Quisiera contarles la historia de un personaje dispuesto a vivir la vida que le gusta aun a expensas de hacer malabares ante adversidades económicas. Sabiendo que en boca de todos está la crisis y con ella las mil formas de agudizar el ingenio para llegar a fin de mes, por eso lejos de quejarme quería compartir esta simpática historia a modo de claro ejemplo de cómo buscarnos la vida para superar obstáculos (económicos) y alcanzar nuestros objetivos.

Hubo una época en la que presupuesto de este personaje era tan ajustado que no podía llegar a fin de mes y llevar una vida social plena.  Por ello tuvo que idear un plan para comer todos los días algo más que arroz hervido y no ser un ermitaño.

Lo primero en estos casos es analizar los elementos con los que contamos para alcanzar el objetivo deseado o cuales pueden ser las opciones para cambiar nuestro presente por la realidad que nos gustaría.
Conseguir un segundo trabajo: rápidamente nuestro amigo llego a la conclusión de que esto era absolutamente innecesario, puesto que al no tener cargas familiares no había justificación para esta medida extrema, al menos que el objetivo sea ser el más adinerado  del cementerio, (siempre he creído que el mas rico no es el que mas tiene sino el que menos necesita), por otro lado con 2 trabajos no le quedaría tiempo para disfrutar de su ansiada vida social.
Otra opción era dejar de salir de fiesta todos los días: definitivamente imposible, suprimir esto en la vida de un veinteañero es como proponer el suicidio. Enarbolando el estandarte de “si los días son malos no queda más remedio que vivir noches fantásticas” como es lógico  para compensar y en el fondo de esto se trataba todo.

Habiendo analizado la situación a fondo, nuestro amigo se dio cuenta que las 3 mejores herramientas que poseía para encontrar una solución eran; el ingenio, su grandísimo don «la simpatía» y los amigos. Por ello organizo un meticuloso plan por en el cual se dejaba invitar a comer a la casa de sus amigos la mitad de los días del mes. (En esta frase también se pondría cambiar la parte de «se dejaba” por «se hacía»). Espero que no estén pensando que simplemente se limitaba a arrastrarse casa por casa mendigando un mendrugo de pan, obviamente no, de hecho casi siempre la invitación inicial nacía de él.

Otra muestra de cómo este ingenioso personaje sacaba el máximo provecho de unos escasos recursos puede ser el siguiente ejemplo: cuanto este personaje se fue a vivir solo, no tenia ni vasos, ni utensilios de cocina, por lo tanto una de las primeras cosas que hizo fue comprar unos yogures de los que vienen en envase de cristal y de esa manera ya soluciono unas comidas y obtuvo unos vasos, acto seguido compro una lata de frutas en almíbar, que una vez que había dado cuenta de las frutas, encontró otros usos para la lata… Al día siguiente lo visito una amiga y como el gran anfitrión que es le ofreció un té, ella acepto, en ese momento saco la lata donde habían estado los frutos en almíbar, ahora perfectamente lavada y la lleno de agua, la puso en el fuego y le preparo el mejor té que se bebió en su vida (dicho por ella misma con una cara de total sorpresa), curiosamente esta amiga a la visita siguiente le regalo mis primera olla y algunos otros elementos de cocina…

Si bien alguna persona puede llegar pensar que este personaje es un grandísimo caradura, yo sinceramente creo que es la clase de persona que sabe cuales son las cosas de la vida que le gustan y no se resigna a vivir sin ellas, puesto que las personas nos nutrimos de las cosas que nos gustan para obtener las energías para ser  feliz y algo fundamental para hacer que la vida valga la pena.