Conociendo el amor real conforme al corazón del maestro [Jesucristo]

Por: Oscar Olivares.-

Como es bien sabido, hemos sido salvos por gracia; y esto es, que aún sin merecerlo, Dios nos dio la vida eterna.

La gracia, como regalo inmerecido, nos enseña que así como recibimos, así debemos compartir.

Hay un pasaje —que hoy lo dividiré en dos— que cada vez que lo leo me confronta hacia cómo debo guiarme en todo lo que hago. Se encuentra en 1Corintios 13:1-7, y dice:

« Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. »

La segunda parte, del 4-7, me responde a mi pregunta de qué es el amor.

«El Amor:

  • Es sufrido
  • Es benigno
  • No tiene envidia
  • No es jactancioso
  • No se envanece
  • No hace nada indebido
  • No busca lo suyo
  • No se Irrita
  • No guarda rencor
  • No se goza de la injusticia
  • Todo lo sufre
  • Todo lo cree
  • Todo lo soporta
  • Se goza de la verdad
  • Nunca deja de ser
  • Todo lo espera

Y es en este último en el que quiero hacer una pausa y meditar: «Todo lo espera»

¿Qué es eperar? Casi todo el capítulo de Hebreos 9 nos habla sobre este tópico.

El versículo 14 nos habla que limpiará nuestras conciencias de obras que no convienen a nuestra redención y salvación. (A los que obedecen, creen, se sujetan y le siguen en fe).

En el verso 15 nos habla del nuevo pacto, que nos permite tomar y apropiarnos de las riquezas en gloria, desatadas por Jesucristo, a los que creen, se bautizan y le siguen. (Su herencia y victoria compartida).

El verso 22 nos habla que solo con el derramamiento de sangre podían redimirse nuestro pecado —nuestro comportamiento adúltero, engañoso y egoísta en nuestra manera de vivir—, y así alcanzar redención

Los versos 24 y 25 nos habla acerca del sacrificio de Jesús, una vez y para siempre, convirtiéndose en el mediador entre Dios y los hombres y otorgándonos el perdón eterno a todos los que le buscan y creen de todo corazón.

El verso 27 nos dice sobre el gran juicio y que daremos cuenta al creador del estilo de vida llevado. Cabe mencionara que la Biblia nos declara que Jesús es nuestro abogado defensor delante del Padre (juez del universo), y es el único mediador entre Dios y los hombres.

En el versículo 28 la Biblia dice que Cristo vendrá por segunda vez, pero ya no a perdonar pecados o santificar al mundo, sino para redimir a los que le esperan —esto es a los que han creído, obedecido a su llamado y vivido de una manera digna—.

Es por eso que en amor todos podemos esperar. Jesucristo vino a ser el consumador del verdadero amor. Él es el amor que te lleva a una vida hermosa y fructífera en todo lo que realizas.

Por último, no olvidemos lo que nos dice 1Corintios 3:11-

«Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.»        

Querido lector, he deseado escribirle porque es preciso recordarle, recordarnos mejor dicho, que debemos ser obedientes a Dios; pero sobretodo, hacer todas las cosas en amor.

Ya nos dimos cuenta que es importante conocer la verdad, pero es más importante ponerla en práctica. Dios quiere ver nuestras vidas restauradas por el poder de su hijo Jesucristo.

Aunque la salvación es gratuita, no permita que sea menospreciada. Usted y yo y todo el mundo merece ser salvo. Recuerde que «cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.» (Mateo 25:31-34)

¿Usted ya está listo y esperando la segunda venida de Cristo?

Que así sea.

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