La Sede y los premios

Los arquitectos somos una profesión particular: por la mañana puedes estar en una obra con barro hasta las rodillas, y por la tarde con gente muy poderosa en entornos sofisticados. Hemos de lidiar con la búsqueda de la mejor solución posible sin que para ello se nos faciliten los medios suficientes. Y a la vez somos un chivo expiatorio perfecto para mucha gente (que como siempre en la vida, puede hasta tener razón en algunas ocasiones). Obviamente, lo dicho sólo nos pasa a nosotros…

En general los arquitectos constituyen organizaciones para la defensa de lo que entienden que son sus derechos, y esas organizaciones tienen cierto status legal. En España esas entidades son los Colegios de Arquitectos, y el de la Región de Madrid es el COAM. La fuerte crisis económica, vinculada en España a la burbuja inmobiliaria (y por tanto con un impacto directo sobre la actividad, con un altísimo porcentaje de los arquitectos madrileños en paro), ha tenido un impacto muy fuerte sobre las finanzas de la entidad.

Como suele suceder incluso para las organizaciones que no implican a arquitectos, poco antes del inicio de la crisis el COAM decidió trasladarse a una nueva sede, con el importante coste que esto significa. Esta por ver el impacto a largo plazo de este traslado en el Colegio (que además se enfrenta a medidas regulatorias que pueden ser una amenaza mayor para su financiación), pero al menos hemos conseguido un edificio que es una aportación al centro de Madrid. No es sólo que el edificio este bien ejecutado y que no desentone con la calle en que se ubica, sino que además permita recuperar, con un carácter semipúblico (fomentado por el hecho de que el edificio es compartido con equipamientos públicos) , un patio con un ajardinamiento atractivo. Si hay algo que Madrid y muchas ciudades españolas han perdido con el paso del tiempo son sus patios como espacios silenciosos y con una cierta calidad por la presencia de huertos y jardines, y en este caso, aunque no hay un gran arbolado, si que hay elementos muy positivos. El proyecto del arquitecto Gonzalo Moure integra también otros usos, como una piscina pública con buenas vistas.

Esta nueva sede abrió al público hace unos meses, aunque la verdad ayer ha sido la primera vez que la he visitado, debido a la concesión de los premios anuales del COAM. La visita fue en parte interesada (nuestro Proyecto Madrid Centro ha recibido otro premio), pero también interesante.

Vale la pena acercarse a ver La Sede (se ha jugado con este nombre para la imagen corporativa, como el título de una novela o una película), en la calle Hortaleza 63, con exposiciones y actividades culturales ligadas a la arquitectura.

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