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Tour de Francia, etapa 6: Desembarco en Normandía

¿Escalará Frank Schleck hacia la primera posición del Tour?

¡Menuda emoción traen siempre los finales de etapa! Durante toda la carrera de ayer parecía que nadie se destacaba muy por delante de los demás, y en el sprint final se sucedió todo: ahora Rojas, ahora Gilbert… y finalmente aparece Mark Cavendish, como surgido de la nada, y se hace con la victoria. Los líderes de la carrera, pegados a él y manteniendo sus posiciones: Thor Hushovd (el tío del martillo, poderoso como el dios nórdico) en primera, Cadel Evans en segunda y una novedad, Frank Schleck se enfila hacia el tercer puesto a tan sólo 4 segundos del líder. ¿Le veremos vestir de amarillo?

Y hoy, el Tour deja la Bretaña para internarse en la no menos bella Normandía. La sexta etapa, entre Dinan y Lisieux, es la más larga hasta el momento (226.5 Km.) y cuenta con dos puertos de tercera categoría y uno de cuarta, resultando en la más complicada hasta el momento y poniendo a prueba la resistencia de los corredores. Y por si eso fuera poco, las poblaciones de inicio y final de etapa son una auténtica maravilla.

Por un lado está la ciudad de Dinan, en el extremo oriental de la Bretaña, una bellísima localidad a orillas del río Rance. El corazón de Dinan es una verdadera máquina del tiempo donde puede respirarse la atmósfera medieval, en sus calles empedradas, las casas de los siglos XV y XVI y su orgullo, las murallas y el castillo del siglo XIV, declarados Monumento Histórico.

Cerca de Dinan se encuentra otra ciudad que merece sin duda una visita: hablamos de Rennes. Además de su bello casco medieval, con casas coloridas de madera entramada, destacan tres edificios en concreto: su Opera circular, la imponente Catedral de San Pedro y el más emblemático de todos: el Parlamento de Bretaña. Reconstruido en 1999 tras un incendio, fue redecorado con objetos reales del siglo XVII, época en la que se erigió por primera vez. Alberga ejemplos de arte realmente impresionantes, como el techo dorado de la Grand’Chambre.

Por su parte, Lisieux, localidad de fin de etapa por quinta vez en la historia del Tour, no tiene nada que envidiar a la Bretaña. Su magnífica basílica luce imponente como el monumento más importante de la ciudad, eclipsando a veces a la Catedral de Saint-Pierre y el pequeño pero hermoso castillo. Cerca de Lisieux se encuentran otras poblaciones no menos hermosas como Rouen, Caen y Le Havre; en conjunto, una región de bellos parajes y construcciones medievales, especialmente religiosas: destaca la Ruta de las Abadías, que comprende más de 30 de estas construcciones en la región.

Mientras nos maravillamos con tales vestigios del pasado, habrá que estar muy atentos a la etapa de hoy para ver si aguanta el todopoderoso Thor o bien Schleck le arrebata el trono.

Imagen de la web oficial del Tour: Letour.fr.