómeno”.
Para el doctor Príamo Rodríguez “se necesitan personas, gobiernos, instituciones, políticos y líderes que piensen más y más en el logro de una supervivencia y una vida humana digna, tantas veces soñada y añorada”.
Rodríguez Castillo expuso esos conceptos e ideas al pronunciar el discurso de orden, en el contexto de la “Vigesimotercera Graduación Ordinararia” en recinto UTESA-Moca, realizada el pasado sábado.
“Uno de los problemas más sentido en el país es la inseguridad en la que vive el ciudadano común, que ha ido perdiendo sus valores civilistas. Muchas personas de esta sociedad no han tenido, prácticamente, la oportunidad de una información educativa, cultural y social que contribuya a formarlos como ciudadanos conscientes”, proclamó.
Y agregó “se considera que para un ser humano buscar la paz y vivir en ella, debe tener como prioridad vivir civilizadamente en su sociedad y eso se logra con la edificación de un sistema humanista basado en la libertad”.
“Sin embargo, -precisó el rector de UTESA- nuestro país ha ido perdiendo tanto este sentido y forma que lo más atinado sería comenzar un nuevo proceso desde cero, o por lo menos, con los niños, para educarlos y formarlos en un nuevo mundo para una nueva sociedad”.
A juicio de Rodríguez Castillo, “hace más o menos media centuria, la población de República Dominicana, en su mayoría, era rural, aproximadamente en el año l960 la población según el censo de la población total era de tres millones 47 mil 70 personas y estaba compuesta por dos millones 124 mil 980 en el sector rural, y 922 mil 90 en la zona urbana”.
“En ese época las poblaciones más grandes se concentraban en el Distrito Nacional con 466 mil 830; Santiago con 291mil 690; San Cristóbal con 252 mil 280 y La Vega con 247 mil 150”, aseguró el rector de UTESA.
Y adicionó “aumentó tanto la población urbana que, aproximadamente,50 años después, pasó de 922 mil 90 a cinco millones 500 mil, y ya en el año 2010, la población urbana sobrepasó los siete millones. Es decir que en apenas cincuenta años la población urbana creció hasta el 74%, y la población rural disminuyó hasta un 31%”.
*Las alternativas
Ante ese cuadro, de acuerdo a Rodríguez Castillo, “es necesario procesar y desarrollar alternativas como fuentes generadoras que permitan erradicar desde adentro este gran pecado del desempleo, de pobreza y de descomposición social, política, económica y empresarial, que mantiene a este país en un grado de envilecimiento, cada día, sin que se puedan hallar fórmulas que permitan crear motivaciones para una vida buena, alegre, sana, productiva y de seguridad”.
“Este es un eje circular que arropa a todo el país y a todos sus ciudadanos. Tenemos el caso contrario de país tan grandes como la India y China, las dos más grandes naciones que siguen manteniendo predominantemente una mayor demografía rural y con una proporción muy baja en los cambios e incremento de la pérdida de la paz social, espiritual y de tranquilidad”, argumentó.
“No obstante, en nuestro país, a la sociedad que viven en el campo le surge la impaciencia por trasladarse a las ciudades, aunque allí no haya trabajo, ni vivienda, ni facilidades económicas, y el costo de la vida sea más caro; prefieren cambiar su ambiente aunque vivan, coman, beban y duerman algunas veces en las calles y otras, en un hacinamiento miserable y triste, llevándolos a vivir en la inseguridad, la inestabilidad, en el temor y el miedo”, planteó Rodríguez Castillo.
En su oratoria el rector de UTESA enfatizó “la consecuencia es que gran parte de la gente sana y buena termina en la inhumanidad, en la delincuencia y en comportamientos antisociales, obligados a convivir en lugares y espacios donde se pierde la moral, el civismo y el derecho a una vida en libertad y dignidad”.
“Hoy no tenemos alternativas no esperanzas para el desarrollo de un proceso moderno, pues durante casi un siglo no hemos tenido gobiernos ni políticas con poderes y pensamientos decididos a iniciar la transformación con un proceso humanista y de libertad, con derecho y respeto a la calidad de vida ciudadana. No hemos visto a instituciones, sociedades y asociaciones con el interés, compromiso y la voluntad decidida a buscar un cambio”, puntualizó Rodríguez Castillo.
“Todos los seres humanos necesitamos una comunidad digna y segura para todos; pero por el contrario, lo que estamos viviendo y viendo como dominante, es el terror, la muerte, el miedo, la desesperanza, la pobreza y la miseria”, exclamó.
El rector de UTESA exhortó a los graduandos, a la juventud y al pueblo dominicano a accionar por los cambios, ya que la universidad los empuja en esa dirección.