La memoria y la vida: recordando a Ana María Matute

Se que posiblemente los pacientes lectores que acostumbran a visitar este blog no esperan que esta nueva, apresurada y breve entrada tan sólo haga una referencia marginal a los archivos y a la archivística. Espero que sepan disculparme. Pero, sin duda, la ocasión lo merece: ha fallecido Ana María Matute, una escritora con la que, cuando era todavía niño, descubrí la literatura y todos los sueños que ésta encierra.

saltamontes verde“El saltamontes verde”, “El polizón del Ulises”, “Carnavalito”, “Paulina”, “Caballito loco”, son algunas de las mágicas historias que formarán para siempre parte de mi imaginario literario, porque con ellas, sin darme apenas cuenta, iba creciendo mi interés por la lectura y mi admiración hacia aquellos que tenían capacidad para transportarnos a otros espacios y otros tiempos. Durante mi infancia y adolescencia leí otros libros, pero esos primeros cuentos, que todavía conservo, se convirtieron en verdaderos símbolos para mí. Con ellos aprendí a leer obras de ficción y, a través de su lectura, pensé que algún día también podría llegar a escribir. ¡Ay!… esas ideas infantiles, esa edad en la que todo parece tan fácil.

Con el paso de los años Ana María Matute volvió a resurgir en mi vida. Sí, la escritora me ha servido como inspiración para escribir cada semana en este blog, porque, tal como ella afirmó en una ocasión: “…si pierdes la memoria, pierdes la vida…”, intensa frase que preside desde mayo de 2012 los pensamientos que son vertidos en “El archivo: la gestión de la memoria”. Aunque Matute se refería con estas palabras al temor a padecer alguna enfermedad que la llevara a olvidar, su significado profundo y metafórico puede ser asumido también por el ámbito archivístico. ¿De qué se ocupan los archiveros si no es de conservar y velar por la salvaguarda de la memoria? Porque sin archivos perdemos nuestra vida, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.

Sólo los grandes escritores tienen la cualidad de acuñar frases con potentes significados y Ana María Matute ha sido uno de ellos.

Una vez más solo me queda dar las gracias a Ana María Matute por haberme impulsado siempre a hacer cosas positivas: leer, imaginar, escribir… en definitiva, aprender.

Acerca de Fernando Betancor Pérez

Archivero (El Museo Canario), Licenciado en Documentación (UC3M), Especialista Universitario en Archivística (UNED), Licenciado en Geografía e Historia (ULL) Publicaciones
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