Un año más, y ya van 111 desde la primera vez que se disputó con categoría de profesional, se disputa la clásica gala entre las ciudades de París y Tours, dos lugares en los que el ciclismo se vive con un gran entusiasmo por pasar por ahí carreras de las más importantes del calendario ciclista.
La carrera constará de 235 kilómetros llanos en lo que la lógica nos invita a pensar que la carrera se decantará en favor de los sprinters. Y la historia también nos ayuda a pensar que la clásica se decidirá en una volata, ya que grandes ciclistas como Petacchi, Freire o Zabel se han impuesto en Tours. Aunque hubo años en que un ciclista en solitario o un grupo reducido llegaban con ventaja al gran pelotón, pues lo rompían en unas de las cotas que se están cercanas a la meta, gente como Gilbert o Virenque.
Este año, se presenta un buen cartel de ciclistas en la línea de salida. El vencedor del año pasado, Greg van Avermaet(BMC) está en una lista de preinscritos, entre los que también destacan Davide Appollonio(Sky), Jure Kocjan y Alexandre Serebryakov(Team Type 1), Alexandre Kristoff(Katusha), Nacer Bouhanni(FDJ), Giacomo Nizzolo(RadioShack), John Degenkolb(Argos), Koldo Fernández(Garmin), Dennis van Wimden(Rabobank), Samuel Dumoulin(Cofidis), todos éstos como hombres rápidos, y los Alessandro Ballan(BMC), el tridente del Vacansoleil De Gendt, Marcato y Leukemans, Juan Antonio Flecha(Sky), Sylvain Chavanel(Omega Pharma), Ben Hermans y Jakob Fuglsang(RadioShack), Lars Boom(Rabobank), Leonardo Duque(Cofidis) o Pablo Urtasun(Euskaltel), que podrían romper el gran grupo en una de las dichas cotas situadas al final de la prueba.
Lo que es seguro, es que será una de las últimas oportunidades del año de ver ciclismo del bueno, para quedarnos con la sensación de un buen año ciclista, para tener más hambre de afrontar la siguiente temporada, la de 2013, que promete tanto o más entretenimiento y diversión que el de este año.