«Uds. saben que inventar personajes que hagan carrera en todas las naciones no es cosa fácil… no es cosa fácil… Pocos escritores lo han logrado realmente, e incluso a veces logran esto de crear un personaje que tenga curso en todas las culturas, en todas las naciones…a veces lo logran, digo… escritores de segundo orden. Estoy pensando en Arthur Conan Doyle, un escritor de segundo orden que ha generado un personaje mundial como es Sherlock Holmes. Y hoy quiero hablar de otro que también lo logró y que es Sir James Barrie. Tanto lo logró que cuando yo digo Sir James Barrie nadie – creo que nadie – recuerde de quien se trata. Sin embargo cuando mencione el personaje que el inventó, todos lo van a conocer: Peter Pan. Pero al pobre Barrie le paso lo que esta muchacha… Margaret Mitchell, la que escribió «Lo que el viento se llevó». El cine lo devoró. Creo que todos los muchachos dan en pensar que Peter Pan es una creación de Walt Disney. Del mismo modo se piensa de Pinocho y hasta de Blancanieves y de cosas así; tal es la fuerza del cinematógrafo! Bueno, si quiere que le confiese, Continuar leyendo
Magia
Durante largo tiempo lo acompañaron la desilusión y los silbidos. Otro cualquiera hubiera abandonado la lucha. Pero Rizzuto confiaba.
Una noche se presentó en el club Fénix. Otros magos lo habían precedido. Cuando le llegó el turno, dio su clásico golpe con la varita azul. Y desde el fondo de la galera salió una paloma, una paloma blanca que voló hacia una ventana y se perdió en la noche. Apenas si lo aplaudieron.
Las muchedumbres prefieren un arte hecho de trampas aparatosas a los milagros puros.
Rizzuto no volvió a los escenarios. Tal vez siga haciendo aparecer palomas en forma particular.»
«Magia» – Alejandro Dolina.-
Thoreau
«Estaba dotado de un sentido riguroso de la probidad. Era muy exigente consigo mismo en lo tocante a su propia independencia de criterio, y consideraba que todos los demás seres humanos debían cumplir en igual medida con esa obligación. No tuvo una profesión fija, aunque practicó varias; se rehusaba a renunciar a su gran ambición de conocimiento y de acción a cambio de un oficio estrecho o limitado; su vocación era mucho más amplia: pretendía ejercer el arte de saber vivir. “Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente —escribe—, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida, y ver si no podía aprender lo que ella tenía que enseñar, no sea que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido.»
No se casó, vivió solo, nunca fue a la iglesia, no votó, se negó a pagarle al Estado un tributo que a su juicio era injusto, por más que le costara la cárcel. Aunque era un naturalista, jamás recurrió a las armas ni a las trampas del cazador…
…Quería ahorrar “tiempo”: tiempo para leer, tiempo para los lenguajes no escritos (los ruidos del campo y del bosque), tiempo para caminar solo, tiempo para la amistosa conversación, tiempo para conocer el cosmos. “Jamás ningún hombre ha valorado tanto el ocio como Thoreau”, afirma el crítico Oscar Cargill.»
Introducción a «Walden – La vida en los bosques»; Henry David Thoreau.-
«El lector»
«…Sus observaciones sobre literatura eran a menudo asombrosamente acertadas. «Schnitzler es perro ladrador y poco mordedor, y Stefan Zweig lleva el rabo entre las patas», o «Keller lo que necesita es una mujer», o «Las poesías de Goethe son como pequeñas estampas enmarcadas en oro», o «Estoy segura de que Lenz escribe a máquina». Como no sabía nada de todos esos escritores, Hanna suponía que eran contemporáneos, al menos mientras nada indicase lo contrario. En efecto, me sorprendió ver que hay mucha literatura antigua que se puede leer como si fuera de hoy; alguien que no sepa nada de historia puede creer que todas esas costumbres de tiempos pasados son en realidad las costumbres actuales de tierras remotas…»
«El lector» (fragmento), Bernhard Schlink.
Subrayados…
«Ahora tienes claro que llega un momento en que la vida se acaba y que en ese momento el miedo desaparece con ella. Ese miedo es finalmente la manifestación de la vida. Cuando la conciencia y el conocimiento desaparecen, todo se acaba en un instante, sin tiempo a hacerse a la idea, y sin que tenga algún sentido. La búsqueda del sentido de la vida ha sido tu sufrimiento, con tu compañero de infancia ya hablabas de eso. Sin embargo, por aquel entonces no habías vivido casi nada, mientras que ahora ya has probado todos los sabores — agrio, dulce, amargo, picante — de la vida. Es inútil, no sirve de nada buscar ese sentido, resulta ridículo; mejor aprovechar la vida, y, al mismo tiempo, observarla.»
Fragmento de «El libro de un hombre solo» de Gao Xingjian.-
Algo de música…
Interpretado por la canadiense Ima, pieza de Sidney Bechet (Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos,14 de mayo de 1897 – París, 14 de mayo de 1959) músico y compositor de jazz.
«Diario de un seductor» (fragmento)
«Diario de un seductor»; Sören Kierkegaard.-