Por Juan Arturo Martínez

¡Acérquense, estimados lectores! Vengan a leer este divertido poema hecho por Enrique González Rojo, que cuenta la leyenda tuvo su origen un día en que el escritor José Revueltas y el dibujante Héctor Javier salieron a pasear. Esa tarde de 1959 o 1960, luego de beber unas cuantas copas de vino decidieron pasar por el Parque Hundido.

Con el sol sobre sus cabezas y disfrutando de una deliciosa torta, ambos vieron cómo un famélico perro se paseaba escarbando entre la basura. Revueltas le dio una migaja, la torta entera. Llevados por el hambre, más perros se reunieron en torno al alimento; y entre el calor, el vino, el hambre, y la miserable vida de perro de aquel can, se levantó y comenzó con este grandioso Discurso de José Revueltas a los perros del Parque Hundido, traído a nosotros por la editorial ideazapato.

Congregados en torno a estas páginas, presenciamos un entretenido y profundo discurso sobre la miserable vida de perros que aquellos canes y nosotros aceptamos “con una larga, peluda y roñosa cobardía entre las patas”. Persiguiéndose unos a otros, luchando sin fin, arrebatándose la comida, organizándose en Sociedades Protectoras de Animales; así viven. Pero cada uno jala la correa para su lado.

Compañeros lectores, aquellos tristes miserables perros no saben convivir. Se revuelcan en la “perrera egoísta”, no se preocupan los unos por los otros, pelean para ver quién se queda con la torta entera. Escuchamos claramente la voz de Revueltas, del Revueltas revolucionario, encerrado un sinfín de ocasiones debido a su ideología política.

“Camaradas perros”, les dice, no se dejen engañar por los perros guardianes, los perros de presa, los perros policía, los canes cultivados, los advenedizos. No vaya a ser que ellos se erijan nuevos mandarines y que los canes proletariados se queden sufriendo en sus miserables tristes vidas de perros. Porque ya lo dijo Kafka en El proceso, no hay nada peor que morir como perro.

Juan Arturo Martínez (Ciudad de México, 1991). Estudió Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM; asimismo ha tomado cursos en el Programa de Escritura Creativa, de la Universidad del Claustro; y en la Escuela de la SOGEM. Ha publicado tres ensayos en la revista electrónica ¡Siempre!: “Rayuela, una jovencita de cincuenta años”, “Carlos Fuentes, un pequeño paseo por su narrativa” y “Teoría literaria de Vargas Llosa y La ciudad y los perros”.