Joseph Campbell (1904-1987) fue un mitólogo, escritor y profesor estadounidense que dedicó su vida al estudio de los mitos a través de las distintas culturas y religiones. Su obra sirvió de inspiración para guiones como la saga de Star Treck. Si quieres conocerle más de cerca, esta serie de entrevistas realizadas por Bill Moyers puede acercarte a él.
Conocido por su mítico “Follow your bliss”, el trabajo de Campbell pone de manifiesto la realidad que Goethe ya expresó en Fausto, y es el hecho de que la tecnología no logrará salvarnos: “Es aquello que Goethe expresó en Fausto y que Lucas vistió en idioma moderno: la tecnología no logrará salvarnos. Nuestros ordenadores, todas esas herramientas y máquinas no son suficiente. Debemos confiar en nuestra intuición, nuestro ser verdadero”.
Su reivindicación de los mitos y la literatura incluye la posibilidad de ver nuestra vida como una historia, una aventura que puede echar mano de ellos para comprender mejor lo que nos está pasando: “Cuando tienes la historia en mente, eres capaz de ver la relevancia de algo que acontece en tu vida. Te da perspectiva sobre aquello que te pasa. Con la pérdida de la literatura hemos perdido la posibilidad de ubicar nuestros hechos, porque no podemos compararlo con nada más”.
Como seres imperfectos, creamos historias imperfectas que hablan de nosotros. Por eso “los mitos son historias sobre nuestra búsqueda a través de los siglos, una búsqueda de verdad, de significado, de sentido. Todos necesitamos contar nuestra historia y comprender nuestra historia. Todos necesitamos comprender la muerte y poder enfrentarnos a ella, todos necesitamos ayuda para sobreponernos a determinados pasajes de nuestra vida, desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. Necesitamos vivir una vida llena de sentido, tocar lo eterno, comprender el misterio, descubrir quiénes somos”.
Leer mitología puede ayudarnos a comprender. Porque los mitos nos enseñan “aquello en lo que podríamos convertirnos, y es así como comprendemos el mensaje de los símbolos. Lo que aprendemos en las escuelas no es la sabiduría de la vida. Aprendemos sobre tecnología, recibimos información”.
Su defensa de los generalistas incluye una visión estelar: “Entonces, la persona que no es un especialista, sino un generalista como yo, ve algo que ha aprendido de otro especialista y lo compara con algo más que ha aprendido de otro especialista, sin que ninguno de ellos hubiera considerado el por qué del problema.”Así que un generalista tiene la capacidad de ocuparse de un tipo de problemas que son genuinamente más humanos que, digamos, propiamente culturales”
Y continúa:
“Cuando yo era joven, miraba a las estrellas fijas en el firmamento. Y su permanencia me confortaba. Ellas me dieron un nuevo horizonte. Ellas me contaron que había un Padre amoroso ahí fuera cuidando de mí, listo para recibirme, alguien que pensaba en mis preocupaciones. (…) Había valor para mí en todo aquello. Porque soy quien soy gracias a aquellas creencias”.