Robbie Williams ha dejado atrás su adicción al alcohol y a las drogas, pero confiesa que hay momentos en los que todavía se siente tentado a consumir éxtasis, por lo que acude regularmente a terapias para controlar la tentación.
«No quiero beber, no quiero tomar cocaína. Estoy especialmente satisfecho porque no siento ningún tipo de impulso por la cocaína, pero lo cierto es que a veces sí pienso en tomar éxtasis», dijo el cantante al diario The Sun.
Las sesiones de terapia han ayudado al cantante a sobrellevar a la perfección la combinación de factores relacionados con sus adicciones pasadas ,y el peso de la fama, tras 20 años de exitosa carrera.