Muchachito Bombo Infierno – Vamos Que Nos Vamos (2005)

 

Al hilo de la crítica remember de hace varias semanas, con la que ‘nos tiramos de cabeza’ a los leones con Melendi (aunque luego al final la sangre no llegó al río y salieron más aplausos que detractores), comentaba en redes sociales aquel movimiento y resurgimiento rumbero surgido entre finales del siglo pasado y principios de la década de 2000. Una fórmula triunfante que, como todas, acabó siendo agotada de tan manida. Pero antes del agotamiento, en su intención de sobrevivir, como los virus, se generaron mutaciones que permitieron alargar más el proceso. Una coctelera a la que se le echó a la rumba mestizaje y el ingrediente festivo de la vía Manu Chao. A saber (y en distintos grados), Los Delinquentes, Ojos de Brujo, Canteca de Macao, Amparanoia, El Puchero del Hortelano, Tomasito, Elbicho, Mártires del Compás, La Kinky Beat, Eskorzo, etcétera, etcétera. Como digo, cada uno puede estar más pegado a la rumba, otros al rock ska, otros a territorios de flamenco menos ‘adulterado’. El caso es que en esa amalgama de aquelarre buenrollista surgió otra estrella con fuerza, llamada Muchachito Bombo Infierno. Hoy Muchachito, a secas, el nombre artístico de Jairo Perera. Músico de calle que lleva más de dos décadas trasladándola a los escenarios y los discos. Ya era hora, nos acordamos por fin en la crítica remember de los viernes de su debut en Vamos Que Nos Vamos. Si alguien sabe pintar, que mientras lea la crónica se marque un dibujo.

Jairo Perera, como apuntaba, se dio a esto de la música como una expresión callejera. De hecho, Muchachito Bombo Infierno no fue su primer escarceo, puesto que apenas 22 años ya firmó primer disco con la banda Trimelón de Naranjus, Zumo Para Tus Orejas, que todavía echarían una última caña en Qué Vida Más Perra en el temido 2000. La cosa no paso de ser un combo gracioso, pero sin más recorrido que lo barrial, hasta que llegó el momento, cinco años después y apadrinados por Ojos de Brujo, de marcarse este Vamos Que Nos Vamos en el año 2005.

Arranca el álbum, nunca mejor dicho, con el ruido del motor y las sirenas de persecución de ‘El Compadre’. Su intro detectivesca, a lo serie de los setenta, pero pautando bien las palmas. Como curiosidad, en el videoclip aparecen los rostros populares de Edu Soto (que cantaría más de una vez en directo), David Fernández, Raúl Cimas… El soniquete mezcla esas ganas de jarana, aquí con tintes cabareteros, reforzados con solo de contrabajo incluido. De ruido de motor al de las tragaperras de ‘Me Tienes Frito’. Un tempo más relajado, pero igual de vacilón y elegante, nos presenta a otra naturalizada narración, “mueve tu culo pa’ buscar faena”. Los arreglos de piano le dan un aire jazzístico al conjunto.

Pero si hay tres canciones de este disco que son leyenda, la primera de ellas llegará en el tercer corte. Con los aires discotequeros de ‘Será Mejor’. Y confesaré que, lejos del relumbrón comercial del tema que todos se saben y al que llegaremos al final, es mi preferido de la lista, junto a la versión de Kiko Veneno, el tercero en discordia. Ahora vamos. ‘Será Mejor’ conquista con una adictiva base rítmica y una melodía de vientos incendiaria y un toque funky en el desarrollo. Tras tanta velocidad, ‘Luna’ se presenta como una suerte de confesión de amor, pero siempre con aire de olvido. El tempo contenido se irá al garete con una explosión final donde se hace un guiño al ‘Buana Buana King Kong’ de Paco y Pepe de Lucía, como en la anterior al ‘Mi Abuela’ de Wilfred y La Ganga. También ‘Sin Vigilancia’ juega en los terrenos del corazón, con un punto de sensualidad acentuado por los coros femeninos, que en su sencillez, deja versos tan intensos como “no quiero dar hoy besos a la luna, está muy lejos, prefiero dártelos a ti”.

Los padrinos Ojos de Brujo, con la voz de Marina, colabora en la rítmica y de ‘africano’ estribillo ‘Eima’. La velocidad de guitarra y bombo se retoma con ‘Más Que Breve’, hasta el punto en el que algunos sonidos nos hacen escuchar una suerte de versión b del ‘Será Mejor’. En la amalgama de ritmos, todavía queda espacio para la síncopas del reggae clásico de ‘Conversaciones Incompatibles’. Así, llegamos a la segunda joya del tres en raya, la espectacular versión del ‘Si Tú Si Yo’, de Veneno y su mágico “si tú no fueras tan americano yo tampoco sería tan ruso”. Como confesión, diré que cuando pinchaba este tema le subía la velocidad un tanto.  Más madera, el ska de teclados se apodera de ‘115’, con su muletilla previsible solo con ver el título. Y tras el corte más alocado, el más sobrio. ‘Cógelo’ es como un jarro de agua fría inesperado. Canción abierta a interpretaciones varias, como los tatuajes en el brazo del Migue en ‘El Aire de la Calle’.

Pero, claro, no nos podemos ir con el cuerpo ‘cortao’ y por eso (inexplicable si se hubiera visto venir) encontramos en el penúltimo corte el ‘Siempre Que Quiera’, título que a la mayoría de las personas no les dirá nada, como el ‘Hormigón, Mujeres y Alcohol’. Es decir, que la canción es conocida por la frase de su estribillo. Si la última por lo del “litros de alcohol”, la que nos ocupa por “ojalá no te hubiera conocido nunca”. Tal es así, que hasta el propio canal de YouTube titula de esa manera, aunque la imagen ponga el rótulo correcto. Aunque la canción es tomada por una de las declaraciones de amor más viscerales de la modernidad, a mí eso de escuchar varias veces repetido lo de la frase de marras siempre me deja un tanto frío, por más que luego venga una bonita explicación. Es como dar la de cal y luego arrepentirse. Aun así, hay que reconocerle su poder y su atemporalidad. El cierre viene a lo ‘Misirlou’ y surf, con ‘Paquito Tarantino’ que, salvando las distancias, vuelva a conectarnos con la fiesta del primer corte. Casi parece un personaje sacado de la timba de cartas.

Un año después saldría una reedición, aprovechando el tirón, con tres temas más. (Esa costumbre insana de las discográficas de enganchar a nuevos compradores y que tanto fastidia a los que ya lo hicieron en su momento). Un country folk modesto y adusto en ‘Libre Como El Viento’, el ritmo boogie-woogie (bugalú) de teclas de ‘Qué Mala Suerte’ y, finalmente, una nerviosa versión de rítmica acelerada y arreglos guasones del ‘Sin Documentos’ de Los Rodríguez.

Con los años, me he encontrado con Muchachito en varias ocasiones. Algún Viña, un Juergas, abriendo para Fito & Fitipaldis en su última gira de 20 aniversario… (en esa ocasión, él solo, con todos los instrumentos a su cargo), pero el mejor recuerdo me lo dejó la primera vez, teloneando a Manu Chao en un Espantapitas.

 

Lista de temas – tracklist:

  1. El Compadre
  2. Me Tienes Frito
  3. Será Mejor
  4. Luna
  5. Sin Vigilancia
  6. Eima
  7. Más Que Breve
  8. Conversaciones Incompatibles
  9. Si Tú Si Yo, Si, No
  10. 115
  11. Cógelo
  12. Siempre Que Quiera
  13. Paquito Tarantino

 

 

Publicado el junio 19, 2020 en Críticas Remember y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.

  1. Estuve en aquel Espantapitas y terminé roto de bailar… ¡¡4 horas entre uno y otro!!

    A ver si te atreves un día con Delinqüentes y Migue y sus Matajares… ¡Un saludo!

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