spa intimista

El spa de un hotel cumple dos funciones esenciales. La primera, en pura lógica, tiene una utilidad terapéutica, reconstituyente a veces, curativa otras veces. La segunda es lúdica, relajante, hedonista. Esta última no es la más importante en la vida, pero sí en el contexto del hotel, cuya estancia está configurada por una experiencia emocional. En consecuencia, la instalación termal de un hotel debe reflejar un diseño exigente, intimista, mitigador en su propuesta lúdica, poderoso en la terapéutica. Como acredita en la estación alpina de Méribel, el hotel The Lodge, Château Smith Haut Laffite

Cálida penumbra termal

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