Limud México se llevará a cabo en el hotel Hilton Santa Fe, del 5 al 7 de noviembre próximos, y los interesados en participar pueden registrarse en el portal de la organización.

Enlace Judío México e Israel – Un crucero de lujo en el mar del conocimiento. Eso promete Limud México, que regresa luego de la crisis sanitaria para ofrecer un espacio de encuentro entre judíos de todas las vocaciones, preferencias e ideologías.

Laicos, seculares, ateos, conversos, ortodoxos, ultraortodoxos… hay muchas formas de ser judío y quizá por eso, la identidad judía es un tema tan complicado como interesante. Para conversar al respecto y para compartir ideas en un ambiente libre de jerarquías y títulos académicos, religiosos o de cualquier tipo, Limud México regresa, del 5 al 7 de noviembre.

La idea de Limud es “aprender a partir de nuestras diferencias”, explica Renato Huarte, uno de los fundadores de la vertiente mexicana de esta iniciativa originada en Reino Unido en 1980. “Como se dice en buen hebreo,’al reguel ajat’, es decir, siendo breves (mientras estamos parados sobre un solo pie), la idea es que los propios valores judíos aplicados al evento mismo son los que van a transformar las comunidades a partir de principios, de escuchar al otro, de que nos podemos sentar todos en una misma mesa, que podemos discutir sobre temas muy interesantes…”

Conceptos como “todos podemos ser alumnos y maestros” dan forma a este encuentro de ideas y creatividad en el que conferencistas, talleristas y participantes en general constituyen un voluntariado, una sola comunidad unida por la identidad judía, aunque esta misma sea tan diversa y contrastante.

En Limud, “los títulos, grados, etcétera, pasan a un segundo nivel. No importa si yo soy, por decir algo, ortodoxo, laico, o bien, secular, cultural o como yo me defina. Y entonces la idea es estar dispuesto a eso, a escucharnos. Y yo, por ejemplo, voy a dar una plática ahora en Limud, pero seguramente que estaré muy interesado en participar y escuchar y aprender de otros”, agrega Huarte, en entrevista para Enlace Judío.

Una aportación de los judíos británicos

En 1980, los ingleses Clive Lawton y Alastaire Falk, junto con otros voluntarios, idearon un encuentro de judíos voluntarios basado en la corresponsabilidad, la sustentabilidad y la ausencia de jerarquías. Un encuentro que buscaba que entre los asistentes hubiera la mayor diversidad posible y donde no se le pagara a los ponentes.

Sería aquello “un evento paralelo a la Navidad. En Inglaterra, la Navidad es muy importante, mucho más, creo yo, que en México”, relata Huarte. Los organizadores “dijeron ‘pero si vamos hacia un evento judío, no vamos a hacer un congreso en donde todo es como muy habitual’, (más bien, se preguntaron) ‘cómo podemos pensar desde principios o valores judíos una forma de aprender.”

No fue sino hasta 1999 que un evento Limud se realizó fuera del Reino Unido, en Australia. Desde entonces, más de 80 comunidades en países como Argentina, Israel y Estados Unidos han celebrado encuentros Limud. En 2018, en Birmingham, 2,500 personas se reunieron durante cinco días para conversar sobre su judaísmo, en un ejemplo de cómo Limud se ha ido fortaleciendo con el paso del tiempo.

Limud llegó a México por primera vez en 2012. Ahora, nueve años después y tras el impedimento que representó la pandemia para su realización presencial en 2020, el encuentro está causando expectativas, tanto por su original formato como por la participación de ponentes como Rudy Rochman.

Dos invitados de lujo: el activista Rudy Rochman y el rabino Joseph Dweck

“Rudy es un hombre que se ha dedicado a explicar el sionismo de una manera tan original, tan creativa, con un temple, y acercándose al otro, acercándose al disidente, a la persona que está manifestándose en contra de Israel”, explica sobre este personaje Jacobo Viskin, otro voluntario de Limud.

“Él sale a su encuentro y busca un diálogo constructivo, y está tan bien preparado, tan seguro de sí mismo, y lo presenta de una manera que genera orgullo en los demás, en cómo él logra hacer que los demás lo escuchen y abran un diálogo que permita ser constructivos a futuro.”

Rochman habla “acerca de temas tan espinosos como puede ser la relación entre árabes y judíos en un solo territorio, cómo él visualiza el judaísmo, a dónde coloca la religión… En fin, tiene seguidores en México que están muy contentos de escuchar de que viene Rudy.”

Otro ponente destacado será el rabino Yosef Dweck. “Es el rabino principal de la comunidad sefardí en la Gran Bretaña. Él ha tenido esta posición por lo menos siete años. Es un hombre cuya trayectoria lo llevó desde Los Ángeles hasta Nueva York a Jerusalén y a Londres”, nos cuenta Viskin.

Agrega, sobre Dweck, que “es un hombre que genera y transmite orgullo por lo sefardí, como pocas personas que he conocido. No soy sefardí, pero me gustaría serlo después de escucharlo. Es un hombre muy completo. Un talentoso. Conocedor de Torá, del Talmud y es un amante del Rambam, y él comparte su visión de una manera también muy clara, muy lógica y conviene mucho conocer y escuchar de él durante viernes, sábado y domingo, en las presentaciones que va a tener con nosotros.”

Diversidad, respeto y un Shabat juntos

Si bien todos los judíos que puedan aportar la contribución económica que permite sostenerlo son bienvenidos a Limud México, sin importar a qué comunidad pertenezcan o si son religiosos o no, todos los alimentos que se servirán siguen el Kashrut.

A decir de Huarte, así se fomenta la convivencia armónica entre observantes y laicos en el espacio público, al tiempo que se respeta la libertad en las áreas privadas. ”Esto ha permitido que Shabat se vuelva lo que realmente tendría que ser, que es un espacio donde no se puede transformar el mundo, pero sí admirarlo”, opina.

Viskin coincide y agrega: “Es un ejercicio que nos hace falta hacer con más frecuencia; vamos a estar un shabat juntos, vamos a estar un shabat unidos. Es una manera de conocer al otro. Hay veces que uno genera estereotipos de la persona con la que uno no ha tratado. Uno lo va a escuchar. Vamos a estar en sus mismas mesas. Vamos a respetar sus maneras de pensar.”

Según sus organizadores, el carácter independiente de Limud y su desvinculación formal con cualquier comunidad judía organizada, hacen del evento un espacio plural y tolerante donde la idea es que “tanto religiosos como laicos tengan una oportunidad única de reflexión.”

También es un espacio altruista que busca “continuar con la educación abierta de edad adulta. Gracias a la Fundación Metta Saade, quienes han hecho factible la calidad y la proyección de este evento, es que podemos continuar organizándolo. El resto se financia por todos los participantes, todos, todos, incluso voluntarios, ponentes. Todos aportamos el costo que significa, ya sea hospedarnos, comer, tener las facilidades que tenemos. Entonces hay un registro en donde invitamos a todos a que cada uno con su inscripción ayude a que el evento sea una realidad”, dice Viskin.

El regreso de Limud

Para esta edición, Limud México ha previsto medidas sanitarias como la obligatoriedad de la vacuna contra covid 19, el uso permanente de cubrebocas y la ventilación de los espacios en los que se realizarán los talleres y las conferencias.

Limud México se llevará a cabo en el hotel Hilton Santa Fe, del 5 al 7 de noviembre próximos, y los interesados en participar pueden registrarse en el portal de la organización.

Los organizadores convocan a cualquier persona interesada en conversar sobre la identidad judía, incluso a los no judíos.

“Estamos dando la bienvenida a todas las personas que tengan un genuino interés en el tema de lo judío. Alguien que gusta estar con nosotros días completos. Las inscripciones son por días, no por ponencias. Y tenemos también abierto el foro para todo aquel que tenga un genuino interés en estar en Limud, tanto este año como en años futuros”, cierra Jacobo Viskin.

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